Cómo incrementar la adherencia a través de la intervención y el seguimiento farmacoterapéutico

Tres experiencias de adherencia al tratamiento desde el ámbito de la farmacia

Laura Chivato

Además de hablar sobre la adherencia y todos los factores que influyen en ésta, también es importante aportar casos concretos, ya que la teoría puede diferir de la práctica clínica diaria de forma significativa. Por ello, durante las VII Jornadas se organizó una mesa formada por tres ponentes en la que tuvieron la oportunidad de exponer casos reales de seguimiento terapéutico desde el ámbito farmacéutico.

El primero fue Emilio Monte, jefe de Sección del Servicio de Farmacia del Hospital Universitari i Politècnic La Fe de Valencia, quien compartió la experiencia desde su servicio en cuanto a la atención farmacoterapéutica a pacientes con hipercolesterolemia de alto riesgo tratados con dos fármacos inhibidores de la PCSK9. “Esta atención -según Monte- ha conseguido una adherencia óptima al tratamiento por parte de los pacientes, alcanzando tasas elevadas de efectividad, seguridad y satisfacción del mismo”.

Para llegar a estas conclusiones, se puso el foco durante el seguimiento farmacoterapéutico en la prescripción y en la utilización. Además, para coordinar el equipo asistencial, se creo un comité para evaluar los casos formado por la dirección médica del hospital, la dirección médica de atención primaria, la dirección del Área Clínica Médica, Cardiología, Endocrinología, Medicina Interna y Farmacia Hospitalaria.

“Se ha hablado de ofrecer información al paciente, a mí esto me parece clave. Por ello, durante esta atención se explica al paciente la finalidad del uso del medicamento, le ayudamos a entender el carácter crónico de su tratamiento y la importancia de la buena adherencia, las condiciones de conservación, la forma de administración, qué hacer en caso de olvido de una dosis, los efectos adversos, la identificación (forma farmacéutica, envase) y los procedimientos administrativos”, explicó Monte.

“El paciente -añadía- tiene que saber para qué tiene que tomar el medicamento. Si alguien no sabe por qué se lo toma es difícil que entienda que se lo tiene que tomar, por lo que hay que dar instrucciones claras y asegurarse que sabe administrarse bien el tratamiento”.

“Si alguien no sabe por qué se lo toma es difícil que entienda que se lo tiene que tomar, por lo que hay que dar instrucciones claras y asegurarse que sabe administrarse bien el tratamiento”

Para que esto se cumpliera, Monte relató que primero hubo una consulta de inicio, en la que se realizó una anamnesis y se aseguró el screening previo, que estaba hecho y que era válido. Además, se resolvieron dudas (sobre el tratamiento, la dieta y estilo de vida saludables, webs y apps de utilidad), se prescribió y se registró en la historia clínica. Después, en las consultas sucesivas es cuando se comprobó la adherencia, donde ya se pudieron ver resultados: si el tratamiento estaba yendo bien, si había efectos adversos y problemas de adherencia. “Aquí es donde ya actuamos con recomendaciones específicas”, apuntó Monte. En concreto, se indagó sobre signos o síntomas que permitían estimar la efectividad del tratamiento y reacciones adversas al medicamento (RAMs); y se midió la adherencia: si es buena, se insistió en la importancia de mantener una buena adherencia, y si es mala, se identificaron, se propusieron estrategias concretas de mejora y se insistió en la importancia de mantenerla.

Conforme a esto, los pacientes quedaron muy satisfechos en el 95 por ciento de los casos, no se esperaban más RAMs en la mitad de los casos (50%). Además, el total de los pacientes que se incluyeron en esta atención (24) consideraron el tratamiento apropiado y lo escogerían de nuevo en un 95 por ciento de los casos.

Hormona de crecimiento

Otro de los casos prácticos fue el expuesto por Cristina Latre, farmacéutica adjunta del Servicio de Farmacia en el Hospital San Juan de Dios de Barcelona, sobre la evaluación de la adherencia con hormona de crecimiento desde el Servicio de Farmacia. Gracias a esto han podido comprobar que es importante hacer un seguimiento farmacoterapéutico ya que, además, en este caso son pacientes pediátricos y puede que el control de la enfermedad y la importancia del tratamiento no esté tan inculcada.

En general, y tal y como resaltó Latre, en hormona de crecimiento la adherencia está en torno a un 30-50 por ciento y, sobre todo, se ve influenciada por la falta de motivación, ya que son tratamientos a largo plazo, que no tienen resultados inmediatos. “En cuanto a la recogida, el único factor que influía era la duración del tratamiento, es decir, a medida que los pacientes iban siendo mayores y llevaban más años con el tratamiento, las tasas iban disminuyendo”, destacó esta experta.

