¿Y si no tuviera sentido dicotomizar a la población entre adherentes y no adherentes?

Un estudio europeo apunta a que casi todo el mundo, dependiendo de las circunstancias, está en riesgo de ser no adherente

Carlos Rodríguez

El Estudio Nacional de Adherencia que el OAT llevó a cabo sobre enfermos crónicos ratificó una conclusión: uno de cada dos pacientes sigue sin cumplir adecuadamente los tratamientos prescritos. Esta cifra ha obligado a los expertos a formularse la misma pregunta: ¿cómo identificar previamente a ese 50 por ciento de personas? Las VI Jornadas Nacionales del OAT llevaron esta cuestión un paso más allá. ¿Y si no tuviera sentido dicotomizar los pacientes entre ‘adherentes’ y ‘no adherentes’? Esta es la pregunta que trasladó Przemyslaw Kardas, director del Departamento de Medicina Familiar en la Universidad de Lodz, en Polonia y director científico del Proyecto ABC.

El estudio ABC (Determinación de barreras para el cumplimiento, según sus siglas en inglés) fue un proyecto financiado por el VII Programa Marco de la Unión Europea entre los años 2009 y 2012 con el objetivo de producir recomendaciones políticas basadas en la evidencia para que los gestores europeos pudieran mejorar el abordaje de la adherencia a los tratamientos y lograr un uso seguro, efectivo y coste-efectivo de los medicamentos. Para ello, se realizaron encuestas a más de 1.600 profesionales sanitarios de diez países europeos: Austria, Bélgica, Inglaterra, Francia, Alemania, Hungría, Países Bajos, Polonia, Portugal y Suiza.

En primer lugar, la encuesta arrojó datos sobre adherencia a un tratamiento de largo plazo, como es el de la hipertensión. Según sus resultados, el porcentaje medio de pacientes clasificados como no adherentes fue del 44 por ciento, registrando una tasa mínima del 24 por ciento en Países Bajos y una máxima del 70,3 por ciento en Hungría. Un análisis de los determinantes de la no adherencia indicó que sólo entre un 11,4 y un 26,1 por ciento de esta variabilidad podía explicarse por las diferencias entre los países.

Przemyslaw Kardas, director del Departamento de Medicina Familiar de la Universidad de Lodz (Polonia) y director científico del Proyecto ABC.

Frente a estos resultados, los investigadores examinaron la adherencia a corto plazo el tratamiento de antibióticos. El porcentaje global de no adherencia indicó en este caso que una quinta parte de los pacientes (exactamente un 20,8 por ciento) no eran adherentes. En este caso, Polonia registró la menor tasa de adherencia, con un 18 por ciento, mientras que Hungría siguió a la cabeza del no cumplimiento, con un 27,5 por ciento.

Cruzados, los datos de ambas variables arrojan la conclusión de que no existe correlación entre adherencia a corto plazo y adherencia a largo plazo, motivo por el cual, según Kardas, quizá no tiene sentido dicotomizar los pacientes entre los generalmente adherentes y no adherentes. “De acuerdo a sus patologías y a otros factores, un paciente puede desarrollar un comportamiento adherente o no adherente, lo que podría interpretarse como que casi todo el mundo, dependiendo de las circunstancias, está en cierto riesgo de no adherencia. De ser así, tiene sentido crear un entorno de apoyo a la adherencia”, aseguró este experto.

Przemyslaw Kardas: “Tiene sentido crear un entorno de apoyo a la adherencia”

Datos nacionales

En línea con las conclusiones manifestadas por Kardas, Carmen Valdés, vocal del Comité Científico del OAT, puso en valor el impacto que el Análisis Nacional de Adherencia al Tratamiento en Patologías Crónicas puede suponer a la hora de identificar el perfil de adherencia de los pacientes.

Este trabajo, que está en fase de publicación en revistas de alto impacto internacional, fue calificado por Valdés como de “novedoso y diferente” frente al resto de estudios realizados, por el elevado número de variables analizadas -38- en cada una de las patologías recogidas. “El Análisis nos permite obtener múltiples y diferentes situaciones/visiones de los pacientes y facilita la toma de decisiones al contar con un elevado número de variables a cruzar según necesidades concretas, permitiéndonos establecer modelos predictivos de pacientes no adherentes”.

Valdés expuso algunos ejemplos de este cruce de datos y explicó algunos de los resultados del estudio, haciendo especial hincapié en los obtenidos en el apartado de hábitos saludables, y que recuerdan que la adherencia no sólo implica cumplir adecuadamente el tratamiento farmacológico, sino también el no farmacológico. “Todos aquellos pacientes que tienen una disciplina de hábitos de consumo con dieta saludable y dejan de fumar son infinitamente más adherentes”, apuntó.