¿Existen recomendaciones específicas?
Laura Chivato Isabel
Incertidumbre y preocupación. Estas son las dos palabras que más se han repetido estos días con el inminente regreso de los niños y adolescentes a las aulas. Desde el Gobierno se acordó con las comunidades autónomas (CCAA) una Declaración de actuaciones coordinadas en Salud Pública frente a la COVID-19 para centros educativos, aunque, a pesar de estas medidas, algunas CCAA ya están retrasando la fecha de inicio. En todo esto hay que tener en cuenta que entre los alumnos pueden encontrarse pacientes crónicos pediátricos y, sin embargo, desde las autoridades no se han ofrecido recomendaciones específicas para ellos, tal y como denuncia Fernando De la Torre, vicepresidente 2º de la Federación Española de Diabetes (FEDE).
“Falta mucha información con relación a la cronicidad, sobre todo, cuando se hace referencia a la edad pediátrica. Estamos hablando de niños y adolescentes que tienen una enfermedad que ya de por sí crea muchos problemas y dudas entre los padres a la que ahora hay que añadir la incertidumbre y el riesgo en torno al coronavirus”, explica De la Torre, quien además es el presidente de la Federación de Diabetes de la Comunidad Valenciana, entidad miembro de FEDE, la cual agrupa a asociaciones y federación de personas con diabetes de España, las cuales realizan una gran labor informativa y formativa en centros escolares sobre la diabetes en edad pediátrica.
“Falta mucha información con relación a la cronicidad, sobre todo, cuando se hace referencia a la edad pediátrica”
Con él coincide Juan Da Silva, presidente de la Federación Española de Fibrosis Quística (FEFQ): “Es muy difícil de valorar, la situación respecto a la COVID-19 es muy diferente en cada comunidad autónoma e incluso en los diferentes núcleos poblacionales de éstas. Es cierto que hasta la semana pasada no se anunciaron las actuaciones coordinadas acordadas por el Gobierno y las CCAA para los centros educativos, pero las directrices generales sobre las que algunas CCAA comenzaron a trabajar durante el verano se han tenido que modificar para adecuarlas a la situación actual. Respecto a los pacientes crónicos pediátricos, no hemos recibido indicaciones específicas por parte de las instituciones”.
A pesar de ello, es importante tener en cuenta que los pacientes pediátricos conviven con la cronicidad desde una edad muy temprana y esto ayuda a que tengan una mayor concienciación sobre su enfermedad y, por ende, sobre el riesgo que puede suponer el contagio por coronavirus. Tanto De la Torre como Da Silva piensan que precisamente esto ayuda a los más pequeños a enfrentarse a la vuelta al cole de una manera más segura, debido, por ejemplo, al manejo de los tratamientos que tienen los niños con diabetes desde muy pequeños y a la conciencia de aquellos que padecen fibrosis quística (FQ) sobre el riesgo que pueden suponer las infecciones respiratorias para su salud.
“La vuelta al cole es muy importante porque la socialización es una parte fundamental para el desarrollo de cualquier niño o adolescente, por eso hay que poner especial cuidado en las medidas higiénicas para que dicha socialización sea posible y pueda llevarse a cabo de manera segura”, apunta el presidente de FEFQ.
“La vuelta al cole es muy importante porque la socialización es una parte fundamental para el desarrollo de cualquier niño o adolescente”
Enfermera escolar en todos los centros
Sin embargo, no sería de extrañar que, si los propios adultos en ocasiones pasan por alto las medidas de prevención, lo hagan también los niños durante el horario lectivo, y aquí es donde entra la enfermera escolar. Desde las diferentes organizaciones que representan al colectivo enfermero no cesan los esfuerzos para pedir que exista esta figura en todos los centros educativos, una demanda que se viene haciendo desde hace años, pero que ahora con la pandemia parece tener más voz. Las propias asociaciones de pacientes también reclamaban su presencia, no solo de cara al contagio por COVID-19, sino también para la atención de aquellos niños que, por su enfermedad crónica o complicación puntual, necesiten en algún momento asistencia sanitaria.
“Creo que es una figura imprescindible, especialmente ahora para la prevención, vigilancia y control de la transmisión del coronavirus, pero también de forma continuada cuando esto termine, para la atención a alumnos con patologías crónicas, como es el caso de la fibrosis quística, u otros problemas de salud que requieren actuaciones sanitarias concretas durante el horario escolar”, subraya Da Silva. “Además -añade-, quizás hoy más que nunca es muy importante que los centros conozcan qué alumnos tienen fibrosis quística y sus síntomas para que tampoco se confundan con síntomas de COVID-19, como puede ser la tos, que, aunque son distintas, pueden llegar a estigmatizar a nuestro colectivo”.
“Creo que [la enfermera escolar] es una figura imprescindible, especialmente ahora para la prevención, vigilancia y control de la transmisión del coronavirus, pero también de forma continuada cuando esto termine”
Por su parte, el vicepresidente 2º de FEDE va un paso más allá, y además de reclamar esta figura, considera necesario que exista un seguimiento de los niños y adolescentes con diabetes: “La mayoría de los niños con esta enfermedad están monitorizados con medidores flash o medidores continuos, y toda esa información podría servir para que el centro se pusiera en contacto con los profesionales sanitarios en caso de que existiese alguna incidencia”.
Información fiable y recomendaciones
Desde las asociaciones de pacientes siempre insisten en la necesidad de obtener la información de una fuente fiable y de calidad, como pueden ser las sociedades científicas o los propios profesionales sanitarios especializados en la materia. En este sentido, los padres deben tener cuidado a la hora de hacer búsquedas sobre las diferentes recomendaciones sobre la vuelta al cole para así, además, no incrementar sus miedos e incertidumbres.
“Es importantísimo recabar toda la información por parte del Ministerio de Sanidad y las sociedades científicas especializadas en cada enfermedad -destaca De la Torre-. De esta manera, no se dejarán influenciar por las redes sociales, donde se pueden encontrar comentarios y argumentaciones que lleven a conclusiones erróneas. Igualmente, las asociaciones de pacientes también estamos para intentar informar y orientar con el objetivo de disipar todas las dudas que puedan surgir”.
“Las asociaciones de pacientes también estamos para intentar informar y orientar con el objetivo de disipar todas las dudas que puedan surgir”
En el caso de la fibrosis quística, Da Silva recomienda a los padres, según lo indicado por la Sociedad Española de FQ, que consulten con su Unidad de FQ para valorar de forma individual la adecuación de las medidas en función de diversos factores particulares. “Pero las recomendaciones generales, tanto para las personas con FQ como para los alumnos sanos convivientes con algún paciente de FQ, serían: grupos burbuja pequeños, aulas ventiladas, distanciamiento, higiene de manos frecuente cada 1-2h, limpieza de superficies al menos 2 veces al día y a partir de los 3 años el uso de la mascarilla (FFP2/KN95 o quirúrgica en función de la tolerancia). Todo ello, tanto en el aula como en el transporte, reuniones extraescolares, ocio, etc. Y al llegar al domicilio, hacer una limpieza del calzado, cambio de ropa e higiene personal”, detalla.
“Sabemos que son momentos de tensión, de incertidumbre y de dudas -añade el presidente de FEFQ-, y debemos estar preparados para adaptarnos a la evolución de la pandemia y replantear las estrategias si fuera necesario. Pero contamos con el apoyo de nuestros médicos especialistas en FQ y de las instituciones para que las aulas sean espacios seguros para las personas con fibrosis quística y sus convivientes, siempre que sigamos las recomendaciones que hemos comentado antes”.