Es fundamental seguir las medidas higiénico-dietéticas y terapéuticas, así como hábitos de vida saludable
Laura Chivato Isabel
En el momento de escribir esta noticia, los datos relacionados con el coronavirus COVID-19 en España según el Ministerio de Sanidad eran los siguientes: 17.395 contagiados y 803 fallecidos, unas cifras que, a medida que pasan los días, desgraciadamente van en aumento. Por ello, antes incluso de la declaración del estado de alarma el pasado 14 de marzo, diferentes organizaciones e instituciones sanitarias ya lanzaron una serie de consejos para prevenir el contagio del virus, entre los que se encontraba, entre otros, lavarse las manos o toser poniendo medidas de barrera como el brazo. Esas medidas de prevención siguen hoy vigentes junto con aquellas derivadas del mencionado estado de alarma, aunque de nada sirven si la ciudadanía no es consciente de que hay que ser especialmente adherentes a estas ante la actual situación, tal y como recuerda la doctora Pilar de Lucas, vocal del Comité Científico del Grupo OAT: “En estos momentos, que no pueden ser sino calificados de dramáticos, la adherencia a las recomendaciones para el control de la enfermedad es especialmente importante”.
Esta especialista, quien es además expresidenta de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR), insiste en que la adherencia terapéutica no solo se refiere a cumplir con el tratamiento farmacológico, sino que a esto se suma participar activamente a través del conocimiento en el proceso de diagnóstico, tratamiento y control. Al final se trata de compartir con los profesionales las decisiones encaminadas al manejo de la enfermedad, desde el conocimiento y la responsabilidad. “La adherencia también depende mucho de la confianza, de la comunicación y de la relación médico-paciente. Y no se puede negar que la comunicación en este tipo de casos deberíamos mejorarla para conseguir una mayor confianza entre los pacientes. En este sentido, el teléfono es bueno y ha sido de gran ayuda en un programa de telemedicina on-line que se puso en marcha en Corea”, explica.
Con ella coincide Ernesto Cortés, director de la Cátedra de Adherencia de la Universidad Miguel Hernández-Observatorio de la Adherencia, quien considera que es justo en estos momentos cuando la adherencia a las medidas higiénico-dietéticas y terapéuticas, así como a los hábitos de vida saludable, es “más importante que nunca”: “En este caso de ‘alarma sanitaria por el Covid-19’, las autoridades civiles y sanitarias nos están indicando el camino a seguir, el más importante evitar el contacto y extremar las medidas higiénicas”.
“No obstante -añade Cortés-, nos esperan varias semanas de crecimiento aparentemente incontrolado por los contagios previos. Ante esta situación, creemos que es importante no colapsar servicios sanitarios, y desde el hogar o desde los puestos de trabajo indispensables, prepararnos para la normalización, siguiendo con el ritmo de trabajo posible, de forma que la pérdida, sobre todo vidas, pero también de recursos se minimice”.
La adherencia a estas recomendaciones: quedarnos en casa y proteger a los más frágiles, es fundamental, como insiste la doctora de Lucas: “Es lo recomendado y, además, permitirá disponer de espacios en los hospitales para cuando la evolución clínica menos favorable así lo indique”.
“Los protocolos establecidos por el Ministerio y las comunidades autónomas, de manera consensuada con sociedades científicas para el manejo de los pacientes hospitalizados, y las disposiciones de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) -añade-, son claros y permiten la atención homogénea de todos los casos en todas las comunidades. Por tanto, ahora que creo que disponemos de información y que todas las fuentes vamos de la mano, debemos ser adherentes y cumplir las recomendaciones: quédate en casa, contacta con los servicios disponibles para atención domiciliaria y sigue sus recomendaciones para el control a lo largo de todo el proceso”.
Prevención desde Atención Primaria
Precisamente, desde Atención Primaria (AP) la acción fundamental se basa en la prevención de la enfermedad y la modificación de estilos de vida nocivos, favoreciendo la labor de promoción de la salud, tal y como cuenta la doctora Carmen Valdés, médico de Familia en el Centro de Salud de Fuencarral (Madrid) y vocal del Comité Científico del Grupo OAT: “Nos movemos en entornos de enfermedades crónicas y, sin embargo, estamos ante un escenario de enfermedad aguda y transmisible, por lo que las acciones van encaminadas a evitar el contagio y la transmisión de la enfermedad”.
