Los andaluces son adherentes a los tratamientos en un 51,7 por ciento

Los Programas de Adherencia al Tratamiento deben estar avalados por las Consejerías de Salud

Laura Chivato Isabel

La falta de adherencia a los tratamientos es un problema común en toda España y muestra de ello es que, por ejemplo, en Andalucía tan solo el 51,7 por ciento de los pacientes crónicos son adherentes a los tratamientos, un porcentaje muy similar al de la media nacional, situado en 51,6 por ciento, según el Análisis Nacional de Adherencia al Tratamiento en Patologías Crónicas del Grupo OAT. Estos datos se presentaron el pasado 19 de junio en el Hospital Universitario Virgen Macarena (HUVM) en una jornada organizada por el Grupo OAT con la colaboración de la Consejería de Salud y Familias de la Junta de Andalucía y el patrocinio de Amgen, Astellas Pharma y Pfizer.

Décimas arriba, décimas abajo, estos porcentajes reflejan la gran problemática que supone el incumplimiento terapéutico, que además de tener consecuencias clínicas, también supone un incremento en el gasto sanitario.

De izq a dcha: Celia Fernández y Jesús Aguirre. Foto: HUVM.

En este sentido, Jesús Aguirre, consejero de Salud y Familias, indicaba que el abordaje de la falta de adherencia al tratamiento es una de las líneas prioritarias de trabajo de la Consejería: “lo planteamos así ya que, por un lado, esta provoca que no se cumplan las expectativas del paciente que lleva aparejado la toma de sus medicamentos, luego perjudica seriamente la salud; y por otro, si los medicamentos que se prescriben no son tomados, se incrementan los costes”.

Esta afirmación se ve reflejada en el Análisis Nacional del OAT, pues de los participantes en Andalucía, por ejemplo, el 61,2 por ciento padecía hipertensión (HTA) y, sin embargo, tan solo el 52,4 por ciento de estos era adherente a los tratamientos, tal y como detalló la doctora Carmen Valdés, vocal del Comité Científico del Grupo OAT. En esta comunidad autónoma, por encima de la HTA se encontraba la enfermedad cardiaca, con una adherencia del 57,8 por ciento; otras patologías como diabetes (49,8%) o colesterol (49,2%) estaban cerca de la media. Por el contrario, los porcentajes más altos de incumplimiento se situaban en osteoporosis, en la que tan solo había un 46 por ciento de pacientes adherentes, EPOC (46,3%), enfermedad reumática (46,8%) y depresión (47,5%).


El Análisis Nacional del OAT ha sido realizado en 132 oficinas de farmacia repartidas por todo el territorio del estado a 6.150 pacientes en 12 problemas crónicos y ha analizado 38 variables, lo que permite obtener información más específica y relevante sobre los perfiles de pacientes no adherentes por patología.


Carmen Valdés durante su intervención

“En cuanto a los motivos de la falta de adherencia, el olvido de la toma fue uno de los mencionados en un 29,9 por ciento de los encuestados. Además, el 21,1 por ciento contestó que abandona la medicación si empeora y un 18,8 por ciento lo hace por mejoría. Igualmente, otra de las razones fue no cumplir el horario en el 14,8 por ciento de los casos”, subrayó la doctora Valdés.

“Otro dato relevante -añadía esta experta- es que las personas que son más cuidadosas con su salud, y por lo tanto siguen ciertos hábitos saludables, muestran un comportamiento más cumplidor. Tanto es así que aquellos que realizan actividad física son adherentes en un 64,8 por ciento; lo mismo ocurre con los no fumadores, adherentes en un 53,8 por ciento; y quienes siguen dieta, pues el porcentaje de cumplidores en esta comunidad es del 55,3 por ciento”.

Más información

Un aspecto importante para un buen control de la enfermedad, y por lo tanto para conseguir ser adherente, es la información. En este sentido, en la encuesta se reflejó que un 41 por ciento de los andaluces deseaba más información sobre su enfermedad y tratamiento, un dato muy en sintonía con la media nacional (44%). ¿En dónde la buscan? Si esta es sobre la enfermedad, en la consulta con el médico, en la farmacia, en la consulta con enfermería y en Internet; si es sobre el tratamiento, primero en la farmacia, en la consulta del médico, en el prospecto y, por último, en la consulta de enfermería.

“Es decir, que algo estamos haciendo mal desde Medicina y Enfermería por lo menos cuando queremos trasmitir y cuando el paciente sale por la puerta de la consulta y no le ha quedado claro cómo debe tomar el tratamiento y de qué manera, y eso lo pregunta en la oficina de farmacia”, apuntaba la doctora Valdés.

