Pastillas digitales: llega el futuro de la adherencia

La FDA aprueba la primera píldora con sensor que rastrea digitalmente cuándo el paciente se ha tomado su medicación

Carlos Rodríguez

La falta de adherencia es un problema multifactorial y, como tal, debe afrontarse desde el conocimiento de sus causas. La dificultad estriba en la imposibilidad de disponer de los datos precisos y oportunos que permitan diagnosticar esa falta de adherencia y su causa raíz como paso previo para adoptar una respuesta rápida y personalizada. La Medicina Digital pretende cubrir parte de este hueco llevando a los médicos evidencia sobre los patrones de adherencia y comportamientos del paciente… Literalmente, a la palma de sus manos. El futuro ya ha llegado de la mano de Abilify MyCite, el primer fármaco con sistema de rastreo incorporado que ha aprobado la FDA (la Agencia Norteamericana del Medicamento) y que permite registrar la toma de la medicación. No hay evidencia de que mejore la adherencia, pero abre puertas prometedoras para el tratamiento de los pacientes.

El producto está aprobado para el tratamiento de la esquizofrenia, para el tratamiento agudo de episodios maniaco-depresivos asociados con trastorno bipolar y para depresión en adultos, un conjunto de enfermedades en las que el problema de la adherencia es mayor. Si por lo general, el índice de cumplimiento de los pacientes crónicos es del 50 por ciento, la tasa de adherencia en el caso de los pacientes con depresión es del 45,28 por ciento, según los resultados del Análisis Nacional del Observatorio de la Adherencia al Tratamiento en patologías crónicas.

No hay evidencia de que este nuevo dispositivo mejore el cumplimiento terapéutico. De hecho, su prospecto destaca que no debería utilizarse para rastrear las tomas en tiempo real o durante una emergencia, ya que sólo está pensado para rastrear las pastillas que son ingeridas, y la detección de la ingesta podría retrasarse (puede llevar entre 30 minutos y dos horas) o incluso no ocurrir.

En su lugar, este nuevo tratamiento promete abrir un nuevo capítulo en la relación médico-paciente, al poner a disposición de ambos información real sobre los patrones de conducta en relación a la adherencia a los tratamientos sobre la cual cimentar un diálogo informado que, a su vez, permita personalizar un plan de tratamiento. La necesidad de profundizar en la comunicación entre médicos y pacientes es, de hecho, otra de las conclusiones del análisis del OAT. Al ser preguntados al respecto, uno de cada tres pacientes con depresión encuestados manifestó automedicarse y no comunicárselo a su médico.

¿Cómo funciona?

Al entrar en contacto con los fluidos estomacales, el sensor incorporado a la píldora -del tamaño de un grano de arena- envía un mensaje a un dispositivo wereable, encargado de registrar el día y la hora de la ingestión y otros datos fisiológicos, como el nivel de actividad.

La información recogida en el dispositivo se transmite a una aplicación móvil, que permite al paciente revisarla y compartirla, si así lo decide, con su médico o cuidador. El paciente puede garantizar y prohibir el acceso a estos datos en cualquier momento. Concedido el permiso, el facultativo podrá revisar, a través de una página web, el historial de las tomas del paciente.