La Unidad de Gestión Clínica-Distrito Sanitario Málaga premiada como Mejor Proyecto de Adherencia del año

Está muy orientado a los procesos Garantía de Calidad

Redacción

Juan Carlos Morilla, Director de la Unidad de Gestión Clínica del Distrito Sanitario de Málaga, recogió el premio extraordinario al Mejor Proyecto de Adherencia del Año representando a la Unidad de Gestión Clínica-Distrito Sanitario Málaga, un galardón entregado por Nekane Murga, Consejera del Departamento de Salud del Gobierno Vasco, José Luis Casteig, Presidente del Grupo OAT.

“En 2015 se producen una serie de inquietudes en el Distrito Sanitario Málaga y en el Hospital Virgen de la Victoria por las que un grupo de profesionales, en el que se incluye la figura de la enfermera de casos, se ponen de acuerdo para realizar una vía clínica para pacientes con insuficiencia cardiaca compleja. Con esta se trataba de seleccionar a los pacientes complejos, hacer una selección de ellos y someterlos a una especial vigilancia”, explicó Morilla.

Esto, según apuntaba Morilla, está “muy orientado” a los procesos Garantía de Calidad, por los cuales se suelen ir estableciendo unos criterios de calidad a los profesionales y estos deben cumplimentarlos en un año.

Juan Carlos Morilla durante su intervención

“La idea de la gestión de casos que tenemos en Málaga es que la Gestora de Casos tiene que hacer la figura de garantía de calidad durante todo un proceso. Es decir, durante un tiempo largo tenía que asomarse, no hacer las tareas del equipo multidisciplinar, pero sí detenerse en determinados puntos críticos para comprobar que todo lo que había que hacer en esos pacientes se hacía, porque no podíamos permitirnos llegar al final del proceso y que no hubiéramos hecho todo lo posible”, detallaba este especialista.

“En este sentido -añadía- se crea una vía principal, una primera vía clínica dedicada a la insuficiencia cardiaca que luego hemos replicado alguna más para EPOC o para ictus. Esas vías clínicas tienen una estructura que es común a todas: tienen una parte intramuros donde se detecta al paciente con unos criterios, se aplica un procedimiento de conciliación del tratamiento y de educación terapéutica, que nosotros llamamos ‘paquete mínimo’ porque en el hospital no da tiempo para hacer un paquete más extensivo, y se conecta la gestora de casos hospitalaria con la de Atención Primaria. Una vez que se hace una conexión, se realiza una llamada telefónica estructurada y una visita domiciliaria. En esa visita se hace un paquete de educación terapéutica extendido al que se le dedica más tiempo, se vuelve a conciliar la medicación y se ponen en marcha algunas cuestiones como, por ejemplo, que el paciente sepa monitorear la frecuencia cardiaca y la mantenga en rango”.

En cuanto a los resultados, el director apuntaba que casi en el 76 por ciento de los 266 pacientes que están incluidos en la vía clínica han tenido mejora estadísticamente significativa; además, se han conseguido tasas de vacunación de la gripe del 90 por ciento, que la frecuencia cardiaca esté en rango en el 98 por ciento de los casos o que el tratamiento sea el ajustado casi en un 99 por ciento.

“Para nosotros que nos hagan entrega de este premio es fundamental porque nos está costando mucho trabajo defender que se siga potenciando un sistema que ha demostrado que funciona. Y es que, muchas veces, los servicios sanitarios son duros para los profesionales, ya que montamos algo, sabemos que funciona, creemos en ello y, sin embargo, no terminamos de conseguir enganchar con que haya un apoyo institucional”, concluía el doctor Morilla.