Pilar Garrido, presidenta de la Federación de Asociaciones Científico Médicas Españolas (FACME)
Laura Chivato Isabel
Una de las lecciones que nos ha dejado esta pandemia, de la que todavía seguimos aprendiendo, es que el trabajo colaborativo es fundamental para hacer frente a los diferentes retos sanitarios. Pilar Garrido, presidenta de la Federación de Asociaciones Científico Médicas Españolas (FACME), considera que dicha colaboración entre las sociedades científicas es un aspecto clave en el día a día, y no solo eso, sino que es una realidad en nuestro Sistema Nacional de Salud (SNS).
Pregunta. Fue elegida presidente de la Federación de Asociaciones Científico Médicas Españolas (FACME) en noviembre de 2020 y en medio de esta gran crisis sanitaria. ¿Cómo fue asumir el cargo?
Respuesta. Asumí la presidencia con toda la ilusión con la que ya venía trabajando en la junta directiva como vicepresidente y consciente de la responsabilidad y compromiso que el cargo exigía.
P. ¿Qué papel ha jugado (y juega) FACME durante la pandemia?
R. FACME ha realizado distintos proyectos en este ámbito. El año pasado realizó un informe poniendo en valor y recopilación toda la información generada por las sociedades científicas. Este informe está disponible en nuestra página web con un link de acceso a todos los documentos científicos generados durante la primera ola y que tan útiles fueron para la toma de decisiones clínicas en momentos de gran incertidumbre.
Además, creamos un consejo asesor que sirviera de apoyo en la toma de decisiones, no solo a nuestros socios, sino a las administraciones sanitarias si así lo requerían. Este consejo asesor está dividido en 11 grupos de trabajo, alguno de los cuales están siendo tremendamente activos, como el grupo asesor de vacunación. También se han creado grupos ad hoc cuando ha sido preciso, convocando a distintas especialidades para intentar dar respuesta a situaciones muy concretas como el diagnóstico y tratamiento de las trombosis de senos que incluso han generado una publicación científica reciente.
“Creamos un consejo asesor que sirviera de apoyo en la toma de decisiones, no solo a nuestros socios, sino a las administraciones sanitarias si así lo requerían”
P. Ahora mismo la principal prioridad en torno al COVID-19 es la vacunación. ¿Qué valoración haría de la situación?
R. La vacunación es prioritaria y como médicos consideramos prioritario completar la vacunación de toda la población lo antes posible.
P. Esta crisis sanitaria ha puesto de relieve la necesidad de invertir en investigación. No obstante, ¿cómo describiría la actividad investigadora en España?
R. Es mejorable, no tanto por la calidad individual de los investigadores, sino por el soporte existente y la financiación, claramente mejorable.
P. En el marco del 2º Congreso Nacional Multidisciplinar Covid-19 de las Sociedades Científicas de España se remarcó importancia del trabajo colaborativo de las sociedades científicas para afrontar las crisis sanitarias. ¿Qué aporta esta colaboración? ¿Es real?
R. La colaboración es crucial y realmente funciona. Precisamente la labor más importante de FACME es la coordinación del trabajo multidisciplinar y la representación de la voz común de las SSCC que es donde reside el conocimiento científico.
“La labor más importante de FACME es la coordinación del trabajo multidisciplinar y la representación de la voz común de las SSCC”
P. Entrando a hablar de los pacientes crónicos, lanzaron un comunicado para que se siguiesen manteniendo los estándares de calidad en atención a los pacientes con otras enfermedades distintas al COVID-19. ¿Cree que la situación ha cambiado desde que la pandemia llegó?
R. En estos momentos es crucial, no solo mantener la mejor atención a los pacientes COVID, sino a los pacientes NO COVID que se han visto en una situación muy complicada este último año. Pensamos que es necesario diseñar el escenario que permita un adecuado equilibrio de recursos porque no podemos dejar desatendidos a los pacientes con problemas que no sean COVID. En esa línea, estamos trabajando en un proyecto que esperemos vea la luz a finales de este año.
P. En este sentido, ¿cómo podría mejorarse la atención de estos pacientes?
R. Se necesitan más recursos humanos, pero también mejor planificación y mejor comunicación entre ámbitos asistenciales. Por otro lado, sería muy útil disponer de indicadores que permitieran conocer resultados en salud y tomar decisiones en función de ello.
P. Uno de los principales retos en el abordaje de las enfermedades crónicas es la adherencia a los tratamientos, donde la formación e información del paciente juega un rol clave. En esta línea, ¿diría que el paciente está formado? ¿Qué papel juegan las sociedades científicas en ello?
R. La adherencia a los tratamientos es un aspecto fundamental al que las SSCC cada vez prestan mayor apoyo, contribuyendo a su formación. Sin duda la perspectiva del paciente es única y debe ser incorporada a la toma de decisiones en múltiples ámbitos.
“La adherencia a los tratamientos es un aspecto fundamental al que las SSCC cada vez prestan mayor apoyo”
P. ¿A través de qué estrategias e iniciativas considera que podría mejorarse la adherencia de los pacientes?
R. Desde mi punto de vista, las iniciativas que más convendría potenciar para mejorar la adherencia son la formación y participación.
P. ¿Se lleva a cabo alguna iniciativa desde FACME en relación con la adherencia?
R. En estos momentos no porque no tenemos capacidad para poner en marcha más proyectos simultáneos, pero sin duda será un área en la que trabajaremos.
P. ¿Cuáles diría que son los principales retos a abordar durante el 2021?
R. Para las SSCC hay múltiples retos que tiene que ver con los múltiples aspectos de nuestra profesión: la formación, la atención a los pacientes, la relación con las administraciones, la planificación y adecuación de plantillas, etc. Es decir, todos los retos que teníamos antes de la pandemia más los que ésta no ha dejado.