Enfermeras gestoras abogan por potenciar la humanización y profesionalización de los cuidados

Además de hacer balance de las decisiones tomadas y de las actuaciones llevadas a cabo

Redacción

Son muchos los profesionales sanitarios que se implicaron en primera línea durante los días más duros de la crisis del coronavirus COVID-19 para, entre otras cosas, garantizar los cuidados y la asistencia de calidad a todos los pacientes, minimizando el coste humano, social y económico. En este sentido, las enfermeras gestoras jugaron un papel clave y así lo expusieron durante el webinar ‘El papel de las enfermeras gestoras durante la COVID-19’, organizado por la Asociación Nacional de Directivos de Enfermería (ANDE). En el desarrollo de este seminario web, varias expertas vocales de ANDE, además de hacer un balance de las decisiones tomadas y de las actuaciones llevadas a cabo desde sus respectivos ámbitos, abogaron por potenciar la humanización y la profesionalización de los cuidados.

Una de ellas fue Araceli Tejedor, ex subdirectora de Enfermería del Hospital Río Hortega de Valladolid y vocal de ANDE por Castilla y León, quien resaltaba los niveles de compromiso y voluntariedad vistos durante aquellos días tan “difíciles y duros”: “Hemos contribuido a doblegar la curva gracias a nuestra capacidad de adaptación para trabajar en un entorno nuevo e imprevisible, nuestra facilidad para trabajar en equipos multidisciplinares, pero, además, hemos demostrado valores determinantes como el apoyo y la cercanía, como profesionales y como personas”.

“Hemos demostrado valores determinantes como el apoyo y la cercanía,

como profesionales y como personas”

En esta misma línea se mostraba María Jesús Pérez Taboada, directora de enfermería en el Área Sanitaria de Lugo, A Mariña y Monforte y vocal de ANDE en Galicia: “Las enfermeras nos dedicamos a cuidar y nadie lo va a hacer mejor que nosotras. Durante estas semanas hemos demostrado, una vez más, nuestro compromiso y capacidad de reinvertarnos. De hecho, ahora mismo somos el referente de tranquilidad de las familias y el imprescindible colchón asistencial que necesitan para alcanzar la normalidad. Saben que cuentan con respaldo y ayuda clínica, pero también humana”.

En cuanto a la profesionalización de los cuidados, Mercedes Ferro, vicepresidenta 1ª de ANDE y enfermera jubilada nombrada como directora provisional de una residencia para personas mayores, contaba su experiencia en este centro sociosanitario, en el que el 70 por ciento de los trabajadores no estaban cualificados en cuidados.

“El modelo sociosanitario tiene que cambiar. El modelo ideal en estos centros sería que hubiera una enfermera gestora a cargo de esa gestión. Este perfil profesional demuestra cada día habilidades muy necesarias en los lugares de vida de personas mayores, como es saber trabajar en equipo, tener una visión global de las organizaciones sanitarias y sociales, abordar el cuidado desde el máximo respeto a las necesidades de las personas y a sus proyectos de vida y por último ser expertas en gestión de situaciones muy diferentes incluso cuando los recursos son muy limitados”, señalaba Ferro.

“El modelo ideal en estos centros sería que hubiera

una enfermera gestora a cargo de esa gestión”

Con ella coincidía María Andión Goñi, vocal de ANDE y directora de Enfermería del Hospital Universitario 12 de Octubre: “Nuestra capacidad de respuesta ha quedado patente. De hecho, aunque se ha priorizado el valor de la vida, no hemos olvidado dar calidez a nuestros pacientes. Pero debemos seguir trabajando para que los cuidados profesionalizados sean un valor reconocido en la sociedad y para que los centros sociosanitarios estén dirigidos por enfermeras porque tienen el conocimiento y la formación para ello”.

Experiencias en gestión: Desde Atención Primaria hasta un hospital de campaña

Cada una de las ponentes expuso también su experiencia durante esos días desde su ámbito asistencial. En Atención Primaria, Pérez Taboada comentaba lo siguiente: “La enfermera gestora de Atención Primaria ha tenido un papel fundamental tanto con los pacientes con COVID-19 como con el resto de pacientes que seguía ahí, como es el caso de los pacientes crónicos y los pacientes con problemas urgentes. Hemos redoblado y multiplicado la labor de vigilancia y acompañamiento asistencial, funciones que son el eje de nuestros cuidados en una situación normal; pero, además, hemos participado en decisiones que han sido de gran ayuda: la coordinación con el hospital, lo que permitió rapidez de actuación; la creación de un centro de atención al profesional; y la apuesta por la teleasistencia”, detallaba.

Por su parte, Andión Goñi, explicaba la experiencia desde el Hospital 12 de Octubre. “Con los primeros casos de pacientes, se creó un Comité de Seguimiento con reuniones diarias y se desarrolló un Plan de Contingencia para adaptar los distintos dispositivos a la evolución de las necesidades asistenciales generadas por la pandemia”.

“Las nuevas necesidades de recursos humanos generados por la pandemia -añadía- se han solventado reorganizando las plantillas en tiempo récord con los profesionales existentes y con nuevas contrataciones, reordenándolos en función de sus perfiles profesionales, creando equipos multiprofesionales, y realizando formaciones exprés junto con profesionales expertos, fundamentalmente en el ámbito de los servicios críticos. Esta reorganización no hubiera sido posible sin la participación de todos: desde los equipos de limpieza, suministros, ingeniería, equipos asistenciales y por supuesto, nuestras enfermeras gestoras, que en muy poco tiempo, han hecho posible la adaptación del hospital, siendo a su vez referentes y apoyo emocional de sus colaboradores”.

“Las nuevas necesidades de recursos humanos generados por la pandemia se han solventado reorganizando las plantillas en tiempo récord con los profesionales existentes y con nuevas contrataciones”

En cuanto a los hospitales de campaña, instalados en diferentes puntos del país debido al aumento exponencial de la curva de contagios, Tejedor, directora de uno de estos hospitales, relataba las lecciones aprendidas: “En lo que respecta a la organización sanitaria, hemos aprendido lo necesario que es planificar y, en ese sentido, ya se está haciendo, adecuar la formación enfermera a estas nuevas necesidades emergentes que nos han venido”.