Proyecto EFFICHRONIC, un cambio de paradigma hacia el autocuidado de la salud

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Cerca del 80 por ciento percibe que los problemas de salud ya no controlan su vida

Laura Chivato Isabel

Aunque el autocuidado de la salud ha adquirido especial relevancia durante estos meses con la llegada del coronavirus, para los pacientes crónicos ha sido (y es) siempre fundamental, ya que, si se adquieren los hábitos adecuados, se controlará la enfermedad para convivir con ella lo mejor posible. No obstante, hay que tener en cuenta el papel que juegan las variables sociodemográficas y culturales de cada uno de estos pacientes en la adopción de dichos hábitos, pues algunos tendrán mayor facilidad que otros en función, por ejemplo, de su entorno o edad. Con esta premisa sobre la mesa se puso en marcha el proyecto europeo EFFICHRONIC, que persigue fomentar una menor dependencia de la atención sanitaria poniendo personas y sus comunidades como protagonistas en el desarrollo de buenas prácticas para una vida saludable.

Esta iniciativa, puesta en marcha en cinco países en 2017 y que ya ha arrojado los primeros resultados, parte del Programa Paciente Activo de Asturias (PACAS), un proyecto de la Dirección General de Cuidados, Humanización y Atención Sociosanitaria de la Consejería de Salud de Asturias, en colaboración con el Servicio de Salud del Principado de Asturias, que forma parte de dos estrategias: la Estrategia de Promoción de la Salud y la Estrategia de Atención a la Salud y a la Población con Enfermedad Crónica en Asturias, tal y como cuenta Marta Pisano, una de las coordinadoras del proyecto de la Dirección General de Cuidados, Humanización y Atención Sociosanitaria de la Consejería de Salud de Asturias.

“El elemento esencial es dotar a la ciudadanía con enfermedad crónica y a las personas cuidadoras de estrategias de autogestión, que les permita vivir y desarrollarse plenamente como personas, siendo capaces de enfrentar la enfermedad y adaptarla a su vida, a su entorno individual y sociocultural”, comenta Pisano.

“El elemento esencial es dotar a la ciudadanía con enfermedad crónica y a las personas cuidadoras de estrategias de autogestión”

En este sentido, el objetivo de EFFICHRONIC es comprobar el potencial de los programas de autocuidado en poblaciones con menos protagonismo en las políticas sanitarias, como son las personas cuidadoras de enfermos en situación de aislamiento, personas con bajos ingresos, personas mayores que viven solas, población inmigrante, población reclusa y personas pertenecientes a minorías étnicas.

Y es que, al fomentar dicho autocuidado de la salud, según Raquel Vázquez, otra de las coordinadoras del proyecto de la Dirección General de Cuidados, Humanización y Atención Sociosanitaria de la Consejería de Salud de Asturias, los pacientes y/o sus cuidadores serán capaces de “dirigir su salud” y de “poder conservarla”. “Lo que se pretende al potenciar estas habilidades para el autocuidado es que las personas sean capaces de entender su enfermedad, responsabilizarse de su cuidado y manejar de la manera adecuada las distintas opciones de tratamiento”.

Talleres grupales y retos saludables

Todo ello se lleva a cabo a través de talleres grupales de dos horas y media una vez a la semana (en un total de seis semanas) los cuales se centran en alimentación equilibrada, actividad física, técnicas de relajación y gestión de las emociones, etc. “Durante el trascurso de los talleres, los participantes se proponen pequeños retos saludables que se validan dentro del grupo. Es importante señalar que ese reto es puramente individual y deseado por el participante. En esencia, se trata es de crear hábitos saludables y de que dichos participantes se crean capaces de realizarlos. Aprovechando la fuerza que da el grupo y la duración de los talleres, el hábito queda instaurado”, detalla Vázquez, quien recalca que, después de un año de la fecha de finalización del taller, los hábitos saludables iniciados se siguen manteniendo.

“Después de un año de la fecha de finalización del taller, los hábitos saludables iniciados se siguen manteniendo”

Además de esto, en los talleres se aumenta la responsabilidad de los pacientes de manera progresiva para ayudar también en la comunicación con los profesionales sanitarios. De esta manera, serán protagonistas de su salud y participarán en la toma de decisiones, convirtiéndose esta en un proceso compartido.

“Durante los talleres -explica Pisano- se fomenta un rol activo por parte de las personas con enfermedad crónica o sus cuidadores, así como en la comunicación con los profesionales sanitarios para tratar de conseguir una comunicación más igualitaria y fluida. Es importante destacar que estas recomendaciones no son propuestas por el profesional, sino pactadas con la persona para conseguir una toma de decisiones compartida entre los profesionales sanitarios y las personas usuarias. De hecho, en la evaluación del proyecto esta ha sido una de las mejoras más visibles, incluso en el periodo de evaluación post Covid19”.

Uno de los objetivos de EFFICHRONIC está estrechamente relacionado con esto ya que al final lo que se busca es un cambio de modelo de la atención, dejando atrás el paternalismo y la verticalidad para pasar a un modelo en el que el paciente decide y juega un papel en su enfermedad, y entre este y el profesional sanitario deciden qué es lo mejor en cada caso.

Un ahorro de 1.600 millones de euros

En el proyecto han participado casi 3.000 personas a través de 236 formaciones realizadas entre 2017 y 2020 en cinco países (España, Francia, Reino Unido, Holanda e Italia) Según la web del proyecto, la aceptación en los cinco países “ha sido muy exitosa, logrando una nota media superior a siete. En cuanto a la satisfacción de los participantes, más del 70 por ciento de estos realiza al menos una o más actividades diarias para mejorar su salud y cerca del 80 por ciento percibe que los problemas de salud ya no controlan su vida. Esta mejoría en la salud se traduce en un ahorro de 780 euros en costes sociales y sanitarios por cada usuario, lo que supondría un ahorro total de 1.600 millones de euros solo en España.

Cerca del 80 por ciento perciben que los problemas de salud ya no controlan su vida

Sergio Valles, director general de Cuidados, Humanización y Atención Sociosanitaria de la Consejería de Salud de Asturias, apunta que “la relación entre el coste y la eficiencia de las intervenciones con los colectivos es clave para la implementación de estas políticas y en este sentido, EFFICHRONIC evidencia un beneficio en la reducción de los costes sanitarios por la reducción de las visitas a los profesionales sanitarios, la asistencia a los servicios de urgencias y la hospitalización”.

“En cuanto a los costes sociales -añade Valles-, el proyecto también mide la eficiencia al evitar pérdidas por el absentismo laboral y mantener la productividad del trabajo, entre otros indicadores”.

Gracias a la gestión del autocuidado que se promueve desde EFFICHRONIC, el paciente aumenta su autoeficiencia y su ejercicio físico, reduciendo, a su vez, el sedentarismo, el consumo de alcohol y sus síntomas depresivos, teniendo así una mejor calidad de vida.

Vamos a seguir y a mantener las alianzas alcanzadas con los colectivos más vulnerables –sostiene Vázquez por su parte- y, además, queremos extender el programa a otras regiones y países; también estamos trabajando en la formulación de recomendaciones para políticos y gestores sanitarios. De esta manera, continuaremos avanzando para conseguir un amplio calado del ‘cambio de paradigma’ hacia el autocuidado y la autogestión de la salud de la ciudadanía”.