Uno de los objetivos de la mesa era estudiar puntos de mejora para facilitar el tránsito de los pacientes
Redacción
La recuperación funcional y la mejora de la calidad de vida del paciente, deben ser las dos principales metas de la atención de los pacientes que padecen artrosis. Así ha quedado patente en la mesa ‘El viaje del paciente con dolor artrósico’, que se ha celebrado con la colaboración de Grünenthal en el marco del primer congreso de la Sociedad Española Multidisciplinar del Dolor (SEMDOR).
Esta mesa, que ha estado moderada por el doctor Pedro Juan Ibor, médico de familia del Centro de salud Guillem de Castro de Valencia y vicepresidente SEMDOR, ha contado con la participación del doctor José Miguel Esparza, coordinador de la Unidad del Dolor. Hospital de Manises; Virginia Gallart, rehabilitadora del Hospital Dr. Peset de Valencia, y Vanessa Deniz, facultativo de Instituciones Penitenciarias de Las Palmas de Gran Canaria.
“La artrosis es el trastorno articular más frecuente, suele iniciarse entre los 40 y los 50 años y afecta en algún grado a todas las personas mayores de 80 años”, ha explicado el doctor Ibor, quien ha indicado que el síntoma que más importa en el abordaje de esta enfermedad es el dolor y las consecuencias funcionales derivadas del mismo.
El síntoma que más importa en el abordaje de esta enfermedad es el dolor
La sesión ha reunido a representantes de Medicina de Familia, Unidad de Dolor y Rehabilitación, y ha girado en torno a qué puede aportar cada una de las distintas especialidades al tratamiento de estos pacientes.
En primer lugar, en palabras del doctor Ibor, “la Medicina de Familia aporta proximidad”, ya que es conocedora del contexto del paciente, que suele ser una persona mayor y con dolencias crónicas. “Se trata de la visita inicial y ofrece el primer diagnóstico y enfoque terapéutico fundamental, así como el seguimiento del proceso”, ha indicado.
La Rehabilitación, como especialidad vinculada a la Atención Primaria y presente en muchos centros de salud, “es una pieza fundamental desde el primer momento”, ha añadido el doctor, para quien las unidades del dolor, como unidades de alta especialización en el ámbito hospitalario, “son una importante oportunidad de mejora en aquellos casos complejos en los que no han surtido efecto las medidas aplicadas”.
El trayecto del paciente en el sistema sanitario
Uno de los objetivos de la mesa era estudiar puntos de mejora para facilitar el tránsito de los pacientes a través de los tres ámbitos en los que pueden recibir ayuda. “El viaje del paciente con artrosis mejora cuando la coordinación entre los distintos agentes implicados en el dolor es fluida y fácil”, ha indicado el doctor Ibor, quien ha apuntado la necesidad de establecer protocolos y sesiones clínicas compartidas, consensuados por las tres especialidades.
El doctor Ibor ha recordado, asimismo, que una de las bases terapéuticas para mejorar el bienestar de estos pacientes es el tratamiento farmacológico, que, “junto con las técnicas intervencionistas y la terapia física”, es el eje del tratamiento del dolor. “Se dispone de fármacos para este tipo de pacientes con un buen balance entre seguridad y eficacia. Dependiendo de la intensidad del dolor, hay múltiples soluciones farmacológicas desde paracetamol a opioides pasando por antiinflamatorios analgésicos”, ha indicado.