Evidencias de un estilo de vida físicamente activo: retos para una adherencia efectiva

Redacción 

No son pocos los estudios que destacan la importancia de la actividad física como uno de los hábitos de vida saludable más importante a incorporar en las rutinas diarias de personas de cualquier edad, máxime en pacientes con diferentes patologías. 

Añadir la rutina de hacer ejercicio físico moderado incrementa la salud de la persona proporcionándole multitud de beneficios: 

  • Se mejora la circulación coronaria, y con ello se benefician los enfermos con isquemia miocárdica. El músculo cardiaco responde mejor al realizar ejercicio, aumentando su rendimiento; 
  • Se incrementa la flexibilidad de las paredes de los vasos sanguíneos pues con el ejercicio se produce una disminución del colesterol LDL y un aumento del HDL, con lo que las placas de ateroma no se forman; 
  • El ejercicio activa los músculos que necesitan más cantidad de glucosa. Así disminuye la glucemia, la presencia de glucosa en la sangre, beneficiando a las personas diabéticas; 
  • Con la actividad física se necesita más energía para los músculos, ésta se obtiene quemando las calorías que obtenemos con los alimentos. Si quemamos más calorías que las que tomamos, se produce una pérdida de peso; 
  • Se aumenta la capacidad pulmonar, y con esto llega más cantidad de oxígeno a los tejidos; 
  • Se incrementa la densidad de los huesos, previniendo por tanto la osteoporosis; 
  • Se reducen los niveles de ansiedad y de estrés; 
  • El flujo sanguíneo periférico aumenta; 
  • Las personas que realizan regularmente ejercicio tienen menos probabilidad de desarrollar un cáncer. La actividad física aligera el paso de los alimentos en el colon, con lo que se absorben menos cantidad de grasas y se eliminan más sustancias tóxicas. 

Y un largo etcétera de beneficios que la actividad física moderada provoca en el individuo, resumiéndolo en que se produce un aumento de la capacidad funcional de la persona, siendo el corazón uno de los mayores beneficiados. 

La X Jornada Científica de Adherencia al Tratamiento, que se celebrará el próximo martes 15 de noviembre en el Auditorio Meeting Place, P. de la Castellana 81 (Madrid), quiere dar un importante protagonismo a la actividad física como parte fundamental de la adherencia, con la realización de una mesa-debate titulada “Evidencias de un estilo de vida físicamente activo: retos para una adherencia efectiva”, que incluye una ponencia flash sobre la importancia de incorporar el ejercicio como habito de vida saludable y, posteriormente, un debate sobre esta cuestión desde un punto de vista multidisciplinar, con la participación de expertos en diferentes áreas. 

La mesa-debate será presentada por D. Jesús Gómez, Farmacéutico Comunitario en Barcelona, y contará con la participación de Dña. Crys Dyaz, CEO de Crys Dyaz & Co, exdeportista de élite, fisioterapeuta y entrenadora personal, que nos trasmitirá en una ponencia titulada “La importancia del ejercicio como estilo de vida saludable” su experiencia y conocimiento en distintas áreas del deporte, fisioterapia y nutrición para lograr que los pacientes alcancen y superen sus metas personales. En palabras de Dyaz “cada día se nos bombardea desde los medios sobre la necesidad de un estilo de vida saludable. Este es un término muy vago que vamos a profundizar en oposición o en comparación con el deporte de alto rendimiento, como paradigma de llevar el cuerpo al límite de la salud, por no decir no saludable”. 

Posteriormente, la mesa-debate será moderada por D. Ismael Ortuño, Vocal del Comité Científico del Grupo OAT. Responsable del Grupo de Investigación en Cuidados del Instituto de Investigación Sanitaria San Carlos. Profesor en Facultad de Enfermería de la UCM, que nos comenta que “sabemos y es patente que la inactividad física es un factor de riesgo de mortalidad prematura y de varias enfermedades no transmisibles. En este sentido, la evidencia publicada indica que el ejercicio físico regular ha demostrado ser beneficioso para algunos factores de riesgo cardiovascular, por ejemplo, y ha demostrado también bondades en el ámbito de la prevención del deterioro cognitivo, entre otros. Parece preceptivo y razonable hacer esfuerzos en el sentido de promover adherencia a estilos de vida físicamente activos, así como investigar cuáles deberían ser las estrategias más efectivas para conseguirla”. 

La mesa contará con la participación nuevamente de Crys Dyaz, además de Dña. Cristina López, Psicóloga y logopeda especializada en gestión del estrés, inteligencia emocional y mindfulness en Gabinete Bonamind, que nos avanza algunos beneficios de la actividad física desde el punto de vista de la psicología: “el deporte es un hábito muy importante por los beneficios que supone para la persona: nos ayuda a dormir mejor, genera serotonina (regulador del estado anímico), activa correctamente nuestro corazón, mejora nuestra memoria y concentración y nos ayuda a mantener el estrés a raya, entre otras. Su práctica continuada supone una mejora en la salud física y emocional de las personas“. 

La mesa-debate se completa con el D. José Antonio Serra, Jefe del Servicio de Geriatría del HGU. Gregorio Marañón. Profesor Titular de Medicina en la Facultad de Medicina de la UCM. CIBER de Fragilidad y Envejecimiento Saludable en Instituto de Salud Carlos III de Madrid; y con Dña. Tamara Iturriaga, Doctora en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte, especialista en actividad física para la salud y miembro activo del grupo de investigación Ejercicio, Salud y BIomarcaDores Aplicados (ESBIDA) de la UEM, quien, desde su perspectiva, resalta que “sabiendo los beneficios que tiene la práctica de ejercicio físico, el siguiente desafío es conseguir que esta práctica se integre en el estilo de vida de nuestros pacientes, para ello necesitamos cohesión entre el equipo de profesionales multidisciplinar que les atiende para transmitir el mensaje adecuado”.