El proceso de desescalada y el apoyo por parte de los agentes sanitarios

Es fundamental continuar con las medidas de prevención

Redacción

A excepción de las islas de Formentera, La Gomera, El Hierro y La Graciosa, todas las comunidades autónomas (CCAA) se encuentran a día de hoy en la fase 0 del procedimiento de desescalada incluido en el Plan para la Transición hacia una Nueva Normalidad, aprobado por el Consejo de Ministros el pasado 28 de abril y con el objetivo de hacer frente al coronavirus COVID-19. No obstante, la mayoría de las CCAA ya han manifestado y presentado su propuesta para pasar a la fase 1 a partir del lunes 11 de mayo a la espera de que así lo autorice Sanidad. En todo este proceso, sería impensable no contar con los agentes que forman parte del Sistema Nacional de Salud (SNS) y, por ello, un total de seis sociedades científicas (SEMI, semFYC, SEMICYUC, SEPAR, SEMERGEN y SEMG) han firmado un manifiesto en el que se aportan una serie de medidas para afrontar con garantías dicho proceso, “con el fin de evitar la congestión de los servicios de atención hospitalaria y primaria”.

Estas sociedades han articulado las diferentes propuestas en tres ámbitos clave: asistencial, para seguir atendiendo pacientes con enfermedad por coronavirus y, a la vez, tratar a los pacientes crónicos y/o pluripatológicos que han estado confinados sin un seguimiento médico estrecho por el estado de alarma; epidemiológico, para facilitar a los médicos de familia y atención hospitalaria el acceso inmediato a las pruebas diagnósticas y así promover la detección temprana de los casos posibles y proceder a su confinamiento y cuarentena, entre otras medidas; y recursos humanos, pues las necesidades de atención aplazadas durante el confinamiento, junto con el seguimiento de casos COVID-19, darán lugar a un incremento de presión asistencial, unido a un menor número de profesionales.

Estas propuestas siguen la línea de la estrategia de diagnóstico precoz, vigilancia y control que consensuó el Consejo Interterritorial del SNS el pasado 4 de mayo -dentro del Plan para la Transición hacia la Nueva Normalidad- para ampliar la capacidad de detección precoz de cualquier caso de infección activa que pueda transmitir la enfermedad del COVID-19. Según anunciaban desde Sanidad, para este plan es “imprescindiblereforzar la capacidad de detección a través de la Atención Primaria, mediante pruebas PCR u otras técnicas equivalentes de diagnóstico, y que los centros de salud realicen una labor de vigilancia e identificación de todos los contactos estrechos.

Para este plan será “imprescindible” reforzar la capacidad de detección a través de la Atención Primaria, mediante pruebas PCR u otras técnicas equivalentes de diagnóstico

“Las comunidades autónomas deberán reforzar las capacidades en Atención Primaria y todos los sistemas de información para que podamos tener una adecuada transmisión de datos”, recalcaba Salvador Illa, ministro de Sanidad. Todo ello con el objetivo de dar respuesta a la capacidad de detección precoz, el aislamiento de nuevos casos sospechosos y confirmados, así como la vigilancia y diagnóstico de los contactos estrechos, que constituyen el eje central para poder acometer la fase de transición con las máximas garantías.

Propuestas para apoyar a las autoridades nacionales y autonómicas

Por su parte, desde el Consejo General de Colegios Farmacéuticos (CGCOF) quieren también seguir siendo parte de este proceso (al igual que lo han sido durante los momentos más críticos), y en este sentido, han elaborado una serie de propuestas para apoyar a las autoridades nacionales y autonómicas en la Estrategia de Transición. “Los farmacéuticos queremos cooperar en el objetivo de evitar nuevos contagios y detectar precozmente casos asintomáticos de COVID-19, a través de los mecanismos de coordinación y colaboración correspondientes”, explican.

