El incumplimiento de los pacientes a los corticoides inhalados es del 65,2 por ciento

La empatía en la relación médico-paciente y el uso de las nuevas tecnologías y de dispositivos de fácil manejo y aplicación, claves en la adherencia en asma

Carlos Rodríguez

Las guías de práctica clínica, además de homogeneizar los tratamientos, tienen el paradigma de alcanzar el control de la enfermedad asmática, puesto que aparentemente disponemos de los mejores medicamentos para lograrlo. Sin embargo, los estudios epidemiológicos demuestran la existencia de una gran cantidad de sujetos con enfermedad asmática que no están controlados. La mayoría de las veces, esta singularidad se achaca a la falta de adherencia a los tratamientos, dentro de otras causas menos generales, como la propia manifestación de la enfermedad o el tratamiento inadecuado porque los propios profesionales en ocasiones no siguen las recomendaciones de las guías de práctica clínica.

Según Carlos Melero, investigador consultor del Instituto de Investigación (i+12) del hospital Universitario 12 de Octubre y Local Medical Expert de GSK, el asma en general tiene el mismo grado de incumplimiento que el resto de patologías crónicas. Se sitúa entre un 40 y un 70 por ciento de manera general. “Hay incumplimiento a los corticoides sistémicos en aquellos pacientes más graves que necesitan corticoterapia prolongada; hay incumplimiento a la combinación de esteroides inhalados con un broncodilatador de larga duración, pero lo más relevante es que el incumplimiento a los corticoides inhalados, que es el antiinflamatorio y la línea base del tratamiento del asma, está en un incumplimiento del 65,2 por ciento”, aseguró Melero durante las VI Jornadas Nacionales de Adherencia al Tratamiento.

Esto tiene sus consecuencias. En primer lugar, la falta de adherencia en enfermedad asmática está relacionada con un aumento de las consultas extrahospitalarias, tanto en medicina general como en especializada y con un mayor número de visitas a urgencias. Muy unido a ello está un incremento de los costes. En España, el asma absorbe prácticamente el 2% de los recursos que se dedica a Sanidad, y el coste del mal control del asma oscila, según los datos aportados por este experto, entre los 959 euros para el asma intermitente y los 2.635 euros para el asma grave.

Trajes a medida

Creencias, actitudes, género, componentes sociales, educacionales… Encontrar los determinantes que hacen que un sujeto cumpla adecuadamente o no los tratamientos prescritos es un problema complejo y cuyo abordaje requiere, según Melero, “un traje a medida para cada persona”. En el caso del asma, una de las causas más importantes de la pobre adherencia tiene que ver con las dificultades de los regímenes terapéuticos. “Aquí no son comprimidos. Nos juntamos con otro problema: el de la medicación inhalada, que lleva a que un sujeto con una mala técnica sea tan adherente como el que no la hace”, indicó Melero.

En el caso del asma, una de las causas más importantes de la pobre adherencia tiene que ver con las dificultades de los regímenes terapéuticos

Aumentar la adherencia de la medicación inhalada pasa, en primer lugar, por cuantificarla y medirla de forma periódica, bien a través de métodos directos o indirectos. Más allá, se han publicado muchos trabajos que ahondan en varias de las técnicas existentes en la actualidad para conseguir ese objetivo: uso de internet, llamadas o mensajes telefónicos o la entrevista motivacional dentro de la relación médico-paciente.

Un ejemplo de lo que se está haciendo en relación a nuevos métodos para calcular la adherencia es el estudio INCA, que mide acústicamente si el flujo inspiratorio del paciente es el adecuado y cataloga los errores detectados. Según sus resultados, sólo el 20 por ciento de los pacientes toman correctamente la medicación y tienen una buena técnica. “Adherencia y técnica inhalatoria están unidas y hay que verificar en la consulta que el sujeto realiza bien la inhalación”, apuntó Melero.

En base a estos datos, compañías como GSK están poniendo en el mercado dispositivos que, además de facilitar la fecha de inhalación, permiten acoplar diversos dispositivos de fácil manejo y aplicación con el objetivo de intentar aumentar la adherencia al tratamiento.

Otro factor importante tiene que ver con la empatía en la relación médico-paciente y la entrevista motivacional. “Quizá desde este punto de vista lo que haya que mirar es que no solo necesitamos informar al paciente, sino que los propios profesionales necesitamos una formación sobre cómo debemos abordar la relación con el paciente desde un punto de vista empático”, comentó Melero. Precisamente otros trabajos apuntan a que, cuando los profesionales invierten tiempo en este aprendizaje, su percepción sobre la adherencia cambia significativamente, lo que puede llevar a incrementar de manera objetiva la adherencia del paciente.

Hay que controlar todos los factores que puedan intervenir en la adherencia, cuantificarla, medirla, ver qué podemos hacer, identificando el tipo de pacientes y motivando la relación médico-paciente e intentando ser simples en cuanto a la prescripción y facilitando las cuestiones técnicas que haya”, concluyó este experto.