Sensibilización, (in)formación y una estrategia nacional: las recetas del Comité Científico del OAT en materia de adherencia

El primer Debate OAT reúne a los miembros del Comité Científico del OAT para dar a conocer su visión sobre el estado de situación y perspectivas de futuro en el campo de la adherencia

Carlos Rodríguez

La adherencia al tratamiento es un problema de salud pública que trasciende el propio sistema sanitario. Pese a ello, aún no ha recibido la atención que merece. Podría decirse que lo que ocurre con ella es consecuencia de la ‘imperfección’ propia de un sistema sanitario en el cual quien decide, no consume; quien consume no decide, ni paga; y quien paga no decide, ni consume. Hoy, en la adherencia confluyen todos los posibles ‘contras’ que cabe hallar en un modelo sanitario descentralizado: trabajo en compartimentos estancos; poca coordinación; duplicación de esfuerzos; falta de corresponsabilidad, de recursos, de formación, de información, de comunicación… Si algo se sabe es que requiere una atención personalizada, pero eso requiere tiempo, y en el sistema sanitario el tiempo es oro y escasea. Así es el entorno “de alta complejidad” y difícil de solventar en el corto plazo que perfilan los miembros del Comité Científico del Grupo OAT. Sus recetas, expuestas en el debate Adherencia, Cronicidad y Pacientes: Visión y Objetivos, organizado en la sede del Grupo OAT, son holísticas y atañen a todos, pero apuntan con especial interés al estamento político-administrativo: sus expertos plantean desde más recursos para garantizar la cohesión y la conexión en el sistema hasta campañas de sensibilización, pasando por el impulso a una Estrategia Nacional de Adherencia.

Pese a que no hay solución cortoplacista en materia de cumplimiento a los tratamientos farmacológicos y no farmacológicos, hoy la adherencia tiene a su favor el hecho de que es el centro en el que confluyen todas las miradas. “En un momento de crisis, se ha visto una bolsa de ineficiencia tan grande que nos ha hecho plantearnos algunas preguntas”, señala Carmen Valdés, vocal del Comité y médico de Familia del Centro de Salud de Fuencarral. Efectivamente, y como señala la Organización Mundial de la Salud, la falta de adherencia impacta directamente en la sostenibilidad y en la solvencia de los sistemas sanitarios.

Los expertos del Comité Científico del OAT consideran que España, el segundo país más envejecido del mundo, debería actuar. Recuerdan en este sentido que el Ministerio de Sanidad ha promovido campañas en el ámbito de la salud pública, algunas verdaderamente impactantes, pero en cambio no hay ninguna campaña en materia de adherencia que incite a la población a concienciarse sobre la importancia de cumplir adecuadamente los tratamientos prescritos. José Manuel Ribera, académico de número de la Real Academia Nacional de Medicina y presidente del Comité Científico del OAT, cree que estas campañas serían una buena forma de promover la sensibilización social tan necesaria en materia de cumplimiento.

No hay ninguna campaña en materia de adherencia que incite a la población a concienciarse sobre la importancia de cumplir adecuadamente los tratamientos prescritos

Con él coincide Fernando Mugarza, coordinador del Comité. En su opinión, ante un problema de este calibre, que además está semioculto, “es fundamental ir hacia una Estrategia Nacional de Adherencia liderada por el Ministerio de Sanidad e inclusiva, en la que estén involucrados todos los agentes del entorno de la salud que tengan algo que decir”, incluyendo la industria farmacéutica. Otros expertos ahondan en esta idea. Según Luis de Palacio, presidente de FEFE y vocal del Comité, “cada patología crónica principal (EPOC, Hipertensión Arterial; Hipercolesterolemia y Diabetes) debería tener su plan de adherencia específico en marcha”.

En el fondo, estas afirmaciones enlazan con otra de las consideraciones más extendidas entre este grupo de expertos: si bien es cierto que cada vez se habla de adherencia con más fuerza, su importancia dentro de las estrategias de cronicidad continúa siendo escasa. “Si por importancia entendemos el desarrollo de preguntas específicamente dirigidas a conocer la adherencia y los motivos para la mala adherencia; o el desarrollo de consultas de seguimiento y de implementación de medidas para mejorar la adherencia, está claro que las estrategias de cronicidad no están dando a la adherencia la suficiente importancia. Porque en el papel está, se le considera importante, pero en la práctica no se lleva a cabo”, apunta Pilar de Lucas, vocal del Comité y presidenta de la Comisión Nacional de Neumología.

El equipo multidisciplinar

La concienciación social está muy vinculada con otra las líneas básicas del OAT: la necesidad de promover una información de calidad. Hoy, podría parecer que nunca hemos estado más informados, pero el doctor Ribera lo pone en duda. “Nunca hemos tenido más posibilidades de información, lo cual no es lo mismo que estar informados, y eso es válido tanto para pacientes como para profesionales”, dice. A juicio del presidente del Comité Científico, la adherencia nunca ha sido un tema preferente a la hora de buscar información. Por ello propone “mejorar cualitativamente” la información disponible.

José Manuel Ribera y Encarna Fernández, presidente y vocal, respectivamente, del Comité Científico del OAT.

