El seguimiento es clave para cumplir los propósitos de año nuevo relacionados con hábitos saludables

El 55 por ciento de los participantes tuvo éxito recibiendo ‘algo de apoyo’

Laura Chivato Isabel

Con la llegada del nuevo año son muchas las personas que elaboran una lista de propósitos a cumplir durante los meses que vienen. Entre estos suelen estar diferentes hábitos saludables como hacer ejercicio, llevar una buena alimentación o dejar de fumar. No obstante, y a pesar de que un alto porcentaje de enfermedades crónicas, o incluso algunos casos de cáncer, se podrían prevenir con un estilo de vida más sano, uno de los principales problemas es la falta de adherencia en el largo plazo. Por ello, el seguimiento por parte de un profesional es clave para cumplir con dichos propósitos y mantenerlos en el tiempo, o así lo destacaba un reciente estudio que analizaba la adherencia a los propósitos de año nuevo y en el que se demostraba que el 55 por ciento de los participantes tuvo éxito después de un año recibiendo ‘algo de apoyo’.

En el caso concreto de la alimentación, el cambio de hábitos alimentarios debe ser progresivo y permanente y por esta misma razón es necesario el seguimiento con un dietista-nutricionista, tal y como explica Alma Palau, presidenta del Consejo General de Colegios Oficiales de Dietistas-Nutricionistas (CGCODN): “Generalmente entre 6-12 meses de forma regular al menos cada 15 días, y después un seguimiento mensual durante más tiempo, porque es realmente difícil no volver a los malos hábitos. Más adelante veremos al paciente cada 6 meses e intentaremos no perder el contacto. Además, suele ser muy aconsejable, aunque dependerá del perfil del paciente, acompañarlo de tratamiento psicológico, ya que la ansiedad, la autoestima, el estrés, etc. suelen ser determinantes y el dietista-nutricionista no está suficientemente preparado para abordar estos aspectos. De hecho, si detectamos que el factor psicológico pesa mucho, primero debemos pedirle que vea a un psicólogo antes que a un dietista-nutricionista.”

“El primer paso -añade Palau- es ayudar al paciente a ser consciente de las consecuencias de sus hábitos alimentarios, de todas las patologías que le pueden provocar a lo largo de la vida, de la pérdida de calidad de vida, la afectación incluso en su capacidad de engendrar, de la responsabilidad que tiene con el resto de su familia (si es padre o madre de familia), de la repercusión que puede tener en su rendimiento laboral, hasta dar con la clave que le ayuda a querer el cambio”.

“El primer paso es ayudar al paciente a ser consciente de las consecuencias

de sus hábitos alimentarios”

Algo parecido ocurre con el tabaquismo, ya que son muchas las personas que se proponen dejar de fumar en cuanto llega enero, tanto que, según Andrés Zamorano, presidente y portavoz del Comité Nacional para la Prevención y control del Tabaquismo (CNPT), hasta el 90 por ciento de los fumadores ha intentado dejarlo alguna vez. “Muchos han vuelto a fumar porque la nicotina es una sustancia muy adictiva que produce síndrome de abstinencia cuando se deja de consumir; además, las industrias tabacaleras están muy interesadas en que la gente siga fumando y tienen que reclutar nuevos clientes, sin importarle la edad. Estas dos razones hacen que los fumadores lo sean y no exactamente porque quieran”, señala Zamorano, quien además pertenece a la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG).

Desde el CNPT recomendamos a los pacientes que dejen de fumar, para lo cual deberían ponerse en contacto con el profesional de la salud más cercano y pedir ayuda. Será incluido en un programa protocolizado y se le acompañará en todo el proceso. Se hará tratamiento cognitivo-conductual con registros de consumo, situaciones de riesgo para fumar, lista de motivos para dejarlo y se le ofertará tratamiento farmacológico si reúne las condiciones de prescripción. Es importante comentar que el tratamiento farmacológico duplica o triplica las posibilidades de ser exfumador al año, es decir, las posibilidades de éxito. Además, no debemos olvidar la importancia que tiene pedir apoyo a familiares y amigos, quienes siempre estarán encantados de ayudar”, añade el presidente del CNPT.