Por ello, el CGCOF ha manifestado de manera “expresa” su disponibilidad con el Gobierno para colaborar en la aplicación de las iniciativas previstas en el Plan de Transición; al igual que con el Ministerio de Sanidad y las Consejerías de Salud de las CCAA, ofreciendo la predisposición de todos los farmacéuticos dentro de sus ámbitos de actuación.

“En la nueva etapa que se inicia -apuntan-, la Red de 22.102 farmacias comunitarias quiere seguir colaborando como estructura estratégica para el SNS y para la sociedad, en especial para los pacientes crónicos y con mayor vulnerabilidad. Un ofrecimiento a las Autoridades Sanitarias (Ministerio de Sanidad y CCAA) para avanzar en un Sistema eficaz, cohesionado, cooperativo, con el empleo de todos los recursos sanitarios disponibles y con un liderazgo fuerte”.

“La Red de 22.102 farmacias comunitarias quiere seguir colaborando como estructura estratégica para el SNS y para la sociedad, en especial para los pacientes crónicos y con mayor vulnerabilidad”

Así, algunas de las medidas que proponen para tener en cuenta son facilitar la dispensación de los tratamientos a enfermos crónicos y a pacientes vulnerables, reforzar y mantener la dispensación de tratamientos hospitalarios a pacientes externos, vulnerables y estables a través de la farmacia comunitaria, establecer programas específicos de monitorización y seguimiento a través de las farmacias comunitarias para el control de determinados tratamientos o disponer de equipos de protección individual para los farmacéuticos y demás personal de las farmacias, entre otras.

Continuar con las medidas de prevención

No obstante, de nada sirve si los ciudadanos no ponen de su parte y no continúan con las medidas de prevención recomendadas por Sanidad. En el propio documento del Plan para la Transición hacia una Nueva Normalidad, mencionado anteriormente, se incluyen las dudas más frecuentes que pueden surgir durante estos días a la hora de salir a la calle a pasear o a hacer deporte; así como aquellas futuras de cara a las próximas fases. Además de todo ello, siguen vigentes las recomendaciones higiénicas que se lanzaron desde el principio de esta crisis y en las que se hizo hincapié durante el Día Mundial de la Higiene de Manos, celebrado el pasado 5 de mayo, bajo el lema “Salve vidas: límpiese las manos”.

La pandemia de COVID-19 ha visibilizado la importancia de la higiene de manos como una de las medidas “más eficaces” para prevenir la trasmisión de infecciones, tal y como apuntan desde la Agencia Española del Medicamento y Productos Sanitarios (AEMPS): “La correcta higiene de manos de profesionales sanitarios y pacientes es, por tanto, una estrategia clave para frenar también la diseminación de bacterias resistentes a los antibióticos”.

“La correcta higiene de manos de profesionales sanitarios y pacientes es, por tanto, una estrategia clave para frenar también la diseminación de bacterias resistentes a los antibióticos”

Pero, ¿cuáles son los pasos a seguir para limpiarlas y desinfectarlas de forma correcta? La Asociación para el Autocuidado de la Salud (Anefp) recomienda los siguientes pasos:

  • Depositar en la palma de la mano la cantidad adecuada de producto; que no falte pero que tampoco sobre.
  • Frotar ambas manos entre sí y, a continuación, la palma de la mano derecha se frota contra el dorso de la izquierda. A su vez, se van entrelazando los dedos.
  • De nuevo, se frotan las palmas de las manos con los dedos entrelazados y, en el paso posterior, se frota el dorso de los dedos de una mano con la palma de la otra; todo esto, agarrándote los dedos.
  • Finalmente, se frota por la zona de los pulgares y, más tarde, la punta de los dedos de una mano se frota contra la palma de la otra y viceversa.

Es importante que al finalizar el proceso, las manos estén completamente secas para evitar que se produzcan posibles problemas dermatológicos. También, en el caso de utilizar los desinfectantes con asiduidad, se recomienda aplicar crema hidratante para evitar sequedad en la piel. Si se tienen heridas o lesiones en la piel, se aconseja cubrirlas para que los desinfectantes no causen daños”, comentan desde anefp.