“A medida que los pacientes iban siendo mayores y llevaban más años con el tratamiento, las tasas iban disminuyendo”

El primer caso que describió Latre fue el de una niña de diez años en tratamiento con hormona de crecimiento desde los tres. A partir del 2016, se empiezan a encontrar fallos en la recogida de la medicación y hablan con los padres. Un dato relevante es que estos aseguran que la medicación se pone CASI todos los días y, sin saber cómo, la medicación se acumula. “Después de analizarlo -subrayó la experta-, se ofrece el beneficio de la duda y lo que se hace es cambiar el dispositivo, porque éste no permitía seguir la adherencia, pero se cambia por si había algo que funcionaba mal. En año y medio funciona bien, a nivel médico parece que el tratamiento va funcionando, pero desde marzo de 2018 hasta ahora la paciente no ha vuelto a recoger medicación”. Por lo tanto, se habla con el equipo médico y se cita a los padres y a la paciente, ya que es importante que, aunque sea paciente pediátrico, se intente negociar estando éste en la consulta para preguntar.

El problema en este caso es que la paciente estaba sobrepasada por la situación, los padres también y, además, había buscado en Internet, por lo que le daban miedo los efectos adversos. Ante esto, se respetó la decisión, se suspendió el tratamiento y, según Latre, se revaluará la situación en unos meses.

El otro caso es una niña 13 años, a quien deriva el pediatra de cabecera por estancamiento de crecimiento. En septiembre de 2017 inicia el tratamiento y en octubre falla en recogida de medicación. En este caso, el dispositivo sí permitía volcar los datos de adherencia y se ve un fallo en el calendario, hay muchos días que no se ha puesto la medicación. Al detectar esto hablaron con el médico, también citan a los padres, dando cuenta de que ellos no eran conscientes, porque oían que la máquina se encendía cada día. Sin embargo, la paciente confesó que no se administraba la medicación“Por tanto, se intentará que se pinche la medicación, los padres también estarán más atentos, ellos harán registro de dosis y plataforma a ver qué pasa, a ver si el hecho de sentirse observada hace que cumpla con el tratamiento”, explicó Latre.

“Como conclusión -añadía-, la falta de adherencia terapéutica es un proceso multifactorial: paciente, entorno, profesional sanitario, en el que hay que tener en cuenta las preferencias del paciente/cuidadores y las nuevas tecnologías, ya que es una ayuda en la práctica clínica para la evaluación objetiva de la adherencia al tratamiento, además del trabajo en equipo”.

“La falta de adherencia terapéutica es un proceso multifactorial: paciente, entorno, profesional sanitario, en el que hay que tener en cuenta las preferencias del paciente/cuidadores”

El 65% de los farmacéuticos realiza seguimiento de la adherencia

Para terminar esta mesa, Luis Mª de Palacio Guerrero, farmacéutico y vocal del Comité Científico del Grupo OAT, presentó los datos del ‘Estudio de Adherencia desde la Visión de la Farmacia’ en el que se demuestra que el 65 por ciento de los farmacéuticos realiza seguimiento de la adherencia.

Este estudio se realizó a través de encuestas en Oficinas de Farmacia para analizar la visión del farmacéutico en relación a la adherencia, “con el objetivo de apostar por su rol clave en la Adherencia para los Pacientes”, sostuvo Palacio. Fue un estudio nacional, en el que participaron 408 farmacias comunitarias.

Entre las conclusiones, se pudo observar que el 88,2 por ciento de los farmacéuticos considera que tiene claro el concepto de adherencia. Según éstos, los pacientes se toman más en serio su medicación, por delante de las dietas y el ejercicio, y lo que menos cumplen es con el abandono del hábito tabáquico.

En cuanto a los factores que más inciden en la mala adherencia, son los relacionados con la comunicación farmacéutico-paciente (falta de atención por paciente 7,27; pobre información sobre ventajas adherencia 6,86 -de 0 a 10puntos-). Los medios que más utilizan para controlar la adherencia son los relacionados con el contacto farmacéutico-paciente (pregunta directa al paciente 85,3 por ciento; pregunta directa al acompañante 50,7 por ciento, más que la frecuentación de las recetas 49,3 por ciento; y más que el control del número de medicamentos consumidos 32,3 por ciento). Además, los SDP son la herramienta más habitual para el seguimiento de la adherencia (76,4%) y la atención domiciliaria por profesionales sanitarios (42,5%).