Para la doctora Valdés, quien asegura que como médico “nunca” se había enfrentado a una circunstancia similar, este escenario ha cambiado “drásticamente” la forma de desarrollar el trabajo diario en los Centros de Salud. “Nuestro objetivo desde AP se basa en evitar el desplazamiento de los pacientes al centro, y que entren en contacto con un ‘ambiente de riesgo’, que es la transmisión comunitaria, es decir de persona a persona, con lo que priorizamos la atención telefónica y las consultas no presenciales”, apunta.
“Aquí debo y quiero resaltar expresamente -añade esta especialista de AP- que desde nuestra Gerencia Asistencial de AP, y en concreto desde la Dirección Asistencial Norte, se ha dado libertad absoluta para la organización interna de cada centro, y con mucho orgullo trasmitir la labor de todos y cada uno de los profesionales que lo integran: servicio de limpieza de las zonas ‘sucias’, servicio de limpieza ordinario, labor administrativa, auxiliar de enfermería que tiene dispuesto el recambio de material y diariamente nos va dando lo que solicitamos, incluso antes de pedirlo, celadoras ayudando y desempeñando labores fuera de su competencia que hace más fácil el trabajo y la enfermería como un todo ÚNICO con medicina para solventar las circunstancias y cargas de trabajo adicionales que son nuevas para todos”.
Igualmente, la doctora Valdés, quien continua su labor en el CS de Fuencarral en estas circunstancias, ha querido trasmitir unos mensajes concretos a la población:
- La importancia de seguir las recomendaciones de los profesionales sanitarios y de las autoridades en la materia. “Cuanto más radicales y disciplinados seamos en estas medidas, más cerca estará el final de la pandemia”.
- El sistema sanitario español es uno de los mejores, pero sus profesionales lo son todavía más.
- La necesidad y el deber de extraer conclusiones de medidas higiénicas que no estaban olvidadas, “pero si en desuso”, como la higiene de manos de manera frecuente, la ventilación diaria de las viviendas y el uso de determinados productos de limpieza que siguen teniendo vigencia a día de hoy.
Aislamiento domiciliario
En el que caso de se presentasen síntomas, las autoridades han puesto a disposición de la población con sintomatología, fiebre y tos, teléfonos específicos de consulta en el que si el caso se considera clínicamente probable (incluso sin test, como subraya la doctora de Lucas), se indicará aislamiento dentro del propio domicilio para evitar el contagio de las personas que convivan con dicho paciente.
En este sentido, la doctora Valdés detalla que este aislamiento -obligado- debe cumplirse al menos 14 días (durante los cuales todos las personas que habitan en la vivienda deben usar mascarillas), separando la ropa, las camas y en habitación diferente del resto de los miembros de la vivienda, realizando desinfección de sus utensilios, lavando su ropa aparte con altas temperaturas (60º-100º C); debe realizarse una desinfección del baño con lejía y extremar el resto de los miembros de la casa el contacto a menos de 1 metro; la ventilación de la casa es una de las medidas recomendadas para evitar el contagio; además de que aquellas superficies en las que se esté en continuo roce, deben ser lavadas “frecuentemente” con soluciones hidroalcohólicas.
Este aislamiento -obligado- debe cumplirse al menos 14 días (durante los cuales todos las personas que habitan en la vivienda deben usar mascarillas)
“En el tratamiento farmacológico de los casos leves, como todo microorganismo de naturaleza vírica, el uso de los tratamientos sintomáticos es el más eficaz. Generalmente indicado el uso de antitérmicos, o analgésicos como el paracetamol o metamizol en caso de no existir alergias a los mismos, hidratación abundante, y comida sana y fácilmente digerible. Sobre el uso de los antiinflamatorios no esteroideos, existen claras controversias, si bien el fármaco de primera elección para el tratamiento de los síntomas derivados de la infección por COVID-19 es el paracetamol”, señala.
*Desde el Grupo OAT queremos agradecer a los tres expertos el tiempo dedicado para participar en la elaboración de este artículo teniendo en cuenta las circunstancias.