¿Y a la vuelta qué…? En el entorno farma

La opinión de Cristina López, psicóloga especializada en gestión del estrés, inteligencia emocional y mindfulness. Gabinete Bonamind (Barcelona)

“La incertidumbre es lo que somos en la vida. La incertidumbre es la vida”, Xavier Guix

Tras un periodo de reclusión y aislamiento social para una gran mayoría de nosotros, volvemos paulatinamente a recobrar un poco más de libertad de movimiento. Seguramente, como somos seres vivos únicos y exclusivos, la forma y la manera de iniciar este nuevo camino va a ser también diferente para cada uno de nosotros. Hemos ido transitando en este periodo de tiempo en nuestros hogares, por un proceso de duelo que ha supuesto para algunos la pérdida de seres queridos, un trabajo, quizás una relación, condición física, salud mental, libertad, etc. También hemos pasado por un carrusel emocional, que acompaña a las situaciones en que nos sentimos en estado de alerta, que ha hecho que empecemos a indagar formas de gestión emocional lo más adaptativa posible. Evidentemente se ha puesto en juego nuestra capacidad de resiliencia para intentar hacer frente a una situación que no se había contemplando en nuestras agendas de vida hace apenas dos meses. En ese sentido cada hogar conforma una historia diferente y cada persona deberá ajustar sus tiempos y sus condiciones de acuerdo a sus necesidades y capacidades.

“También hemos pasado por un carrusel emocional, que acompaña a las situaciones en que nos sentimos en estado de alerta, que ha hecho que empecemos a indagar formas de gestión emocional lo más adaptativa posible”

La responsabilidad y la solidaridad son dos de los valores que se han puesto en práctica estos días y nos dan un buen punto de partida para iniciar nuestros primeros pasos hacia el exterior. Se nos plantean muchas preguntas respecto al escenario que nos podríamos encontrar que obedecen a la tendencia de nuestro cerebro al control y a la seguridad, pero el camino de la incertidumbre forma parte de nuestra vida y es ahora cuando tenemos la posibilidad de transitarlo desde la curiosidad, el desafío y las nuevas oportunidades.

Sin duda este periodo de reclusión ha supuesto también un periodo de reflexión para cada uno de nosotros y hemos podido darnos cuenta de formas y maneras de reaccionar que forman parte de nuestra especie y de las que quizás no habíamos reflexionado anteriormente.

  • Somos vulnerables. No podemos controlarlo todo. No somos dueños y señores de nuestro planeta.
  • Las situaciones inesperadas no le gustan a nuestro cerebro y se desencadena el miedo como reacción y primera emoción.
  • Nos resistimos a los cambios. El poder de nuestras creencias, experiencias y educación delimitan nuestros mapas mentales.
  • Somos seres que tienen conciencia, es decir somos capaces de separarnos del entorno y pensar respecto a lo que nos ocurre.
  • Nos nutrimos de la comunidad. Somos tribu y como tal necesitamos de los otros para desarrollarnos con equilibrio.
  • Tenemos un territorio interior que necesita de nuestra atención. La meditación, el hacernos preguntas, el silencio nos ayudan a llegar a él.
  • Es importante tener un propósito en la vida, un para qué.
  • Nuestra vida se fundamenta en valores y estos días hemos podido llevar a la acción algunos de ellos como la solidaridad, la responsabilidad, la empatía, la gratitud.
  • Hemos aprendido el valor del tiempo y dejar las prisas de lado.
  • También hemos tenido que conectarnos al presente porque el futuro no es predecible.
  • Nuestra capacidad de adaptación frente a lo inesperado ha sido nuestra herramienta de resiliencia más preciada obligándonos a salir de nuestras zonas de confort y a visionar nuevos escenarios.

El entorno farmacéutico tiene ante sí el reto de acompañar a las personas que han estado en situaciones de mucho estrés por su dedicación al sector sanitario y al mismo tiempo el compromiso de cuidar a sus propios equipos que representan el valor humano de sus compañías.

“El entorno farmacéutico tiene ante sí el reto de acompañar a las personas que han estado en situaciones de mucho estrés por su dedicación al sector sanitario y al mismo tiempo el compromiso de cuidar a sus propios equipos”

Los seres humanos somos seres de acción, sin acción cualquier pensamiento, emoción o valor que esté en juego se queda sin contenido, sin sentido así que es importante tomar de los aprendizajes aquellas herramientas que nos permiten gestionar y avanzar en nuestro camino. Incluso saber que somos capaces de ser cocreadores de circunstancias, gestores de nuevas oportunidades, de nuevos propósitos. Podríamos desde aquí construir un mapa de acciones que pueda ser orientativo para las compañías y que les sirva como un primer marco de referencia para empezar a andar y trabajar con sus equipos.

MAPA DE ACCIONES

  • TELÉFONO ANÓNIMO.- Gestionado por psicólogos sanitarios proporciona un espacio de expresión y de regulación emocional.
  • CARTA DE ACOGIDA.- Ofrecer desde las buenas palabras, la comprensión y la seguridad necesarias que ayude a prevenir la enfermedad.
  • CLIMA DE CONFIANZA.- Desarrollando una escucha activa, compasiva, siendo pacientes y sabiendo acompañar.
  • COMUNICACIÓN EFECTIVA.- Cuidar las palabras que usamos con nosotros y con los demás. Tienen un impacto sobre nuestro cerebro.
  • FOMENTAR HÁBITOS SALUDABLES.- Recordar buenos hábitos y generar información sobre alimentación, deporte, sueño, etc.
  • MODELO DE VALORES. – Cuidar los valores que implementamos como compañía y que estén en coherencia con las circunstancias que vivimos; ser solidarios, compasivos, responsables, empáticos, pacientes, etc.

Es necesario generar bienestar en nuestros equipos haciéndoles sentir acompañados y al mismo tiempo autónomos, capaces de adaptarse a las nuevas circunstancias.

Nuestro estado mental necesita nutrirse de energías saludables así que es muy importante trabajar cada uno de nosotros desde nuestra responsabilidad y para ello trazarnos a modo individual un cuaderno de ruta, una brújula que nos oriente y nos coloque en el camino adecuado; cuidemos nuestra seguridad, las fuentes de información a las que recurrimos, desechemos nuestros pensamientos catastrofistas y ciñámonos a lo que somos capaces de hacer por nosotros mismos, mantengamos los hábitos saludables que nos han funcionado en nuestro confinamiento, permitámonos sentir las emociones sean agradables o desagradables, cuidemos nuestras relaciones, focalicémonos en nuestras fortalezas, cultivemos la serenidad, abramos nuestra mente a nuevas posibilidades, conectémonos al presente y cultivemos nuestros valores.

“Nuestro estado mental necesita nutrirse de energías saludables así que es muy importante trabajar cada uno de nosotros desde nuestra responsabilidad y para ello trazarnos a modo individual un cuaderno de ruta, una brújula que nos oriente y nos coloque en el camino adecuado”

SOMOS SERES EN CONSTRUCCIÓN Y TENEMOS EL PODER DE REINVENTARNOS.

OPTEMOS POR LA CONFIANZA Y LA ILUSIÓN.