“Dentro de las enfermedades crónicas, la enfermedad venosa crónica es una de las más irregulares en cuanto a la adherencia al tratamiento”

Rodrigo Rial, presidente del Capítulo Español de Flebología de la SEACV

Laura Chivato Isabel

Si se habla de patología venosa hay que tener en cuenta que esta engloba tanto a la enfermedad tromboembólica como a la enfermedad venosa crónica (EVC). Esta última supone un reto en cuanto a la adherencia al tratamiento, ya que tal y como apunta el doctor Rodrigo Rial, esta es más bien escasa. Para el recién nombrado presidente del Capítulo Español de Flebología de la Sociedad Española de Angiología y Cirugía Vascular (SEACV) es muy importante la formación de todos los especialistas implicados en el tratamiento de la EVC; además de que el paciente proporcione un feedback a su médico con el objetivo de poder realizar un seguimiento y así mejorar los resultados en salud.

Pregunta. ¿Qué objetivos persigue como nuevo presidente del Capítulo Español de Flebología?

Respuesta. En esta nueva etapa lo que pretendemos es seguir la línea que marcaron los presidentes y las juntas directivas anteriores, fundamentalmente poner en valor la cirugía vascular y el ámbito flebológico en particular dentro de la sociedad española y el reconocimiento también de todos los profesionales implicados en la materia.

P. ¿Cómo ha avanzado el abordaje de la patología venosa?

R. Los últimos diez-quince años hemos avanzado muchísimo, tanto en la enfermedad tromboembólica como en la enfermedad venosa crónica. Concretamente, en esta última se ha logrado un avance muy importante desde el punto de vista técnico, con todos los procedimientos endoluminales para el tratamiento de la insuficiencia de la vena safena y de las varices. También se ha avanzado mucho en el conocimiento de todos los mecanismos implicados en el tratamiento médico, incluidos los farmacológicos o la terapia compresiva con nuevos tejidos. En definitiva, estamos avanzado de forma rápida y hacia modelos de tratamiento en los que podemos decir que estamos logrando ya una excelencia.

“En definitiva, estamos avanzado de forma rápida y hacia modelos de tratamiento en los que podemos decir que estamos logrando ya una excelencia”

En cuanto a la enfermedad tromboembólica, esta tiene un componente muy multidisciplinar en el cual la flebología tiene un campo destacado, tanto el diagnóstico como en el síndrome postrombótico.

P. A día de hoy, ¿qué retos se tendrían que superar en relación al abordaje de la enfermedad venosa crónica?

R. Fundamentalmente lo que tenemos que conseguir es poder proporcionar una asistencia adecuada y universal y llegar a toda la población, ya que la especialidad de cirugía vascular es relativamente nueva y están supliéndola, y muy bien en muchísimos aspectos, tanto médicos de Atención Primaria como otras especialidades quirúrgicas, pero el cirujano vascular debe ser el referente.

P. ¿Y diría que la enfermedad venosa crónica es una enfermedad grave?

R. Realmente es crónica, pero puede llegar a situaciones incapacitantes. No la consideramos como una enfermedad grave porque en general tenemos un tratamiento adecuado para ella. Esta engloba desde las personas que llegan a casa con las piernas cansadas y tienen capilares en sus piernas hasta personas a las que les aparece una úlcera venosa que requiere curas durante un tiempo prolongado.

P. ¿La población general está concienciada?

R. Este es otro de los objetivos que perseguimos dentro del Capítulo Español de Flebología: conseguir una concienciación de la población sobre esta enfermedad. Que conozcan en qué consiste la enfermedad y que sepan a qué especialista dirigirse.

“Este es otro de los objetivos que perseguimos dentro del Capítulo Español de Flebología: conseguir una concienciación de la población sobre esta enfermedad”

Indudablemente, las personas que sufren esta enfermedad ya están concienciadas, pero las que no la padecen y están comenzando con los síntomas ocupacionales, de su profesión, deben concienciarse para poder prescribirles un tratamiento adecuado y así evitar su evolución.

P. ¿Cómo puede prevenir y controlar el paciente la EVC?

R. Si hablamos de la prevención de la enfermedad, esta se basa en evitar las causas que lo producen. Hay dos tipos de causas: unas son las causas adquiridas y otras las causas fundamentalmente genéticas o hereditarias. Respecto a estas últimas, no se puede actuar de forma directa, pero sí hacer una prevención.

En cuanto a las personas que su profesión les obliga a estar mucho tiempo de pie, profesiones de riesgo, hay que recomendarles la utilización de un soporte elástico, y desde luego evitar circunstancias como la obesidad o fármacos que puedan contribuir a la aparición de la enfermedad venosa crónica.

Luego, a un paciente que ya está diagnosticado de EVC hay que tratarle tanto con terapia compresiva como con fármacos y medidas-higiénico dietéticas.

P. Y en este control, ¿qué opción de las que acaba de mencionar le parece más importante?

R. Las tres opciones son pilares básicos. Creo que hay que determinar muy bien en qué fase de la enfermedad estamos para implementar los tres pilares. Desde luego, todo paciente que tenga síntomas debe ser tratado con terapia compresiva, medias elásticas, fármacos flebotónicos y medidas higiénico-dietéticas o, como también las denominamos, medidas posturales.

