“Study of community-living Alzheimer’s patients’ adherence to the Mediterranean diet and risk of malnutrition at different diagnose stages”

Rocaspana-García M, Blanco-Blanco J, Arias-Pastor A, Gea-Sánchez M, Piñol-Ripoll G.- Per J 2018; doi: 10.7717/peerj.5150


Revisión realizada por el profesor José Manuel Ribera,

catedrático en Geriatría en la Universidad Complutense de Madrid (UCM), presidente del Comité Científico del Grupo OAT y presidente de honor de Fundoat

Se trata de un trabajo llevado a cabo en Lérida que busca analizar la relación entre la malnutrición (desnutrición) y el riesgo de que ésta aparezca en pacientes con enfermedad de Alzheimer. Para ello valoran la situación nutricional de pacientes en diferentes fases de la enfermedad y la correlacionan con la situación cognitiva, la funcional, con variables de comportamiento y con la sobrecarga del cuidador. Lo hacen en 111 pacientes con Alzheimer que viven en sus domicilios. Utilizan métodos de medición homologados en la literatura, tanto para evaluar el estado nutricional, como la función cognitiva, la sobrecarga del cuidador y el grado de adherencia a la dieta (Mediterranean Diet Store).

Los principales resultados señalan que un 68 por ciento de sujetos estudiados estaban en riesgo de desnutrición y un 19 por ciento cumplían criterios de desnutrición utilizando como instrumento de medida el Mini-Nutritional Assessment (MNA). El 73 por ciento mostraban un grado bajo de adherencia a la dieta Mediterránea y el otro 27 por ciento tan solo una adherencia moderada. También se manifestó en el estudio un peor grado de adherencia a la dieta cuanto mayor era el grado de sobrecarga del cuidador de acuerdo con el Zarit Burden Interview (ZBI).

“Los principales resultados señalan que un 68 por ciento de sujetos estudiados estaban en riesgo de desnutrición y un 19 por ciento cumplían criterios de desnutrición”

A mi juicio este trabajo, de ejecución compleja, aunque dispone de una tasa de pacientes incluidos sea relativamente baja, enfatiza algunos puntos importantes que, por más que pudieran ser sospechados previamente, tiene un enorme interés poder llevarlos a números  y ponerlos sobre la mesa. Creo que sus resultados nos permiten sacar algunas conclusiones que debieran ser difundidas y tomadas en cuenta de manera permanente por parte de profesionales y familiares.

En primer lugar permite destacar la enorme frecuencia con la que la desnutrición, bien sea ya establecida, bien lo sea en esa situación intermedia que calificamos como “riesgo alto de aparecer”, se puede encontrar entre los pacientes con demencia, incluso entre aquellos que, como en este caso, pueden mantenerse aún viviendo en el propio domicilio. El segundo punto importante que querría enfatizar tiene que ver con la dificultad que encierra, al menos en este tipo de pacientes, lograr una buena adherencia a una dieta concreta y beneficiosa, en este caso la llamada Dieta Mediterránea. Todavía en ese marco poner de relieve, como hace el estudio, el papel que puede jugar la figura que conocemos como “cuidador principal”.

“El segundo punto importante que querría enfatizar tiene que ver con la dificultad que encierra, al menos en este tipo de pacientes, lograr una buena adherencia a una dieta concreta y beneficios”

Las recomendaciones son claras. Evaluemos de forma periódica el estado nutricional de los pacientes con demencia en orden a actuar sobre un parámetro decisivo en este tipo de enfermos y junto a ello tomemos las medidas necesarias para corregir todo lo que se pueda allá donde se detecten deficiencias. La buena adherencia terapéutica no es algo que se limite al tema de los fármacos. Este es un punto en el que OAT viene insistiendo desde el momento de su fundación. Por desgracia para la enfermedad de Alzheimer no disponemos de fármacos suficientemente eficaces, pero sí podemos mejorar la calidad de vida del paciente a través de otras vías de actuación como puede ser su alimentación. Busquemos la adherencia a las medidas recomendadas en este terreno y, de acuerdo con los resultados de este estudio, pongamos el énfasis en la figura del cuidador como un instrumento indispensable para lograr un grado mayor de efectividad.