Encarna Fdez: “Es necesario identificar a los pacientes no adherentes para poder actuar y mejorar los resultados en salud”

Es fundamental el acuerdo entre el profesional sanitario y el paciente

Laura Chivato Isabel

La falta de adherencia a los tratamientos sigue siendo otra de las ‘epidemias’ a la que el Sistema Nacional de Salud (SNS) tiene que hacer frente, y es que, según el Estudio Nacional de Adherencia al Tratamiento, llevado a cabo por Grupo OAT, solo el 51,6 por ciento de los pacientes crónicos es adherente a los tratamientos. Poner en marcha acciones para paliar este gran problema de salud pública es de vital importancia y más si se tiene en cuenta, no solo la pérdida de calidad de vida de la población, sino también los costes directos e indirectos que acarrea, que ascienden a 11.250 millones de euros en España, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). Por todo ello, “es necesario identificar a los pacientes no adherentes para poder actuar y mejorar los resultados en salud”, tal y como apuntaba Encarna Fernández, directora de Enfermería del Hospital Clínico San Carlos (Madrid), durante el webinar ‘Conversaciones de valor con enfermería’ organizado por Lilly.

“Hay que tener en cuenta que una buena adherencia se relaciona con un mejor control de la enfermedad, pero también con una mejor calidad de vida y una reducción de los costes sociosanitarios. En esta línea, es fundamental el acuerdo entre el profesional sanitario y el paciente, ya que esto traerá múltiples beneficios”, explicaba Fernández, quien además es vocal del Comité Científico del Grupo OAT. Con ella coincidía el doctor Antoni Serrano, psiquiatra adjunto a la Dirección de Salud Mental en el Parque Sanitario de San Juan de Dios (Barcelona): “Tiene que haber acuerdo entre el paciente y el profesional sanitario con las recomendaciones acordadas y esto significa que el paciente tiene que tener un papel activo”.

“Es fundamental el acuerdo entre el profesional sanitario y el paciente, ya que esto traerá múltiples beneficios”

Enfermería y adherencia

Sobre el papel que juega las enfermeras y enfermeros en la adherencia a los tratamientos, la directora de Enfermería del Clínico defendía la visión holística que dichos profesionales tienen del paciente debido a la cercanía en la atención. No obstante, hacía hincapié en que no solo se trata del paciente, sino también de su contexto y entorno social y familiar. “Desde Enfermería hacemos una valoración integral del paciente, después hay que marcar los diagnósticos concretos y plantear objetivos para mejorarlos y a partir de ahí proponer intervenciones adecuadas para llevarlos a cabo. Este modelo permite ir viendo cómo son esas intervenciones y en qué medida vamos cumpliendo los objetivos”, apuntaba.

“En base a eso -añadía Fernández-, podemos establecer cinco tipo de intervenciones enfermeras: técnicas, para tratar de proporcionar al paciente cualquier tipo de habilidad que facilite la compresión y el manejo terapéutico sea menos complejo; basadas en la entrevista motivacional, mejorando la comunicación con el paciente, utilizando un lenguaje entendible por él y el entorno; educativas, proporcionando información, ayuda y motivación cuando el paciente está haciendo bien su tratamiento; apoyo social y familiar, porque todos somos necesarios para favorecer la adherencia; y la continuidad de cuidados, para que no se interfiera en la atención de los pacientes y se eviten errores”.

La vocal del Comité Científico del Grupo OAT ofreció además algunos datos del ‘Análisis de la Adherencia al Tratamiento desde la Visión de la Enfermería’ realizado por el OAT, en el que se reflejaba, por ejemplo, aquellos factores determinantes en la falta de adherencia a los tratamientos y que los profesionales de Enfermería percibían. Entre estos, la falta de atención por parte del paciente (18,64%), una pobre información sobre las ventajas de la adherencia (17,84%) o el miedo a los efectos adversos (16,63%). Igualmente, para dichos profesionales las patologías con una mejor adherencia eran la diabetes (60,9%), las enfermedades cardiovasculares relacionadas con la anticoagulación (58,7%) y la hipertensión arterial (55,8%); por el contrario, la hipercolesterolemia (53,6%), la depresión (45,9%, y la EPOC (42,5%) presentaban desde su punto de vista menores tasas de adherencia.

“Las patologías con una mejor adherencia eran la diabetes (60,9%), las enfermedades cardiovasculares relacionadas con la anticoagulación (58,7%) y la hipertensión arterial (55,8%)”

Nuevas tecnologías

A día de hoy es innegable el potencial que tienen las nuevas tecnologías en la salud, desde aplicaciones móviles hasta plataformas que buscan mejorar la calidad de vida del paciente y que, según Fernández, “es clave aprovechar”. “Tengo claro que cualquier profesional sanitario es importante, pero las nuevas tecnologías no deben quedarse fuera”.

Para Francisco Arce, responsable de PSP España en Lilly, “cada vez son más comunes las apps y hay una proliferación muy interesante, ya que muchas de ellas dan la posibilidad de hacer un seguimiento de los pacientes y mejorar la disponibilidad de información para estos”.

“Muchas de ellas dan la posibilidad de hacer un seguimiento de los pacientes y mejorar la disponibilidad de información para estos”

Arce se preguntaba durante su intervención hasta qué punto son eficaces dichas aplicaciones y para dar respuesta se basaba en una revisión realizada en 2020 en el área de las cefaleas en el que se establecía que los diarios electrónicos son recomendables para pacientes con cefalea, pero la adherencia a los mismos es cuestionable; el número de apps es muy elevado y solo el 15 por ciento se han creado con la colaboración de profesionales; el número de estudios randomizados y controlados con estas herramientas es muy limitado; las herramientas conductuales junto con interacciones personales médicos-pacientes arrojan los mejores resultados.