Reducir el número de pastillas, clave para mejorar la adherencia del paciente cardiovascular

Un paciente con un evento cardiovascular puede pasar de no tomar medicación a tomar más de nueve pastillas diarias

Carlos Rodríguez

Las enfermedades cardiovasculares se han convertido en los países industrializados en enfermedades crónicas debido a una disminución en la mortalidad en los eventos agudos y a la mejora en la prevención secundaria. Pero, a su vez, esta situación de cronicidad ha convertido la falta de adherencia a los tratamientos en una verdadera epidemia del siglo XXI. Según el Análisis Nacional realizado por el OAT, el grado de adherencia a los tratamientos en pacientes con enfermedad cardíaca es del 57 por ciento. Los motivos son varios, entre ellos la polifarmacia. Reducir el número de pastillas es una de las claves para mejorar la adherencia a los tratamientos con los cuales se realiza la prevención secundaria en las enfermedades cardiovasculares.

Un paciente con un evento cardiovascular puede pasar de no tomar medicación a tomar más de nueve pastillas diarias… “Esta situación genera, junto con la mejoría del cuadro, una pérdida de referencia del paciente sobre la gravedad de su enfermedad, que le lleva en muchos casos al abandono de la medicación, incluso de aquella que presenta mayor importancia”, asegura Francisco José Sáez, vicepresidente de la Sociedad Española de Medicina General.

Un paciente con un evento cardiovascular puede pasar de no tomar medicación a tomar más de nueve pastillas diarias.

A finales de octubre, este experto condujo, en el marco del I Foro de Cronicidad SEGG-SEMG 2017, una mesa sobre adherencia terapéutica en pacientes crónicos. Los participantes hicieron énfasis en la que es una de las estrategias más utilizadas en la actualidad para hacer frente a la falta de adherencia: la simplificación del tratamiento. En el caso de los pacientes con enfermedad cardiaca, que principalmente abandonan la adherencia en los primeros meses tras el alta del evento agudo, la aportación de la polipíldora.

Milagros Pedreira, cardióloga del Centro Hospitalario Universitario de Santiago de Compostela (CHUS), recuerda que “varios estudios han demostrado que existe una correlación entre una pobre adherencia y un aumento de riesgo cardiovascular”, con las consiguientes hospitalizaciones y riesgo de defunción. Otros también han dejado patente que entre los pacientes más proclives a no ser adherentes están aquellos que toman más de 10 pastillas al día. Estos trabajos son la base de la polipíldora. Según datos del proyecto FOCUS, llevado a cabo por investigadores del CNIC, el uso de esta pastilla ha conseguido aumentar la adherencia a los tratamientos en un 10 por ciento.

Otras claves

No es la única clave para mejorar la adherencia del paciente cardiovascular. Para ello es preciso primero atender a las diferentes causas de un problema multifactorial. Eduardo Villacorta cita cuatro tipos de factores: relacionados con el paciente (problemas psicológicos y deterioro cognitivo, además de la mencionada polifarmacia);  relacionados con la enfermedad (complejidad del tratamiento; enfermedad asintomática con sensación de falta de beneficio inmediato en tratamiento de larga duración); relacionados con el médico (planificación inadecuada del seguimiento y mala continuidad en la atención entre especializada y primaria) y relacionados con el sistema (disponibilidad/accesibilidad de los servicios; coste del tratamiento; soporte comunitario y soporte para la educación del paciente).

Según datos del proyecto FOCUS, el uso de la polipíldora cardiovascular ha conseguido aumentar la adherencia a los tratamientos en un 10 por ciento

¿En qué dirección habría que trabajar para impedir que los pacientes abandonen su tratamiento? Lo primero, según Francisco José Sáez, es “no culpabilizar al paciente” y explicarle en qué consiste su enfermedad, además de las distintas opciones terapéuticas y los riesgos y beneficios de las mismas. Igual de importante es que el paciente dé a conocer sus expectativas sobre el tratamiento, de forma abierta, como paso previo a obtener un compromiso sobre el tratamiento. De forma más práctica es importante el apoyo al recuerdo de la pauta, con listas escritas o dispositivos tipo pastillero. “Lo más importante es establecer una relación de confianza como base para confirmar la adherencia”, subraya el vicepresidente de la SEMG.

Enfoques integrales para un problema multifactorial

Al tratarse de un problema multifactorial, los programas de mejora de la adherencia deberán adoptar, según Eduardo Villacorta, enfoques integrales: identificar pacientes potenciales no adherencia terapéutica; optimizar la comunicación a las características del paciente y adecuar el tratamiento a las características y preferencias del paciente; potenciar la educación sanitaria para lograr el “empoderamiento” del paciente y potenciar la figura del gestor de casos tanto en los centros de atención especializada, como primaria, para lograr una adecuada continuidad asistencial e implementar la educación del paciente, su monitorización y lograr una retroalimentación positiva.

Además de reducir el número de pastillas en la prevención secundaria, este especialista apuesta por potenciar las unidades de rehabilitación cardíaca para lograr un programa integral. “Estas Unidades -señala- no deberían estar únicamente en los centros de atención especializada, sino que debería transmitirse el modelo a atención primaria. Para ello debería haber una colaboración activa entre los ámbitos de atención médica, con material educativo común, con una línea de comunicación activa entre los dos ámbitos y apoyándose en tecnología de la información y la comunicación, por ejemplo, mediante aplicaciones de móviles)”.

Una de las mayores dificultades es cambiar el estilo de vida y adquirir nuevos hábitos saludables. Ahí entra en juego también el trabajo del equipo multidisciplinar. “En primer lugar debemos informar sobre el valor de los hábitos cardiosaludables, motivar a los pacientes con reuniones periódicas en grupo para actividades teóricas y prácticas y con terapias conductuales individuales para la supresión del tabaco y para mejorar y perpetuar la motivación”, asegura Milagros Pedreira. Los programas de Rehabilitación Cardiaca reúnen todos los requisitos para mejorar la salud cardiovascular utilizando múltiples estrategias. “Es un hecho contrastado -concluye esta experta- que la inclusión de pacientes en estos programas disminuye la mortalidad y el riesgo cardiovascular”.