La adherencia al tratamiento desde el punto de vista de la industria farmacéutica

La opinión de Jorge Enrique Sáenz, Spain Senior Medical Director en Viatris

El bienestar de los pacientes es el centro y la razón de ser de las compañías farmacéuticas. Es por ello que damos cada día más valor y relevancia a la voz de los pacientes como la vía más directa para crear una genuina conexión con ellos. En nuestra visión, centrada en el paciente, los pacientes están implicados en todos los procesos, desde el desarrollo de medicamentos hasta la creación de productos y servicios que satisfagan sus necesidades, mejoren su calidad de vida y permitan apoyar la obtención de resultados positivos de salud que contribuyan además en la sostenibilidad del sistema sanitario.

En este contexto, entendemos que la mejoría en la adherencia terapéutica es un aspecto fundamental en la obtención de mejores resultados en salud. Para lograrlo, el paciente debe adquirir un papel más activo en el proceso de gestión de su enfermedad que le permita fortalecer sus conocimientos y capacidad de autocuidado. Estos conocimientos deben incluir, por supuesto, los aspectos fundamentales del tratamiento prescrito y la trascendencia de su estricto cumplimiento. El terreno fértil para esta poderosa activación del paciente se encuentra en el fortalecimiento del diálogo y la confianza entre él y los profesionales sanitarios que facilite su participación en la toma de decisiones. Todo ello sin olvidar que la adherencia incluye no solo los medicamentos prescritos sino los cambios recomendados en los hábitos de vida.

“La adherencia incluye no solo los medicamentos prescritos sino los cambios recomendados en los hábitos de vida”

Las enfermedades crónicas representan la primera causa de muerte en España y el mundo. Es por ello que la falta de adherencia terapéutica en estas enfermedades implica no solo un peor control de las mismas sino la aparición de un mayor número de complicaciones y, en consecuencia, un mayor gasto sanitario. Por otra parte, una buena adherencia terapéutica en estas enfermedades se relaciona con una mejoría en la calidad y la esperanza de vida de los pacientes, al tiempo que influye en forma determinante sobre el perfil de seguridad de los tratamientos y la evolución de las enfermedades. Desde esta perspectiva, un seguimiento adecuado del tratamiento prescrito está relacionado con una menor probabilidad de recaídas, complicaciones secundarias y una menor morbimortalidad.

Desde el punto de vista económico, una baja adherencia supone un incremento de las hospitalizaciones, de las visitas a los servicios de urgencias, de pruebas complementarias y de la utilización de fármacos, con el consiguiente aumento en los costes para el sistema sanitario, además del desaprovechamiento de los recursos destinados a la financiación de fármacos cuando no son tomados por los pacientes o cuando se toman de forma inadecuada.

Nuestro compromiso con el incremento en la adherencia terapéutica y la consecuente generación de valor añadido para los pacientes pasa obligadamente por el apoyo a todas las acciones que promuevan el trabajo coordinado de los profesionales sanitarios y su estrecha colaboración con los pacientes. Allí están los cimientos de todas las estrategias encaminadas a mejorar la adherencia. En este sentido, un factor determinante es el entendimiento de la enfermedad por parte del paciente, su aceptación y compromiso con el tratamiento prescrito y la toma de consciencia en relación con la importancia de cumplirlo. Esto implica necesariamente una activa participación de todos los profesionales sanitarios implicados en el diagnóstico, prescripción, dispensación o prestación de cuidados, así como en el seguimiento.

“Nuestro compromiso (…) pasa obligadamente por el apoyo a todas las acciones que promuevan el trabajo coordinado de los profesionales sanitarios y su estrecha colaboración con los pacientes”

Como industria farmacéutica somos conscientes de la importancia de dar cada día mayor protagonismo al paciente. Circunstancias como el tiempo limitado por paciente en las consultas, la falta de material informativo sobre adherencia terapéutica dirigido a los pacientes, la ausencia de herramientas de apoyo para facilitar al paciente las indicaciones de tratamiento, son solo algunos ejemplos de las diferentes facetas de este problema en los que como industria farmacéutica estamos enfocando nuestros programas de apoyo. La comunicación entre los profesionales responsables de la atención del paciente es especialmente importante a la hora de garantizar la conciliación y la adecuación de los tratamientos, especialmente en los pacientes crónicos. En este sentido, las nuevas tecnologías ofrecen una gran oportunidad para facilitar una acción coordinada y la transferencia de datos e información entre los profesionales sanitarios y los niveles asistenciales.

El problema que representa la falta de adherencia requiere un enfoque multidisciplinar y coordinado que implique a todos los agentes sanitarios y que cuente con la participación activa de los pacientes. La falta de adherencia pone en riesgo los esfuerzos de profesionales sanitarios, instituciones e industria farmacéutica para atender de forma efectiva los diferentes problemas de salud.