Importancia de la relación médico-paciente en la adherencia terapéutica en los enfermos crónicos

La opinión de Patricio Martínez, presidente de honor de CESM

Desde principio del siglo XXI está presente en las agendas sanitarias el fenómeno denominado “Adherencia Terapéutica”. Constituye un importante problema de salud pública; las encuestas hablan de un 50 por ciento de incumplimientos del tratamiento en los enfermos. Como siempre, ante un problema importante aparecen intereses diversos, que complican no solo el ámbito del conocimiento del problema, sino hasta la definición del término. Así, se habla del Cumplimiento del Tratamiento (más utilizado por los médicos) y de la Adherencia Terapéutica (por otros agentes sanitarios y la industria farmacéutica).

Hablamos o definimos la Adherencia Terapéutica como la implicación activa y colaboración voluntaria del paciente en un curso de comportamientos aceptados de mutuo acuerdo con el fin de producir un resultado preventivo o terapéutico deseado. La OMS, en 2003, la define como el grado en que el comportamiento de una persona se corresponde con las recomendaciones acordadas de un prestador de asistencia sanitaria.

Anteriormente, en 1984, la OMS ya entendía la enfermedad como un proceso bio-psico-social, y pienso que al Cumplimiento del Tratamiento le podemos aplicar los factores bio-psico-sociales, los cuales van a determinar de forma positiva o negativa el cumplimiento o adherencia al tratamiento. La gravedad, la cronicidad de la enfermedad y los efectos secundarios del tratamiento son factores que afectan al cumplimiento del tratamiento.

La Relación Médico Paciente (R. M-P) es un factor importante en el cumplimiento por parte del paciente. Dese el principio de los tiempos se considera la R. M-P, como el encuentro de dos personas que se comunican entre sí, uno como la persona enferma y el otro como la persona capaz de prestar ayuda desde sus conocimientos técnicos y sus habilidades profesionales. Se trata de un modelo de relación humana que comenzó a practicarse desde los orígenes de la humanidad, poniendo de manifiesto el instinto de auxilio que de alguna forma alberga nuestra especie.

La confianza depositada en la ciencia médica y en el conocimiento del médico hacen que el binomio médico-paciente se establezca así como un auténtico diálogo entre el médico y el paciente, que debe culminar en el Consentimiento Informado o, aún mejor, en la Toma de Decisiones Compartidas. Es en el proceso comunicativo entre el médico y el paciente donde el paciente, libre, voluntario y tras recibir la suficiente información, toma de forma compartida con el médico decisiones oportunas sobre su enfermedad, estableciéndose así como persona que decide por ella misma sobre su cuerpo y su enfermedad. Esta toma de las decisiones compartidas es uno de los de los factores más importantes en el cumplimiento del tratamiento.