Apenas existen estudios realizados de forma conjunta entre médicos y farmacéuticos en este ámbito
Laura Chivato
Un dato repetido en muchas ocasiones pero que, sin embargo, no parece calar de manera adecuada es el que arroja que las enfermedades cardiovasculares son la primera causa de muerte en España por delante del cáncer, según el Instituto Nacional de Estadística (INE). En la mayoría de los casos, detrás de estas se encuentra la hipertensión, enfermedad que en la mitad de las situaciones es desconocida por quien la padece y no está bien controlada por quien sí es tratado a raíz de esta, según el doctor Enrique Rodilla Sala, médico responsable de la Unidad de Hipertensión del Hospital Universitario de Sagunto (Valencia). Con esta información sobre la mesa nace el Proyecto Cofarten, una iniciativa encaminada a “desenmascarar la hipertensión”, en palabras del doctor Rodilla.
Este proyecto, puesto en marcha por la Sociedad Española de Farmacia Comunitaria (SEFAC) y la Universidad CEU Cardenal Herrera de Valencia (CEU UCH), persigue evaluar al mayor número posible de población de más de 18 años a través de su rigidez arterial, para así mejorar la estratificación de riesgo y reducir los accidentes cardiovasculares, tales como ictus cerebrales o infartos de miocardio. “Cualquier persona mayor de edad puede participar en el estudio Cofarten para tener una estimación de su ‘edad vascular’, acercándose a una farmacia comunitaria para realizar la prueba en solo 15 minutos”, explica el doctor Rodilla, quien además es profesor de Medicina Interna de la Universidad CEU Cardenal Herrera. La ‘edad vascular’, a través de la medición de la rigidez de la pared de las arterias, es un dato de gran interés diagnóstico para mejorar el valor predictivo de las tablas de riesgo cardiovascular en el futuro.
“Cualquier persona mayor de edad puede participar en el estudio Cofarten para tener una estimación de su ‘edad vascular”
Actualmente, y según el doctor Rodilla, apenas existen estudios realizados de forma conjunta entre médicos y farmacéuticos sobre hipertensión arterial, por lo que se trata de una iniciativa pionera en este ámbito. “A pesar de que ambos colectivos representan actores imprescindibles del sistema sanitario, en el día a día la colaboración es escasa y no se han elaborado vías de comunicación protocolizadas que apoyen el trabajo en común”, destaca.
Así, SEFAC aporta una estructura sólida de amplia implantación a nivel estatal al contar con casi 5.000 afilados en España y el CEU actúa como soporte científico, coordinando las mediciones, ofreciendo apoyo institucional y sirviendo de nexo de unión físico e intelectual entre los farmacéuticos de SEFAC y los investigadores de Medicina y Farmacia de la Universidad.
Determinando la rigidez arterial
En este sentido, los farmacéuticos comunitarios serán los encargados de determinar la rigidez arterial a través de dispositivos que permiten la medición de la velocidad de onda de pulso por oscilometría braquial. De esta manera, no solo se podrá conocer la presión arterial, que evalúa el estado puntual del paciente, sino también la ‘edad vascular’, según tablas normalizadas que comparan el valor medido con el esperado.
“Actualmente, el riesgo cardiovascular se mide a partir de la aplicación de tablas como SCORE, que clasifican a los pacientes en grupos de riesgo bajo, medio, elevado o muy elevado, según la combinación de cinco variables: género, edad, presión arterial, presencia de tabaquismo y colesterol. La Sociedad Europea de Hipertensión recomienda mejorar el valor predictivo que aportan las actuales tablas de riesgo cardiovascular combinando sus resultados con la detección de las llamadas lesiones de órgano diana subclínicas para incrementar su poder pronóstico, entre las que se encuentra la rigidez arterial”, subraya el doctor Rodilla.
En este sentido, este especialista detalla que esta se trata de una lesión de órgano diana novedosa y poco conocida que, según estudios recientes, podría estar en el origen de la hipertensión y no ser solo una de sus consecuencias. “Por ello, -añade-, además de ser un biomarcador consolidado desde su inclusión en las Guías de la ESH/ESC de 2007, y confirmado en las últimas Guías ESH/ESC de 2018, podría tratarse de un factor predictivo de hipertensión futura en sujetos normotensos y, con ello, de enfermedad cardiovascular”.
“Se trata de una lesión de órgano diana novedosa y poco conocida que, según estudios recientes, podría estar en el origen de la hipertensión”
En los casos en los que el farmacéutico comunitario detecte una rigidez arterial o ‘edad vascular’ no acorde con la edad real, serán los médicos de Atención Primaria -partiendo de un informe sobre el caso desarrollado por la farmacia- los encargados de medir su nivel de colesterol y realizar las pruebas pertinentes para así calcular, con mayor precisión, el riesgo cardiovascular de estas personas.
Partiendo desde Valencia
Todo esto que ahora se desarrolla a nivel estatal se realizó con anterioridad únicamente en la Comunidad Valenciana a través de la Iniciativa RIVALFAR, puesta en marcha también por la CEU UCH y la delegación valenciana de SEFAC. A través de este proyecto, se estimó la ‘edad vascular’ de los valencianos en 32 farmacias comunitarias.
“Este primer estudio reveló que en casi un 10 por ciento de los sujetos participantes normotensos la edad vascular ya era patológica y se asociaba a características de prehipertensión y mayor riesgo cardiovascular. Este dato ha permitido detectar pacientes con riesgo cardiovascular elevado, a pesar de que sus resultados en las tablas SCORE los ubicaban en el grupo de riesgo medio o bajo”, detalla el doctor Rodilla. Este especialista hace hincapié en que el estudio RIVALFAR, no solo demostró que las farmacias comunitarias son capaces de llevar a cabo la medición protocolizada de la rigidez arterial como medida de screening o despistaje poblacional, sino que también evaluaron los datos en forma de una publicación científica y contribuciones a congresos nacionales e internacionales.
“Casi un 10 por ciento de los sujetos participantes normotensos la edad vascular ya era patológica y se asociaba a características de prehipertensión y mayor riesgo cardiovascular”
En cuanto al futuro del proyecto Cofarten, el doctor Rodilla espera que se pueda llegar a reconocer precozmente a los sujetos de alto riesgo en la población española a través de la medición de la rigidez arterial, técnica que califica de “novedosa”. Potenciar la colaboración entre los profesionales médicos y farmacéuticos, para evitar duplicidades y aumentar la eficiencia del sistema sanitario; y la incorporación del colectivo farmacéutico a proyectos de investigación que recojan toda su experiencia del día a día y la combinen con la actividad científica del ámbito médico son otros dos de los retos a los que se enfrentan según este especialista.