¿Es importante controlar la presión arterial?

El 37,4 de los hipertensos está sin diagnosticar

Laura Chivato Isabel

Según el estudio Di@bet.es de la Fundación Española del Corazón (FEC), el 42,6 por ciento de la población adulta es hipertensa, y sin embargo, a la hora de la verdad son muy pocos los españoles que realizan un control “exhaustivo” de su tensión arterial, ya que únicamente el 23 por ciento así lo confirma, tal y como refleja el estudio ‘IV Barómetro sobre el Autocuidado de la población española’ elaborado por Pic Solution. A pesar de este porcentaje tan bajo, llevar un seguimiento de la presión arterial (PA) es fundamental ya que, cuanto más alta es esta, mayor es el riesgo de padecer un evento cardiovascular, como explica Asunción Mendiola, vocal del Grupo de Trabajo de Enfermería en Prevención y Rehabilitación Cardiaca de la Asociación Española de Enfermería en Cardiología (AEEC).

“La hipertensión arterial (HTA) conocida como ‘la asesina silenciosa o silente’ es la elevación mantenida de la PA por encima de los límites normales, bien sea la Presión Arterial Sistólica (PAS), la Presión Arterial Diastólica (PAD) o ambas. Se trata de un factor de riesgo cardiovascular (FRCV) responsable de una morbimortalidad cardiovascular elevada que presenta una relación directa con el grado de daño orgánico”, apunta Mendiola, quien considera que, aunque cada vez hay más información y la población se cuida “un poco más” en cuanto al seguimiento de hábitos saludables, no se es consciente de la importancia que tiene llevar un buen control y seguimiento de la tensión arterial. Tanto es así que, según el estudio Di@bet.es mencionado anteriormente, el 37,4 de los hipertensos está sin diagnosticar.

“Se trata de un factor de riesgo cardiovascular (FRCV) responsable de una morbimortalidad cardiovascular elevada que presenta una relación directa con el grado de daño orgánico”

En línea con la vocal de AEEC, Maite San Saturnino, presidenta de Cardioalianza, insiste en que tener controlada la presión arterial es “muy importante, ya que se trata de la fuerza que ejerce el corazón sobre las arterias para que éstas conduzcan la sangre hacia los diferentes órganos del cuerpo.

La hipertensión incrementa el riesgo de sufrir una enfermedad circulatoria, ya sea un infarto de miocardio o un ictus, pues ésta está estrechamente ligada a la aparición de arteriosclerosis y de trombos. Además, aumenta hasta dos veces el riesgo de aneurisma de la aorta (dilatación de la arteria principal) que puede llevar a la rotura de la misma. Si además de tener la presión alta, la persona es obesa, fuma o tiene hipercolesterolemia, se posee entonces un mayor riesgo de padecer un evento cardiovascular”, comenta San Saturnino.

En cuanto a las cifras para saber cuándo se tiene alta la tensión, Mendiola detalla que “hasta hace poco” se consideraba HTA cifras de PAS > 140 mm Hg y/o PAD > 90 mm Hg, pero la Asociación Americana del Corazón (AHA) y el Colegio Americano de Cardiología (ACC) de Estados Unidos han modificado los valores a partir de los cuales se considera que una persona sufre HTA, bajándolos hasta considerar tensión elevada las cifras de PAS entre 120-129 mm Hg o PAD 80 mm Hg. “No obstante, en la Guía 2018 de la Sociedad Europea de Cardiología-Sociedad Europea de Hipertensión (ESC- ESH), se sigue manteniendo sin cambios respecto a las guías europeas previas: se define como valores de PAS ≥ 140 mm Hg o PAD ≥ 90 mm Hg, aunque resalta la importancia de la detección precoz de la hipertensión y recomiendan medir al menos cada 5 años la presión arterial de las personas con cifras”, subraya la vocal de AEEC.

Programas de salud desde la infancia

Para concienciar a la población sobre la importancia que tiene un buen control de la presión arterial, ambas expertas coinciden en que es fundamental poner en marcha programas de salud para la prevención desde la infancia y que en el futuro se cuente así con adultos más sanos. “Desde Cardioalianza iniciamos hace 3 años un programa educativo en escuelas porque estamos convencidos de la importancia de la educación en la salud para la infancia, pero también porque estos son prescriptores de buenos hábitos de sus mayores. Desde las organizaciones de pacientes se trabaja también en campañas de información y educación sanitaria a través de jornadas y conferencia para personas que ya han sufrido un evento cardiovascular”, recalca San Saturnino.

“Estamos convencidos de la importancia de la educación en la salud para la infancia, pero también porque estos son prescriptores de buenos hábitos de sus mayores”

“Así, hace falta educar a la población desde niños, en las escuelas, para enseñarles la importancia de llevar una vida saludable para la prevención de enfermedades en un futuro”, añade la presidenta de Cardioalianza sin olvidar de mencionar la prevención secundaria, es decir, entre los propios pacientes con enfermedades cardiovasculares: “Hacen falta más programas educativos sobre los factores de riesgo cardiovascular y la importancia de su control dirigidos a los pacientes cardiovasculares de todas las Comunidades Autónomas. En nuestro sentido, todo paciente que haya sufrido un evento cardiovascular debería tener la oportunidad de formar parte de uno de estos programas formativos”.

Para Mendiola, además concienciar a la población más joven desde el colegio sobre la importancia de seguir unos hábitos de vida saludable, otra de las iniciativas sería realizar más campañas en medios de comunicación sobre cómo tomarse la tensión arterial en el domicilio o cuándo consultar a un especialista ante las señales de alarma: “Yo realizaría cursos cortos de aprendizaje de toma de tensión arterial, a todos los niveles desde gimnasios, colegios, universidades y empresas de trabajo, etc.; así como aprender a comer bien y sin esfuerzo para tener bajo control la tensión arterial”.