“Todo paciente que tenga síntomas debe ser tratado con terapia compresiva, medias elásticas, fármacos flebotónicos y medidas higiénico-dietéticas o, como también las denominamos, medidas posturales”

Estacionalmente, es cierto que es muy difícil utilizar las medias en las temporadas de mucho calor -aunque sería necesario utilizarlas-; ahí los fármacos flebotónicos adquieren un mayor protagonismo. Y desde luego la prevención durante el resto del año con la terapia compresiva o asociada a fármacos cuando exista sintomatología.

P. Según el Análisis Nacional de Adherencia al Tratamiento del Grupo OAT, solo el 51,6% de los pacientes crónicos son adherentes a los tratamientos. ¿Cómo de acuerdo está con esta afirmación si hablamos de IVC?

R. La verdad es que no tenemos datos, pues no hemos hecho un estudio concreto, pero sabemos que la adherencia al tratamiento en enfermedad venosa crónica es escasa.

Es corta precisamente por lo que he comentado antes, desde el punto de vista estacional, mucha gente abandona la terapia compresiva, otras son reacias a tomar medicamentos a pesar de ser prescritos y también nuestros hábitos de vida nos impiden realizar unas medidas posturales adecuadas.

Creemos que dentro de las enfermedades crónicas es una de las más irregulares en cuanto a la adherencia al tratamiento. Este también podría ser uno de los objetivos para el futuro dentro del Capítulo Español de Flebología: conseguir poner en valor el tratamiento en la enfermedad venosa crónica y su importancia para evitar la progresión.

“Creemos que dentro de las enfermedades crónicas es una de las más irregulares en cuanto a la adherencia al tratamiento”

P. ¿Qué consecuencias tiene la falta de adherencia?

R. Lo principal es una disminución de la calidad de vida, en el sentido de que va a tener más molestias, va a tener más problemas y, desde luego también, lo que hemos comentado repetidamente, que su enfermedad va a evolucionar más deprisa que la de una persona que sigue el tratamiento.

P. A través de su experiencia clínica, ¿cree que el paciente está suficientemente informado sobre la importancia que tiene cumplir con los tratamientos que antes ha mencionado?

R. Esto es un problema que nos ocurre a todos los que trabajamos en el ámbito sanitario y en la medicina, y es que a veces tenemos un tiempo limitado para poder explicar cómo merece y dedicarle el tiempo adecuado al tratamiento de nuestros pacientes de forma general.

A la terapia compresiva hay que dedicarle tiempo, desmontar el tópico de que son incómodas; lo que hay que hacer es realizar una correcta medición, dar la compresión adecuada y, desde luego, que los tejidos o la marca de la media sea la más adecuada para los pacientes. Hay flebotónicos más eficaces que otros para cada caso, eso sin duda advertirlo también. Y luego explicar las medidas posturales y lo que se puede hacer. Mucha gente dice “no tengo tiempo para poner las piernas en alto”, pues saber que no solamente se trata de poner las piernas en alto, sino que también se puede hacer movimientos con los tobillos o hacer ejercicio moderado.

P. Por su respuesta intuyo entonces que el paciente no está lo suficientemente informado…

R. Bueno no tenemos estudios sobre esto, pero desde luego es una queja general de los pacientes, que no están suficientemente informados, pero yo creo que el problema no es una falta de conocimiento por parte del médico, sino un defecto en la transmisión y en el tiempo que se dedica a detallar cómo aplicar los tratamientos.

“Desde luego es una queja general de los pacientes, que no están suficientemente informados”

P. ¿Qué estrategias o iniciativas desde la consulta cree que podrían ayudar a este a incorporar en su conducta un rol más activo?

R. Sobre todo pedirle al paciente que tenga un feedback del tratamiento que le hemos puesto, de las pautas que le hemos recomendado y hacer un seguimiento de dicho tratamiento. Que al cabo de una semana o quince días vuelva a la consulta y ver nosotros cómo van evolucionando esos tratamientos. Con esto vamos a fidelizar la fase inicial y después ya el paciente podrá caminar solo.

P. Y más allá de la consulta, ¿sería positivo desarrollar estrategias complementarias?

R. Conocer la enfermedad es lo más importante. Además, conocer el tratamiento y los mecanismos por los cuales funcionan también lo es.

La industria farmacéutica colabora en muchos aspectos en este sentido, todas las publicidades médicas adecuadas también van a contribuir. Igualmente, la formación de todos los especialistas implicados en el tratamiento de la enfermedad venosa crónica es muy importante; que tanto Atención Primaria como otros especialistas, Farmacia incluida, conozcan todos los pilares de tratamiento y cómo realizar una correcta prescripción o dispensación de los mimos.

P. ¿Qué consejo le daría a alguien que acaba de ser diagnosticado?

R. El primer consejo es que, si ese diagnóstico ha sido realizado por un cirujano vascular, que siga fielmente sus indicaciones; y si ha sido realizado por un especialista que no sea este, al menos, debe ser evaluado en alguna ocasión por un cirujano vascular para corroborar que el diagnóstico es correcto y las terapias complementarias de la manera más adecuada.

Esto es así porque el tratamiento de la enfermedad vascular crónica, no solo es médico, sino que existen tratamientos quirúrgicos que solo pueden aplicar los cirujanos vasculares, pues hay que seleccionar bien los pacientes que pueden ir para cirugía, especialmente aquellos que tienen varices.