Extremadura incide en la conciliación e integración para mejorar la adherencia

Desde el SES se ha elaborado una estrategia para implantar un programa de revisión, conciliación y adherencia a la medicación.

Laura Chivato

En Extremadura, alrededor de 70.000 pacientes son crónicos polimedicados, y según la proyección poblacional de esta comunidad, del 2016 al 2031, los mayores de 64 años habrán pasado del 18 al 27 por ciento. Llegados a este punto, es importante establecer medidas para abordar la cronicidad, y con ella, la adherencia, un aspecto que para los farmacéuticos extremeños debe tratarse después de establecer un plan en el que se incluya de forma adecuada la revisión de la medicación y la integración de todos los agentes involucrados. Con esta idea coincidía Concepción Carmona, subdirectora de Gestión Farmacéutica de la Consejería de Sanidad de Extremadura.

“La adherencia terapéutica es un aspecto más de la calidad asistencial y no debemos abordarla sin antes haber revisado que el paciente tiene un plan terapéutico adecuado a sus necesidades”, señaló Carmona durante la celebración de unas Jornadas de Adherencia y Cronicidad, organizadas por el Observatorio de la Adherencia al Tratamiento (OAT) en el Hospital de Mérida, en colaboración con la Consejería de Sanidad de Extremadura y el Servicio Extremeño de Salud (SES) y el patrocinio de GSK y Amgen.

La revisión de la medicación es un consenso a nivel general, y debe ser “sistematizada”, cumpliendo además una serie de requisitos. Se trata de un examen crítico y estructurado del plan terapéutico, que permite la adecuación del tratamiento farmacológico del paciente crónico a lo largo del tiempo y durante las distintas etapas de la evolución de su enfermedad. La finalidad es decidir si es necesario añadir, retirar o continuar alguno de los fármacos de la medicación que toma el paciente, y valorar los beneficios y riesgos que comporta la terapia.

Concepción Carmona durante las Jornadas
Concepción Carmona durante las Jornadas

En este sentido, Carmona incidió en que, sin embargo, lo primero es disponer del plan terapéutico, y que este se contemple de forma integral, permitiendo la comunicación entre los diferentes profesionales sanitarios.

“En general, no se aborda al paciente de forma integral. Existe una atención sanitaria muy partida, muy fragmentada, donde los niveles asistenciales no se comunican entre sí. Y esto es un problema, porque cuando yo intento que a nivel de una consulta de oftalmología se revise la medicación, probablemente este especialista no se sienta seguro con determinados medicamentos que tiene prescrito el paciente para una demencia o para una arritmia. Con lo cual, de ahí deriva que se vayan añadiendo tratamientos, y sin una referencia única del paciente que integre toda esta información, evidentemente se va a perder eficacia en el tratamiento y va a provocar reacciones adversas”, explicó la subdirectora.

Por tanto, antes de entrar a plantear las diferentes intervenciones en un aspecto o en otro, el plan terapéutico debe estar “perfectamente” elaborado y revisado y a disposición de cualquier nivel asistencial, para que así se pueda compartir entre todos. Pero siempre teniendo en cuenta las especificaciones de cada uno de los pacientes. “Hay que ajustarlo al paciente concreto y valorar los resultados -según Carmona-, porque el plan terapéutico conlleva un objetivo de salud que se quiere conseguir, y si eso no se evalúa en las revisiones, no se sabe para qué se pone un plan terapéutico”.

Qué se hace desde el SES

Para que esto se desarrolle con eficacia y solvencia, el Servicio Extremeño de Salud (SES) ha elaborado una estrategia para implantar un programa de revisión, conciliación y adherencia a la medicación. En este se contempla una hoja de ruta con siete pautas u objetivos a seguir, entre los que se encuentra formar equipos multidisciplinares con aquellos que sean responsables de una manera o de otra del plan terapéutico del paciente, no solo personal sanitario, sino también Administración y, en opinión de Carmona, los trabajadores sociales, quienes pueden aportar valoraciones “muy importantes” de los aspectos sociales del paciente.

El resto de objetivos se basan en protocolizar los procesos de conciliación, revisión, desprescripción y adherencia; establecer el plan de acción; apoyo de los sistemas de información y gestión clínica; establecer un plan de formación y difusión del programa a los profesionales; formar al paciente e implicarlo activamente en su tratamiento, para ser capaces de decidir y ser partícipes activamente de la evolución de su enfermedad; y facilitar un registro único de la medicación.

El Servicio Extremeño de Salud (SES) ha elaborado una estrategia para implantar un programa de revisión, conciliación y adherencia a la medicación.

Todo ello se encuentra dentro de ‘espaPEC: Estrategia de Prevención y Atención a Personas con Enfermedades Crónicas en Extremadura (2017-2022)’, un documento de reciente creación con el que buscan aumentar el nivel de salud de la población, a fin de prevenir y retrasar la aparición de las enfermedades crónicas. Además, como destacó Cecilio Venegas, presidente del Colegio Oficial de Farmacéuticos (COF) de Badajoz, este documento “pretende proporcionar autonomía personal mediante la promoción de hábitos saludables centrados en la alimentación, ejercicio físico, ocio, salud mental positiva, prevención de hábitos tóxicos y exposición a agentes nocivos.”

El mundo de la farmacia es un mundo en continuo contacto con el paciente, tal y como recordó Venegas, por lo que, dentro de esta estrategia, también se establecen una serie de acciones en relación con el papel que el farmacéutico puede jugar en la enfermedad crónica. Estas actuaciones pasan desde la educación de la población en el uso de medicamentos hasta aspectos más farmacológicos, como crear un historial farmacoterapéutico único visible desde todos los ámbitos, para quienes trabajen vinculados a la terapia farmacológica y no farmacológica de los pacientes puedan aportar su conocimiento.

