A través de la vida de una paciente
Redacción
El cáncer de ovario es el octavo cáncer más común en mujeres de todo el mundo y es de los más difíciles de diagnosticar, debido a la ausencia de síntomas específicos. De acuerdo con la Sociedad Española de Oncología Médica, a lo largo de 2020 se diagnosticarán en España más de 3.600 tumores de ovario. Con el objetivo de dar visibilidad a esta enfermedad, GSK ha impulsado el lanzamiento del documental ‘Palabras invisibles’ centrado en la vida de una paciente en la que cada circunstancia personal influye en la convivencia de esta con la enfermedad. La publicación de este se ha hecho coincidir en el Mes de los Cánceres Ginecológicos y, en concreto, en el marco del World GO Day, el Día Mundial de este tipo de tumores. El estreno de este documental va acompañado con un coloquio online moderado por la periodista América Valenzuela, en el que han participado el director del cortometraje, médicos y las propias pacientes, representadas por la Asociación de Afectadas por Cáncer de Ovario (ASACO).
En opinión de Charo Hierro, presidenta de ASACO, “proyectos como ‘Palabras invisibles’ son de gran importancia para dar visibilidad a esta enfermedad aún tan desconocida, ya que aportan la visión de pacientes que mantienen una muy buena calidad de vida, ayudan a difundir las necesidades que tenemos y son una fuente de fuerza para cualquier paciente”. Entre las necesidades de las pacientes, Hierro ha destacado el hecho de ser tratadas por un equipo médico multidisciplinar que pueda aportar los mejores avances en cirugía y tratamientos y una atención psicológica de calidad. También ha señalado que “el estar bien informada ayuda a las pacientes a afrontar su enfermedad con mayor seguridad y a mantener una buena calidad de vida”.
Entre las necesidades de las pacientes, Hierro ha destacado el hecho de ser tratadas por un equipo médico multidisciplinar que pueda aportar los mejores avances en cirugía y tratamientos y una atención psicológica de calidad
Por su parte, Ander Duque, director del documental, ha comentado que su intención era destacar, sobre todo, la fortaleza de las mujeres que lo protagonizan: “Quería provocar una reflexión sobre su dolor y sus miedos, pero con esperanza. Retratar ese proceso emocional en el que una mujer se enfrenta al trance de esa enfermedad como un proceso vital, y se convierte, sin quererlo, en ejemplo de vida”.
“Nos hemos centrado en las mujeres, en sus estadios emocionales durante las diferentes fases de su enfermedad y he tenido total libertad para retratar lo que, como cineasta, consideraba trascendental. He intentado componer un documental que tenga un interés general, no solo a las afectadas o sus familiares”, ha subrayado Duque.
La sesión también ha contado con la participación de Mireia Cabero, psicóloga , quien se refiere a la utilidad que puede tener la escritura emocional, muy relacionado con la temática del documental, para mejorar el bienestar de las pacientes en términos anímicos. “La escritura emocional nos obliga a poner palabras a nuestros pensamientos y emociones; a ordenarlos entre ellos y dotarlos de causa, efecto y sentido”, ha apuntado. Esto, según ha añadido, “nos conduce a buscar una solución, una respuesta, un cambio; ya que activa nuestra necesidad de gestionar nuestra interioridad y nuestras emociones”.
En definitiva, “la escritura emocional es una herramienta para la conciencia personal, la gestión de nuestra emocionalidad y aporta bienestar”, pero, para que sea útil, “hay que acercarse a ella desde las ganas de explorarnos interiormente”, ha detallado la psicóloga.
Detección precoz
Uno de los principales retos asociados a esta enfermedad es el de la detección precoz, que pasa necesariamente por la identificación de los síntomas y signos iniciales de la enfermedad que suelen ser dolor abdominal, lumbar y pélvico; hinchazón abdominal y necesidad urgente o frecuente de orinar. Sin embargo, según ha explicado el doctor Lucas Minig, ginecólogo oncólogo especialista en cirugía ginecológica y profesor universitario de ginecología en la Universidad Ceu Cardenal Herrera (Valencia), “el hecho de tratarse de un tumor en un órgano interno y el rápido periodo en el que se desarrolla la enfermedad no nos da lugar para llegar a tiempo en etapas muy iniciales”.
Los síntomas y signos iniciales de la enfermedad suelen ser dolor abdominal, lumbar y pélvico; hinchazón abdominal y necesidad urgente o frecuente de orinar
El doctor Minig ha añadido que actualmente se están desarrollando numerosas investigaciones, destinadas a encontrar biomarcadores circulantes en sangre que estén presentes cuando el cáncer de ovario aún no se ha desarrollado: “Esperemos encontrar una buena herramienta en los próximos años”. Entretanto, este especialista ha destacado “la importancia que tiene que las pacientes sean operadas por ginecólogos oncólogos adecuadamente entrenados para mejorar significativamente la supervivencia y poder, potencialmente, curarse del cáncer de ovario”.
Por su parte, la doctora Ana Santaballa, especialista en Oncología médica en el Hospital Universitari i Politècnic La Fe de Valencia, ha resaltado que los ensayos clínicos son fundamentales para el avance en supervivencia en cáncer de ovario: “Gracias a la participación de cientos de mujeres en el mundo hemos conseguido la aprobación de muchos fármacos en los últimos años que han cambiado la historia natural de la enfermedad y mejorar la supervivencia”. Además, esta especialista ha apuntado también el incremento en el conocimiento de la biología tumoral de la enfermedad, “clave para la identificación de nuevas dianas terapéuticas que permitan la personalización de los tratamientos”.
La doctora Santaballa también ha llamado la atención sobre la detección precoz de la enfermedad, “prestando atención a síntomas o signos, a veces muy inespecíficos, como el dolor o la distensión abdominal, sensación de saciedad o urgencia al orinar”.
