Pérez-Jover V, Sala-González M, Guilabert M, Mira JJ. Mobile Apps for Increasing Treatment Adherence: Systematic Review. J Med Internet Res 2019; 21(6):e12505. DOI: 10.2196/12505. [https://www.jmir.org/2019/6/e12505]
Revisión realizada por el doctor Ismael Ortuño Soriano,
vocal del Comité Científico del Grupo OAT y supervisor del Área de Procesos e Investigación de Enfermería en el Hospital Clínico San Carlos
“Casi el 90 por ciento de la población mundial podría beneficiarse de las oportunidades que ofrecen las tecnologías móviles, y con un coste relativamente bajo”. Esta consideración está hecha por la Organización Mundial de la Salud, ante la irrupción que, cada vez más, tiene la mHealth a nivel global, es decir, la práctica de la medicina y la salud pública soportada por dispositivos móviles como teléfonos, aparatos de monitorización de pacientes, asistentes personales digitales y otros dispositivos inalámbricos.
En el sentido de lo anterior, el propio Institute for Healthcare Informatics, ya en 2014, contabilizaba en 40.000 las apps de salud y medicina que se pueden descargar con sistema operativo iOs y 97.000 sumando todas las tiendas de aplicaciones móviles. Constituyen la tercera categoría con mayor crecimiento, sólo después de juegos y utilidades, y se esperaba que su presencia creciera un 23 por ciento anual en los próximos cinco años, en base a las estimaciones realizadas por Deloitte en su estudio mHealth in an mWorld: How mobile technology is transforming health care.
En base al informe que en 2012 manejaba Price Waterhouse Coopers (PwC), Touching lives through Mobile Health, se estimaba que en 2017 las herramientas para monitorizar las enfermedades crónicas supondrían el 65 por ciento del mercado global de la mHealth, siendo la diabetes el área terapéutica con mayor potencial de negocio, seguida por las enfermedades cardiovasculares.
“Las herramientas para monitorizar las enfermedades crónicas supondrían el 65 por ciento del mercado global de la mHealth”
Ante tales cifras mencionadas en los últimos años, es preciso abundar en estudios que pongan en valor la utilidad, efectividad, eficacia y eficiencia de las aplicaciones móviles en el ámbito de la mHealth pues, aunque son muchos los desarrollos tecnológicos en este sentido, no son tan abundantes las investigaciones que aúnan evidencia, positiva y/o negativa, en cuanto al uso de las precitadas tecnologías.
En este sentido, se trae a colación una revisión sistemática publicada recientemente por miembros del Departamento de Psicología de la Universidad Miguel Hernández de Elche. Particularmente, los profesores Virtudes Pérez-Jover, Marina Sala-González, Mercedes Guilabert y José Joaquín Mira, quienes en un artículo publicado en Journal of Medical Internet Research –Mobile Apps for Increasing Treatment Adherence: Systematic Review-, tratan de dar una respuesta a lo planteado anteriormente.
Particularmente, los autores elaboran una revisión sistemática del período comprendido entre 2000 y 2017, seleccionando un total de onces estudios de 220 inicialmente considerados.
En 7 de los 11 estudios analizados, se diseñó y evaluó una aplicación móvil, mientras que 4 estudios evaluaron aplicaciones diseñadas con anterioridad. Además, 7 estudios evaluaron la utilidad percibida y la adherencia al tratamiento al usar una aplicación móvil. Por otra parte, 4 estudios evaluaron la utilidad percibida pero no evaluaron la adherencia. Uno de los trabajos analizados, además de evaluar la viabilidad y aceptación de la aplicación móvil, comparó la intervención de 4 grupos: aplicación móvil con recordatorio, aplicación móvil sin recordatorio, pastillero electrónico con recordatorio y pastillero electrónico sin recordatorio. El objetivo de otro estudio fue evaluar la aplicación móvil diseñada especialmente y comparar las respuestas entre personas mayores y menores de 55 años. Finalmente, otro estudio más comparó la facilidad de uso y la utilidad de varias aplicaciones móviles encontradas para administrar medicamentos.
La mayoría de las aplicaciones analizadas en la revisión publicada estaban relacionadas con patologías concretas como asma, insuficiencia cardíaca, hipertensión y SIDA. Otras de las aplicaciones restantes no se enfocaron en una enfermedad específica, pues incluían pacientes pluripatológicos o receptores de trasplantes sólidos.
Algunos de los hallazgos más relevantes de la revisión sistemática consideran lo siguiente:
- Las aplicaciones móviles ayudan a promover la adherencia al tratamiento. No obstante, parece evidenciarse un efecto de adaptación que pudiera tener un efecto negativo sobre la adherencia, por ejemplo, después de más de 12 o 18 meses de uso de estas aplicaciones.
- La mayoría de los pacientes declararon que las aplicaciones móviles que habían utilizado eran fáciles de usar y útiles y que, además, estaban satisfechos con su facilidad de uso, navegación y características. Los estudios analizados muestran que las personas mayores de 60 años no encuentran dificultades al usar estas aplicaciones y que, por lo tanto, no existen barreras debido a la edad. No obstante, en estos casos cabe señalar que las aplicaciones se diseñaron teniendo en cuenta las características intrínsecas de la población objetivo, como el tamaño de las letras o las imágenes.
- Aunque el nivel de conocimiento sobre las enfermedades o sus tratamientos no se controló en los estudios realizados, se podría esperar que el uso de estas aplicaciones contribuya a un mayor conocimiento sobre la enfermedad y los medicamentos que se toman todos los días.
- Otras funciones valoradas positivamente por los usuarios fueron los recordatorios sobre cómo llevar un estilo de vida saludable o recordatorios sobre cómo asistir a las citas con los médicos.
Esta revisión muestra, por lo tanto, que las aplicaciones móviles son efectivas para promover la adherencia al tratamiento y que contribuyen a la seguridad del paciente al evitar errores en la administración de sus tratamientos. Los autores consideran que, debido a esto, los profesionales de la salud deben promover su uso recomendando que sus pacientes los descarguen y luego vigilen cómo se usan estas aplicaciones, ya que simplemente descargarlas no garantiza su uso completo.
“Las aplicaciones móviles son efectivas para promover la adherencia al tratamiento y que contribuyen a la seguridad del paciente al evitar errores en la administración de sus tratamientos”
En conclusión, las aplicaciones móviles parecen evitar el olvido de los medicamentos y la administración incorrecta y, por lo tanto, contribuyen a la seguridad del paciente. En el futuro, estas aplicaciones deberían incluir la personalización de las condiciones personales y la posología de la medicación que toma el paciente.