La influencia de las emociones en la adherencia al tratamiento

La opinión de Fátima Castaño, psicóloga de la salud y psicooncóloga. Quálita Psicología

Fátima Castaño es psico-oncóloga en la Fundación Tejerina y en la Asociación Española de Afectados por el Cáncer de Pulmón (AEACaP), entidad que colaboró en el desarrollo del informe ‘Cáncer de pulmón. Retos y necesidades del paciente y su entorno’, el cual recoge diferentes necesidades no cubiertas de pacientes, cuidadores y familiares y analiza posibles acciones para hacerles frente y mejorar la calidad de vida de las personas afectadas. El informe sintetiza en 13 desafíos los aspectos que afrontan los pacientes y su entorno al ser diagnosticados e incluyen desde la comprensión de la propia enfermedad hasta los cambios físicos o psicológicos.

El diagnóstico de una enfermedad crónica tiene grandes implicaciones en la vida de las personas. Con la llegada de la enfermedad, se inicia una etapa en la que revisiones médicas, pautas de tratamiento, efectos de la patología, consecuencias de los fármacos, nuevos hábitos de vida, … serán los compañeros de viaje de los pacientes y de sus familiares.

Estos cambios, suceden en todas las esferas de la vida de las personas e indudablemente van acompañados de emociones como el miedo, la tristeza, la incertidumbre, la soledad, … que, en muchos momentos, pueden tornarse intensas y difíciles de manejar.

Tras el diagnóstico, los profesionales, con la lección bien aprendida, nos afanamos por ofrecer a los pacientes recursos, información, herramientas; y los pacientes y sus familiares, en la medida de sus posibilidades, se esfuerzan por adaptarse a los cambios que conlleva su nueva realidad. Cambios, que no siempre es fácil incorporar en las rutinas diarias.

“Los pacientes y sus familiares, en la medida de sus posibilidades, se esfuerzan por adaptarse a los cambios que conlleva su nueva realidad”

Bien es sabido, que el concepto de adherencia al tratamiento se refiere no solo al cumplimiento del programa farmacológico prescrito, sino también a la pauta de hábitos de vida o de cuidados, para lograr la máxima eficacia de los mismos.

Para incorporar estas pautas o hábitos los pacientes deben ser conocedores del beneficio que tendrá para su enfermedad o su calidad de vida y deben percibir que son capaces de poder incorporarlos. El paciente debe encontrarle el sentido al cambio y el valor al esfuerzo necesario para hacerlo.

Por este motivo, las emociones y las creencias en salud de los pacientes juegan un importante papel. Un bajo estado emocional, una baja autoestima o una baja percepción de eficacia influyen de forma directa en la forma en la que los pacientes incorporan estos cambios. Si sienten que no capaces de implementarlos o que no merece la pena, los esfuerzos de los profesionales serán infructuosos.

Creencias erróneas de los pacientes sobre su salud o las estrategias adecuadas para mejorarla podrán dificultar en gran medida que se adhieran a las pautas de forma adecuada.

Otros aspectos que pueden influir en la adherencia son la presencia de apoyos familiares o sociales, un buen ajuste emocional previo, una buena comprensión de la enfermedad y del funcionamiento de sus tratamientos, una comunicación fluida con su equipo sanitario, así como  un buen manejo de los efectos secundarios.

En definitiva, queda patente que la adherencia es un concepto multifactorial que puede verse modulado por numerosos factores.

Se abre aquí, entonces, la necesidad de realizar una buena evaluación por parte de los profesionales sanitarios de la capacidad de sus pacientes para adherirse a los tratamientos y esto, conlleva, valorar su esto emocional, sus circunstancias sociales, el grado de comprensión de su enfermedad, sus tratamientos y sus consecuencias, y una vez sabido esto, de su deseo de llevar el tratamiento y su motivación para incorporar el cambio en sus vidas.

“Conlleva valorar su esto emocional, sus circunstancias sociales, el grado de comprensión de su enfermedad, sus tratamientos y sus consecuencias”

Desmontar falsas creencias, detectar las dificultades cotidianas, incorporar los cambios de forma progresiva y establecer los objetivos de forma conjunta con el paciente siempre será de ayuda para lograr aumentar la percepción de autoeficacia y disminuir frustración ante la no consecución de objetivos.

En conclusión, trabajar la adherencia al tratamiento significa atender a la globalidad de la persona en todas sus esferas con el fin de lograr el mayor porcentaje de éxito.

Referencias Bibliográficas

Lo que debes saber sobre la Adherencia al Tratamiento. Coordinación Olatz Ibarra y Ramón Morilla. SEFH. 2017

Tatiana Dilaa, Amparo et al.  Adherencia y persistencia terapéutica: causas, consecuencias y estrategias de mejora.  Universidad Jaime I 2009

Sánchez-Cruz, Juan F. , et al. Estrés y depresión asociados a la no adherencia al tratamiento en pacientes con Diabetes Mellitus tipo 2.   Atención Familiar. Volumen 23, Issue 2, April–June 2016, Pages 43-47

Sheri A. Nsamenang (a1) and Jameson K. Hirsch (a1) Positive psychological determinants of treatment adherence among primary care patients. Primary Health care and developements. Volume 16, Issue 4. pp. 398-406