Coronavirus y adherencia terapéutica

La opinión de José Manuel Ribera, presidente del Comité Científico del Grupo OAT.

Desde sus inicios en el año 2012 el Observatorio de Adherencia Terapéutica (OAT) ha mantenido como objetivo fundamental –no podía ser de otra manera dada su razón de ser- luchar para que la población española cumpliese lo mejor posible los esquemas terapéuticos que le fueran prescritos. Uno de los mensajes más constantes, de OAT, repetido con insistencia a lo largo del tiempo, ha sido el de insistir de que no todo se circunscribe a los fármacos. Las recomendaciones sobre estilos de vida y en materia de prevención forman, igualmente, parte de este apartado y obligan a ser adherentes

El actual problema del coronavirus supone un buen ejemplo en esta doble vertiente. Por una parte las medidas recomendadas son esencialmente de carácter preventivo. La prevención forma parte del tratamiento. Bien lo enseña el refranero con aquello de que “más vale prevenir que curar”. Por otro lado, la lucha contra el coronavirus, a falta de otras medidas terapéuticas con eficacia demostrada, vemos que se está focalizando, en medidas no-farmacológicas. Se nos han transmitido mensajes muy específicos, aislarse en casa, evitar contactos, huir de cualquier forma de proximidad humana como grupos o reuniones. Junto a ello otras tan sencillas y de sentido común como extremar la limpieza y recurrir en caso de dudas ante cualquier problema a unos sistemas de ayuda fácilmente asequibles: direcciones electrónicas, teléfonos, etc. La actual epidemia nos ha proporcionado un modelo insuperable sobre la importancia que tiene la adherencia terapéutica más allá del simple contaje de fármacos.

“La lucha contra el coronavirus, a falta de otras medidas terapéuticas con eficacia demostrada, vemos que se está focalizando, en medidas no-farmacológicas”

Carecemos de datos concretos acerca de la magnitud de la respuesta recibida, pero las simples imágenes de calles y plazas vacías nos hacen pensar en lo que desde nuestro punto de vista podríamos calificar como un gran cumplimiento en términos de adherencia. Aprovechemos el impulso para reintroducir y potenciar en nuestros esquemas mentales, nuestros comportamientos y en los mensajes que transmitimos esta forma de actuar. La triste experiencia por la que pasamos nos ha servido para fortalecer dos enseñanzas de siempre corroboradas en la situación actual, que la prevención y los estilos de vida son campos abiertos a la adherencia y, en ocasiones como la que nos está tocando vivir, pueden llegar a primar sobre cualquier otro.

“La prevención y los estilos de vida son campos abiertos a la adherencia y, en ocasiones como la que nos está tocando vivir, pueden llegar a primar sobre cualquier otro”