Con ella coincidía la doctora Celia Fernández, directora médico del HUVM, quien comentaba que, a pesar de que la adherencia al tratamiento es un asunto que implica a todos los agentes, los profesionales sanitarios todavía tienen mucho por hacer: “en nuestras consultas todavía nos falta pensar en esta parte de la asistencia, pues diagnosticamos al paciente, encontramos su tratamiento, pero realmente no nos ocupa mucho si este es adherente. Hay muchas estrategias para conseguir el cumplimiento, pero la primera pasa porque el personal sanitario tomemos conciencia”.

¿Hay necesidad de desarrollar un programa de adherencia?

De izq a dcha: Celia Fernández, Jesús Aguirre y José Luis Casteig. Foto: HUVM.

Con todo, la teoría en cuanto a la falta de adherencia parece tenerse más o menos clara, incluso los datos están encima de la mesa, lo que no hace dudar a los diferentes expertos de si realmente es necesario ‘pasar a la acción’. En opinión de José Luis Casteig, presidente del Grupo OAT, la información ya está en el punto de mira y, por tanto, sería buen momento para pensar en soluciones.

“El objetivo fundamental no es que estemos concienciados, pues ya es aceptado que la adherencia es un problema de salud pública, sino que empecemos a ver posibles soluciones, posibles opciones de trabajo, de actividad entre todos, y de manera multidisciplinar para mejorar este problema que afecta tanto a la salud como a los costes sanitarios”, explicaba Casteig.

Por ello, durante la jornada también se lanzó la siguiente pregunta: “¿hay necesidad de desarrollar un programa de adherencia?” El doctor Emilio Márquez, médico especialista en Medicina Familiar y Comunitaria en la Unidad de Gestión Clínica del Centro de Salud Molina de la Vega (Huelva), señalaba que no solamente estaba claro por qué hay que desarrollar este tipo de programas, sino que los propios profesionales sanitarios son conscientes de que existe un algoritmo para la medición del cumplimiento terapéutico: “hay múltiples estudios en España que han demostrado que es necesario tratar a pocos pacientes con esa intervención para evitar un caso de incumplimiento”.

El doctor Márquez detallaba así varios estudios en los que se han demostrado diversos aspectos que ponen de relieve la necesidad de desarrollar un Programa de Adherencia.

En esta línea, el estudio Cumple (2012) se desarrolló utilizando como método de medida un monitor electrónico de control de la medicación con el que se introducen las pastillas del paciente y a través de un tapón con un microchip se registra la hora y el día en el que se abre el bote. Los resultados fueron que el 26 por ciento de los que utilizaban este monitor eran incumplidores, pero, además, cuando se les prescribía una pastilla diaria, este porcentaje pasaba al 47,2 por ciento, y cuando el profesional sanitario le recomendaba un horario concreto para la toma, el dato ascendía a un 53 por ciento de incumplimiento, demostrando que los pacientes, no solo tienen dificultades para tomar la pastilla todos los días, sino para tomarla en el horario que se recomiende.

“El estudio CUMPLE se realizó en pacientes con alto riesgo vascular y otro de los aspectos que observamos es que en aquellos pacientes que tomaban más de 2 antihipertensivos, la adherencia era de un 30 por ciento; si tomaban 2, esta se situaba entre el 55-60 por ciento; y si se tomaban 1, estaba entre el 60-70 por ciento. Es decir que, a mayor número de comprimidos, aumentaba la dificultad de cumplir con el tratamiento”, resaltaba el doctor.

Emilio Márquez durante su intervención

Otro de las cuestiones importantes es cuándo se toma el tratamiento el paciente. En este sentido, en este estudio IHANCU se observó que, si el paciente tomaba dos pastillas por la mañana o una por la mañana y otra por la noche, cuando se tomaba las dos pastillas juntas era favorable respecto a una; y si se la tomaba por la mañana respecto a por la tarde, era también más favorable. “Este y diferentes estudios demuestran -según el doctor Márquez- que el paciente tiene que tomarse la medicación en el mismo momento. Si tiene prescritos siete medicamentos, mejor que tome todos juntos y no a lo largo del día”.

“Con todos estos datos, está claro que poner en marcha un Programa de Adherencia sería relevante. Algunas de las claves que se deberían tener en cuenta son que lo primero y fundamental es que esté avalado por la Consejería de Salud que toque, por los directivos de Atención Primaria y Hospitales, y tiene que haber una participación contundente y clara de los médicos, de los enfermeros, de las farmacias comunitarias y de las asociaciones de pacientes”, concluía este especialista.

“También es necesario -añadía- que aparezca en la historia clínica si el paciente es adherente o no a la medicación -un farmacéutico tiene que tener accesible ese dato también- y que el paciente lo sepa; que aparezca si está bien o mal controlado y que también lo sepa; hacer educación sanitaria es imprescindible (enfermeros y farmacéuticos); siempre que haya un tratamiento para un crónico siempre se tiene que actuar sobre los olvidos; y simplificación del tratamiento, aumento en el tiempo de consulta en Atención Primaria a 8 minutos e incentivar económicamente y profesionalmente al profesional y si es posible al paciente”.