Los pacientes anticoagulados exigen al Ministerio de Sanidad medidas para facilitar su mejor control

Estos pacientes se enfrentan además a inequidades en el acceso a los tratamientos en el SNS

Redacción

La inequidad en el acceso a los tratamientos y la inseguridad son dos factores con los que conviven en España más de un millón de personas que toman anticoagulantes orales en España diariamente. Una cifra que aumenta cada año como consecuencia del envejecimiento de la población y el aumento de los factores de riesgo vascular. Debido a este tratamiento, estos pacientes son más vulnerables ante una emergencia médica o una intervención quirúrgica, pues un mal seguimiento puede provocar ictus o hemorragias. Ir al centro de salud periódicamente se ha convertido en una práctica de riesgo y estos pacientes se enfrentan además a inequidades en el acceso a los tratamientos en el Sistema Nacional de Salud: es decir, depende de dónde vivas tienes un acceso mejor o peor a un tratamiento.

Las organizaciones de pacientes, reunidas en la Federación Española de Asociaciones de Anticoagulados (FEASAN), lanzan su campaña con motivo del Día Nacional del Paciente Anticoagulado (18 de noviembre) en la que recuerdan a estas personas que también son héroes o heroínas y que su mayor heroicidad consiste en cuidar su salud y no abandonar sus tratamientos pese a las dificultades. “Este año, como para casi todos, es especial y nuestro Día Nacional lo dedicamos a recordar a los pacientes que, a pesar de ser más vulnerables ante la COVID 19, también somos héroes cuando participamos activamente en cuidar nuestra salud”, ha explicado Rafael Martínez, presidente de FEASAN. El eslogan elegido es ‘Si estás anticoagulado, tú también eres un héroe‘.

“A pesar de ser más vulnerables ante la COVID 19, también somos héroes cuando participamos activamente en cuidar nuestra salud”

Inequidades

Los anticoagulantes orales son medicamentos que evitan la formación de coágulos en el interior de los vasos sanguíneos. Por eso, quienes los toman se protegen de sufrir un ictus o una trombosis. Son considerados uno de los tratamientos que más vidas han salvado a lo largo de su historia de uso y lo siguen haciendo. Sin embargo, un manejo correcto es vital pues son medicamentos que conllevan un elevado riesgo, el más frecuente es la hemorragia.

FEASAN ha podido constatar que, aunque la mayoría de CCAA adoptó medidas extraordinarias durante la primera oleada de la pandemia, ni todas fueron las mismas, ni todas fueron oficiales y, por supuesto, algunas no tomaron medida alguna, como suele ocurrir en el Sistema Nacional de Salud. De hecho, en abril la organización de pacientes publicó un informe con una serie de conclusiones en la que se subrayaba que “tan solo 7 CCAA han publicado medidas extraordinarias, entre las que se incluye la autorización de los ACOD para los nuevos pacientes con Fibrilación Auricular no valvular, que exige la flexibilización del visado de inspección”.

Tras la primera oleada de la COVID 19, algunas administraciones retiraron rápidamente las medidas extraordinarias.Las administraciones sanitarias autonómicas actúan irresponsablemente introduciendo desigualdades entre unos pacientes y otros. Estas desigualdades han aumentado más aún durante la pandemia. No se prioriza la salud de los pacientes con esta forma de proceder”, ha subrayado el presidente de FEASAN.

“Las administraciones sanitarias autonómicas actúan irresponsablemente introduciendo desigualdades entre unos pacientes y otros”

El actual contexto de pandemia ocasionado por la COVID 19 ha evidenciado más si cabe las deficiencias en materia de control del paciente anticoagulado. FEASAN en su día nacional quiere denunciar que a estas alturas las administraciones sanitarias desoigan las recomendaciones de los clínicos y no se apueste por sistemas de seguimiento más seguros para el paciente.

Una reciente encuesta de FEASAN evidenció que el 40 por ciento de los pacientes siente miedo o preocupación al acudir a un centro de salud a realizarse el control, de los cuales casi el 20 por ciento se mostró muy preocupado al acudir. Asimismo, cuando se preguntó por sus preferencias en cuanto a su tratamiento anticoagulante, el 44 por ciento refirió que preferiría tomar un anticoagulante que no requiera controles y el 38,5 por ciento que preferiría autocontrolarse el tratamiento desde su domicilio con un coagulómetro portátil. Sin duda, el paciente debe participar en el control de su tratamiento y apostar por medidas que le aportan más autonomía siendo igualmente seguras. Para FEASAN este es el contexto adecuado para que la AEMPS elimine de forma indefinida el visado, se incluya la financiación de los ACODs para los pacientes con enfermedad tromboembólica e incluir en la cartera de servicios el autocontrol del tratamiento anticoagulante mediante coagulómetros portátiles para pacientes con prótesis valvular.

“No implicar al paciente origina consumo de más recursos sanitarios, extremo a todas luces evitable con una adecuada información al paciente y con el fomento del autocuidado que garantice la máxima adherencia al tratamiento. En este sentido, las asociaciones somos un recurso que el propio sistema debería aprovechar”, ha apuntado Martínez.