De la misma opinión es Encarna Fernández, directora de Enfermería del Hospital Clínico San Carlos, de Madrid. “Hay mucha información y a veces no es la adecuada porque no les llega a los pacientes por parte de los profesionales, que somos quienes debemos transmitir una mayor credibilidad, por falta de formación. Por tanto, información y formación en doble vertiente: pacientes y profesionales”, aseguró.

A continuación, es importante que esa información fluya de manera correcta. Y aquí el sistema sanitario todavía tiene una cuenta pendiente con la continuidad asistencial. Carmen Valdés reivindica que “todos los servicios y todos los centros de salud deberían tener una mayor conexión”, facilitando así la integración de niveles. Como esto no ocurre, hoy todavía toca seguir hablando de ‘compartimentos estancos’, cuando de lo que debería hablarse es del equipo multidisciplinar, un elemento clave en la mejora de la adherencia y que forma parte del ADN del Comité Científico del OAT. “Junto al papel preponderante del médico, lo lógico es que el farmacéutico asuma su responsabilidad como agente de salud de primer nivel que es, especialmente en el ámbito del medicamento, y que los profesionales de enfermería asuman su responsabilidad en el seguimiento de los pacientes”, confirma el coordinador del Comité.

Hoy todavía toca seguir hablando de ‘compartimentos estancos’, cuando de lo que debería hablarse es del equipo multidisciplinar, un elemento clave en la mejora de la adherencia

Este trabajo en equipo que promueve el Comité Científico del OAT también se observa en el amplio abanico de propuestas que sus integrantes plantean para mejorar en adherencia: seguir promoviendo estudios que demuestren el impacto de la falta de adherencia en patologías concretas (y no sólo crónicas) desde el punto de vista sanitario, económico y financiero; crear protocolos por procesos en los que intervengan los profesionales que tratan con los pacientes; promover su aplicación y personalizarlos por patología y por paciente; incluir en tales programas un apartado de comunicación, tipo ‘coaching’ para que el paciente se responsabilice al máximo de su adherencia y del resultado que puede tener; promover las consultas de Enfermería y la visita domiciliaria de las enfermeras; acordar pilotos con la industria sobre dispositivos y ayudas en el autoseguimiento y evolución del paciente; desplegar los proyectos de adherencia en las oficinas de farmacia, para aprovechar la capacidad y capilaridad instaladas en todo el territorio nacional…


El potencial de la e-Salud

¿Qué papel juegan las nuevas tecnologías en el campo de la adherencia? Big Data, Small Data, Apps, medicina no presencial, monitorización a distancia… El espectro de soluciones digitales en el campo de la salud, y especialmente aplicadas a la mejora de la adherencia al tratamiento, no para de crecer. En cambio, la Encuesta Nacional que el OAT llevó a cabo sobre más de 6.300 pacientes crónicos refleja que estas soluciones están siendo escasamente utilizadas por los usuarios. Todo apunta a que quizá sería preciso ir hacia herramientas que puedan ser útiles en manos de los profesionales sanitarios. En todo caso, los componentes del Comité Científico abogan por no magnificar su papel, al menos por ahora.

Luis de Palacio, vocal del Comité Científico del OAT.

Hay gente que piensa que sí, pero las soluciones digitales no son la panacea universal”, asegura José Manuel Ribera, quien apunta a un problema de falta de implementación en un entorno marcado por la fuerte presencia de población crónica mayor y envejecida. Entre los vocales, la opinión es unánime. “La brecha digital es la responsable del poco uso de las TIC”, matiza Luis de Palacio. “Yo estoy convencido de que se irá corrigiendo solo conforme avancen las cohortes de población nativa-digital, además de que los interfaces de las TIC cada vez serán más sencillos y fáciles de utilizar en relación con las habilidades de los pacientes”, continúa.

También éste es parte del diagnóstico de Pilar de Lucas. Pese a todo, este especialista considera necesario diferenciar entre el grupo de población envejecida, “que no está familiarizado, ni probablemente lo vaya a estar”, con el uso de soluciones digitales en el campo de la adherencia, y la infrautilización que también presenta el grupo de población joven, ante la cual puede que resida, en su opinión, un problema de falta de confianza. “Probablemente, la población joven no ha recibido suficiente información sobre el uso de estas tecnologías en el control de su enfermedad; y también es verdad que los profesionales tenemos que informarles sobre qué hacemos nosotros con esas nuevas tecnologías”, añade… Un círculo difícil de cerrar, teniendo en cuenta la “falta de interés, de implicación y de capacitación” que, según Carmen Valdés, existe por parte de todos los actores del sistema.

La evolución demográfica es evidente. Considerando el envejecimiento, el tiempo de atención será cada vez menor. Habrá que cambiar la mentalidad asistencial. O conciliamos la tecnología con el devenir del sistema sanitario, especialmente en adherencia, o la solución estará complicada”, asegura Fernando Mugarza. En el equilibrio radicará la virtud, ya que el uso de las nuevas tecnologías, como recuerda Encarna Fernández, no está exento de peligros, y uno de ellos es que supla la relación personal. “Cabe la posibilidad de que nos refugiemos en las nuevas tecnologías y dejemos de observar lo que tenemos delante: el paciente y la familia”, concluye.