La opinión de Natividad Calvente, directora de Innovación, Formación y Relaciones Institucionales del Consejo General de Colegios Farmacéuticos (CGCOF) y vocal del Comité Científico del Grupo OAT
La adherencia terapéutica es uno de los mayores retos a los que se enfrentan los sistemas sanitarios. Según la Organización Mundial de la Salud, la falta de adherencia terapéutica varía entre el 15 por ciento y el 93 por ciento, dependiendo del tipo de tratamiento. Son sobradamente conocidos los efectos en los pacientes y en los sistemas sanitarios que produce esta falta de continuidad de los tratamientos. Las consecuencias en los pacientes son desastrosas, traduciéndose en una disminución considerable de los resultados en salud. En EEUU una gran parte de los ingresos hospitalarios relacionados con los medicamentos son debidos a la baja adherencia, calculándose un coste asociado de aproximadamente 100 billones de dólares/año.
Sin duda, una de las causas es el “viaje” del paciente entre los distintos niveles asistenciales, que puede provocar una disminución en la adherencia y un mayor número de errores en la medicación. Es esencial, por tanto, trabajar y avanzar en estrategias que mejoren la continuidad asistencial de forma coordinada con todos los profesionales sanitarios que intervienen en el proceso de atención sanitaria.
“Es esencial trabajar y avanzar en estrategias que mejoren la continuidad asistencial de forma coordinada con todos los profesionales sanitarios que intervienen en el proceso de atención sanitaria”
También, es necesario buscar fórmulas innovadoras que aporten un valor disruptivo y que faciliten un cambio en la manera de trabajar en este entorno, en las que se tengan en cuenta el impacto clínico, económico y humanístico. Estas nuevas estrategias tienen que estar enfocadas a la mejora de la relación profesional sanitario – paciente, proporcionándole una formación adecuada en cuanto al uso de sus medicamentos y pudiendo, a su vez, detectar las posibles barreras para la adherencia para actuar sobre ellas.
Por otra parte, la innovación nos debe proporcionar herramientas, tanto para detectar las causas de la no adherencia, como para ayudar al paciente a asegurarle una asistencia individualizada.
Una de las soluciones planteadas es la utilización de e-Health, con sistemas de evaluación y medición de la adherencia que facilitarían la modelización y sistematización de los resultados obtenidos. Para implementar estas nuevas estrategias se tiene que conocer la factibilidad de los proyectos analizados, los facilitadores y las barreras que nos vamos a encontrar, impulsando una transformación organizacional, adoptando nuevos procesos, estimando la cobertura en la implementación y, por último, estudiando la sostenibilidad de la acción, con procedimientos estandarizados asociados a una tecnovigilancia.
“Una de las soluciones planteadas es la utilización de e-Health, con sistemas de evaluación y medición de la adherencia que facilitarían la modelización y sistematización de los resultados obtenidos”
Otro aspecto clave es la evaluación de los resultados que se debe de realizar en estos programas para medir el impacto de la nueva estrategia. Preferentemente, el abordaje debe de ser poliédrico, midiendo diferentes aspectos en términos de efectividad, de resultados en salud y calidad de vida y de eficiencia, a través del coste/efectividad y satisfacción, tanto de los profesionales sanitarios como de los pacientes y/o cuidadores.
Por último, es necesario que los programas y estrategias se planteen desde la perspectiva del paciente como beneficiario final del servicio, evitando que el principal enfoque se realice desde el punto de vista del medicamento o del profesional sanitario, y teniendo como eje de actuación las necesidades y demandas de la persona desde una visión holística.
En definitiva, la adherencia es un factor clave que condiciona de forma importante la evolución de las patologías en los pacientes. Es necesario, por tanto, explorar soluciones innovadoras – en muchos casos asociadas a la implementación de tecnologías asociadas al eHealth – que ayuden a la búsqueda de soluciones sencillas y que faciliten la continuidad de los tratamientos.
En conclusión, adherencia, e-health e innovación son el trinomio de éxito para avanzar en la mejora de la adherencia terapéutica, desafío sanitario mundial.