Cecilio Venegas durante las Jornadas
Cecilio Venegas durante las Jornadas

En este aspecto también se hizo hincapié durante las Jornadas, ya que, de existir esta herramienta, se evitaría que el paciente, al pasar por las distintas especialidades que comprenden su enfermedad, se fuera a casa con un sinfín de medicamentos, una situación con la que se debería lidiar lo antes posible, según reflejó Vicente Alonso, director general de Asistencia Sanitaria del SES.

Perseguir todos estos objetivos es una tarea fundamental para poder seguir un camino u otro en dirección de la mejora de la salud de los pacientes crónicos. Sin embargo, hay que tener en cuenta que no son entes ajenos al problema y, por ello, los profesionales sanitarios, y en concreto los farmacéuticos, deben aceptar los principios de autonomía del paciente y la toma de decisiones compartidas, así como no culpabilizarle si decide no tomar la medicación o fortalecer la relación entre ambos… Principios incluidos en este documento y a tener en cuenta previa intervención para mejorar la adherencia. Esta intervención debe ser discutida y considerando los problemas y necesidades individuales de cada paciente.

Algunas de las acciones que ya están puestas en marcha en Extremadura están relacionadas con las TIC, como destacó Carmona. Por ejemplo, esta comunidad autónoma cuenta con el centro de salud online (se encuentra en sus fases iniciales), donde el paciente accede directamente a su prescripción terapéutica. Esto, unido a la telemedicina o al sistema de dosificación personalizada, comprende un gran abanico de oportunidades que se pueden integrar en un plan de adherencia. “Yo creo –detalló Carmona- que simplemente necesitamos ponernos con ello y conocer qué estamos dispuestos a desarrollar, cuáles son las herramientas en las que estamos más cómodos, incorporar al paciente en la toma de decisiones y, a partir de ahí, empezar a trabajar con la historia clínica electrónica”.

Datos de adherencia en Extremadura

Al final, todas estas acciones están planteadas sobre una realidad que afecta a todo el país, tanto que un 59,8 por ciento de la población española mayor de 15 años declaraba percibir una enfermedad crónica, según la Encuesta Europea de Salud (EES). En concreto, Extremadura se posicionaba como la cuarta comunidad autónoma con más prevalencia de enfermedades crónicas, después de País Vasco, Galicia y Castilla y León, siendo las causas más frecuentes la hipertensión (20,5%), la artrosis/artritis (19,6%), la alergia (15,6%) o la diabetes (7,4%).

A pesar de estos datos, el 52,3 por ciento de la población en Extremadura no es adherente a los tratamientos puestos por los profesionales, tal y como arroja el ‘Análisis Nacional de la Adherencia al Tratamiento en Patologías Crónicas’ del OAT, presentado por el doctor Fernando Mugarza, director técnico y coordinador del Comité Científico del OAT.

Fernando Mugarza durante las Jornadas
Fernando Mugarza durante las Jornadas

Si se habla de patologías concretas, la tasa de adherencia más elevada se da en diabetes (55%), enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) (52,94%) e hipertensión (46,1%). Al otro de lado de estos resultados se encuentra el asma, pues en el estudio se detectó que un 71,43 por ciento de los extremeños no era adherente a su tratamiento en relación con esta patología, un dato “dolorosamente malo” en palabras de la doctora Pilar de Lucas, vocal del Comité Científico del OAT. “Como neumóloga solo puedo sentirme muy preocupada, pero esto también significa que hay muchas opciones de mejora”, concretó de Lucas.

Otro de los datos que llama la atención está relacionado con la retirada de medicamentos en la farmacia, pues es cierto que un 63,2 por ciento sí lo hace, pero el 36,8 por ciento restante no. La razón: “todavía tengo en casa” (82,5%). Tal y como explicó el doctor Mugarza, este hecho se debe a que el paciente no se toma todas las dosis, porque, por ejemplo, si se encuentra bien, deja de tomarlo; o por los efectos adversos, ya que se empieza a asustar y decide abandonar el medicamento.

“Como neumóloga solo puedo sentirme muy preocupada, pero esto también significa que hay muchas opciones de mejora”

Ceciliano Franco y Jesús Díaz, director general del OAT, durante la Jornada

En cuanto a la adherencia al tratamiento no farmacológico (a los hábitos saludables), los datos de Extremadura coinciden con el resto de comunidades autónomas, aunque algunos son ‘algo peores’ que la media nacional. Por ejemplo: el 27,74 por ciento de los pacientes crónicos extremeños se declararon fumadores (vs. 26,52% de la media nacional). Por otro lado, un 43,42 por ciento afirmó no realizar actividad física (vs. 45,7%) y un 60 por ciento dijo que no seguía ninguna dieta o régimen especial (vs. 63,76%).

Los datos que refleja el análisis del OAT sobre las diferentes CCAA y, en este caso, de Extremadura, sirven para poner sobre la mesa una realidad que está ahí y que cada vez va a ser más difícil afrontar si no se trabaja desde el primer momento, tal y como señaló Ceciliano Franco, director gerente del SES. “En base a los datos es un problema de primer orden, no solo por el coste de oportunidad y el dinero, sino porque dejamos de curar enfermedades, y eso es peligroso, y hasta indigno. Si asistimos a cifras de este cariz y asistimos con indiferencia y a nadie le provoca sorpresa es que algo estamos haciendo mal”.