El beneficio de la inversión a través de la formación: proyecto EFFICHRONIC

El programa de intervención educativa está dirigido a las personas más vulnerables de la sociedad

Laura Chivato

A pesar de la carencia de datos sobre la eficiencia y el coste-beneficio de programas dirigidos a prevenir y reducir los factores de riesgo, estos son fundamentales, ya no solo para mejorar en salud, sino también para que los decisores y gestores puedan establecer el destino de los fondos públicos de forma adecuada. Esta situación, unida al auge de las enfermedades crónicas, hace necesaria la puesta en marcha de proyectos e iniciativas que promuevan hábitos saludables, dando lugar a una mejor calidad de vida y, por lo tanto, mejores resultados en salud. La intervención a través de la formación para empoderar al paciente puede ser una de las vías para obtener estos resultados, y precisamente esto es lo que persigue EFFICHRONIC (Proyecto financiado por la Comisión Europea con fondos aportados por el programa de Salud de la Unión Europea (2014-2020) como parte del proyecto / acción conjunta ‘738127 / EFFICHRONIC’).

EFFICHRONIC es un proyecto europeo liderado por el Principado de Asturias que tiene como objetivo proporcionar evidencia sobre el retorno positivo de la inversión y la rentabilidad a través del ‘Chronic Disease Self-Management Programme (CDSMP)’, un programa de intervención educativa dirigido a las personas más vulnerables de la sociedad como, por ejemplo, aquellas que se enfrentan a la soledad o carecen de redes de apoyo.

“En EFFICHRONIC se pone en marcha una intervención en empoderamiento de personas que poseen una enfermedad crónica y en sus cuidadores cuyo nombre es ‘Chronic Disease Self-Management Programme’. Esta metodología de pedagogía activa acumula treinta años de robusta evidencia de su impacto positivo en la salud de los individuos”, explica Marta Pisano, coordinadora de la Escuela de Pacientes y Programa Paciente Activo de la Dirección General de Salud Pública de Asturias e Investigadora Principal del Proyecto EFFICHRONIC.

En este sentido, el trabajo realizado desde el Programa Paciente Activo de Asturias (2014) es uno de los puntos clave que ha llevado al Principado a liderar el proyecto. Este programa ha tenido un efecto positivo visible” en las personas que han realizado el taller y, además, ha demostrado que los recursos públicos deben estar a disposición de toda la ciudadanía. “Es necesario acudir de forma proactiva al entramado social y a las redes sociales existentes -destaca la coordinadora-, salir del sector salud y agrandar el abanico y los canales de comunicación con los que desde el mundo sanitario accedemos a la ciudadanía.”

El trabajo realizado desde el Programa Paciente Activo de Asturias (2014) es uno de los puntos clave que ha llevado al Principado a liderar el proyecto

Además, según Pisano, otro de los puntos fuertes es el añadido que proporciona la visión transversal de la inclusión de los determinantes sociales como causa influyente y determinante de la salud de los individuos y las comunidades realizada desde el Observatorio de Salud de Asturias. Esto se ha tenido en cuenta ya que, previamente al desarrollo de EFFICHRONIC, se llevó a cabo un ensayo clínico aleatorio en pacientes con diabetes tipo II, donde se observó que las personas que acudían a los cursos “estaban muy bien” y, por tanto, el área de mejora era muy escasa. Por lo que incorporar este tipo de variables y captar a pacientes que “estuvieran peor” presuponía una buena opción de estudio para la mejora, tanto de su calidad de vida, como de los resultados.

Con todo, se pretende realizar una “ambiciosa” evaluación planificada en la que se incluye la medición del impacto individual de la intervención, cuyos resultados serán la base para sustentar los beneficios individuales en salud para los crónicos y sus cuidadores. Además, se medirá el costo-eficacia e indicadores de “especial relevancia” para proporcionar ayuda a los políticos y gestores a la hora de tomar decisiones. Todo ello con un presupuesto de un millón y medio de euros, donde el 60 por ciento es subvencionado por la Comisión Europea (un 60 por ciento repartido entre los diferentes partners en función de la carga de trabajo)

Se pretende realizar una “ambiciosa” evaluación planificada en la que se incluye la medición del impacto individual de la intervención

Del 2017 al 2020

El proyecto comenzó el año pasado en Luxemburgo -concretamente en junio- y está previsto para tres años, es decir, hasta el 2020. En los tres años de duración se formarán a más de 2.000 personas entre los cinco países que forman el partenariado: Italia, Holanda, Francia, Reino Unido y España.

Hasta ahora, el trabajo que han desarrollado los investigadores ha sido coordinar y facilitar la formación en los diferentes países socios, ya que este programa requiere de una ‘cadena’ formativa: primero se forman los ‘master trainers’ (formadores de formadores), luego estos forman a los monitores y estos después a usuarios finales de la comunidad.

“Además, hemos establecido todo el marco evaluativo del proyecto, bastante ambicioso, porque, por un lado, requiere medir el impacto individual en las personas tras la intervención y el coste-eficiencia; y por otro, se quieren medir indicadores de impacto para los gestores y políticos. Esto ha sido una tarea que nos ha llevado meses”, subraya Pisano.

Esta iniciativa también requiere de una estrategia de diseminación y reclutamiento y captación de participantes para el programa, tercera tarea llevada a cabo desde el inicio de EFFICHRONIC. “Nos fijamos en población vulnerable y esta es de difícil acceso -recalca la investigadora-: hay que ponerse muy en contacto con lo social y hemos estado desarrollando un proceso específico para ello, porque ahora, a partir del 12º mes, ya empieza la formación.”

Hay que ponerse muy en contacto con lo social y hemos estado desarrollando un proceso específico para ello

En concreto, EFFICHRONIC busca:

  • Desarrollar una herramienta pronóstica multidimensional apoyada en el MPI (índice pronostico multidimensional) que se ha desarrollado para poder pronosticar valores negativos de desarrollo en una enfermedad crónica. Sin embargo, el MPI solo tiene en cuenta criterios clínicos, y desde EFFICHRONIC han construido una herramienta pronóstica multidimensional que incorpore parámetros socioeconómicos culturales: se sabe que las personas con peores condiciones socioeconómicas, independientemente de la enfermedad, van a evolucionar peor. “Por ello, hemos logrado crear un algoritmo donde se incorpore una herramienta pronóstica que sume variables socioeconómicas culturales y variables técnicas”, apunta Pisano.
  • Generar un marco estratégico de comunicación y diseminación del programa para acceder y captar a población con mayor grado de vulnerabilidad económica y social
  • Evaluar el coste eficiencia, el impacto individual de las personas en términos de salud e incorporar herramientas de evaluación que sirvan para tomar decisiones políticas.
  • Crear Guías con recomendación de impacto en salud y e impacto en costo-eficiencia para decisores políticos y gestores sanitarios.

Actualmente -y hasta dentro de 18 meses-, el proyecto está formando a los pacientes a través de los talleres. Cada país socio desarrollará estos en 500 personas, llegando a un total de 2.500, de tal forma que, dentro de año y medio, ya hayan finalizado las intervenciones educativas. “Seis meses después de terminar la intervención -indica Pisano-, se empezarían a recoger los datos de los seis meses posteriores”.