“Desde el CNPT recomendamos a los pacientes que dejen de fumar, para lo cual deberían ponerse en contacto con el profesional de la salud más cercano y pedir ayuda”

En este sentido, la Sociedad Española de Farmacia Clínica, Familiar y Comunitaria (SEFAC) ha publicado recientemente los datos del mayor estudio realizado hasta la fecha sobre la labor asistencial de los farmacéuticos comunitarios en la lucha contra el tabaquismo. En este se ha demostrado que la intervención del farmacéutico comunitario en cesación tabáquica es “eficiente tanto en materia de salud como en ahorro para el sistema sanitario, ya que de aquellos pacientes que llegaron a finalizar los 12 meses de intervención, el 69 por ciento de los incluidos en el grupo de intervención que siguió el programa CESAR consiguió dejar el tabaco.

Este mismo mensaje sobre la importancia de seguimiento por un profesional es también uno de los más repetidos si hablamos de actividad física. Desde el Consejo General de la Educación Física y Deportiva (COLEF) han dedicado un apartado en su blog a los propósitos de año nuevo en el que recomiendan lo siguiente: “Para comenzar un programa de ejercicio físico que mejore tu salud o te haga alcanzar las metas de rendimiento deportivo que te propongas este 2021, puedes contar con los/as educadores/as físico deportivos/as. Te apoyamos en el camino, te ayudamos a establecer objetivos realistas y conseguirlos con garantías, cuidando tu salud y preservando tu seguridad”.

En este sentido, y como recuerda la presidenta del CGCODN, la motivación que puede ofrecer la ayuda de un profesional es un elemento clave, ya que se trata de que el paciente se proponga el cambio de hábitos como un proyecto de crecimiento personal. “Es fundamental no tirar la toalla cuando crea que ha cometido algún error, apoyarse más en los objetivos logrados que en los que están por alcanzarse, no buscar la perfección e identificar a las personas o las situaciones que le inducen a comer mal y alejarse de ellas”, destaca Palau.

Retos para el 2021

La llegada de la pandemia tuvo sus pros y sus contras en lo que se refiere a los hábitos saludables, ya que, por ejemplo, la población cocinó más (y, por lo tanto, comía mejor) y en un 10 por ciento de los casos se consiguió dejar de fumar (además, un 15,7 por ciento disminuyó el consumo), según datos, según datos de la encuesta ‘Tabaco, otras formas de consumo y confinamiento’, promovida por el CNPT, el Ministerio de Sanidad y los Gobiernos de Murcia y La Rioja; no obstante, el consumo de alcohol sí que se incrementó.

En un 10 por ciento de los casos se consiguió dejar de fumar

Con esta información sobre la mesa, y con la vista puesta en este nuevo año 2021, es importante tener en cuenta que, a pesar de que se hayan cometido avances y mejoras con el tiempo, todavía queda mucho por hacer, como insiste Zamorano.

En concreto en tabaquismo, no todo está hecho, y desde CNPT proponemos evitar y estar atentos a la interferencia de la industria tabacalera, equiparar al alza la fiscalidad de todos los productos del tabaco y otras formas de fumar incluyendo todos los Dispositivos Susceptibles de Liberar Nicotina(DSLN), ampliar los ambientes sin humo ni aerosoles de cigarrillos electrónicos, crear un perímetro de seguridad de 10-15 metros en recintos hospitalarios, educativos, organismos públicos, etc., empaquetado neutro (ya disponible en Francia, Reino Unido o Irlanda), campañas periódicas segmentadas con perspectiva de género y restringir la promoción, patrocinio y publicidad de todos los productos con nicotina. Además, es clave seguir prestando ayuda al paciente fumador ofertándole los tratamientos farmacológicos disponibles, que ahora están financiados por el Sistema Nacional de Salud desde el 1 de enero de 2020”, detalla el presidente del CNPT.

Este año 2021 se ha declarado el Año Internacional de las Frutas y Verduras por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), y como comenta Palau, “es una gran oportunidad para poner en valor estos alimentos esenciales en mejorar nuestro estado nutricional y nuestro sistema inmunitario”.

Actualmente, parece que nos enfrentamos a una era de enfermedad transmisible, donde parece que la alimentación tiene poco poder, pero la realidad es que el sistema inmunitario depende en gran medida de un estado nutricional óptimo. Y si igualmente nos contagiamos, un buen estado nutricional siempre será mejor garantía para superar la enfermedad”, subraya esta experta en Nutrición. A pesar de ello, el SNS prácticamente no cuenta con dietistas-nutricionistas en atención hospitalaria, y si se hace referencia a la Primaria, el número total es de cero, una situación a la que, según Palau, “hay que darle la vuelta”.