Un cambio en tres niveles de gestión: macro, meso y micro
Laura Chivato Isabel
Los profesionales de Atención Primaria (AP) han tenido que hacer frente a la pandemia con el añadido de todas las deficiencias que sufría previamente este nivel asistencial: población muy envejecida y pluripatológica, una gran carga de actividad y, además, una baja inversión que se ha hecho más notable con la llegada del coronavirus, donde la falta de recursos tanto materiales como humanos es el ‘pan de cada día’ en AP. Ante toda esta situación solo queda buscar aquellos aspectos en los que se es posible mejorar para poder hacer frente a todos los retos sanitarios, lo que implica una transformación a medio-largo plazo del Sistema Nacional de Salud (SNS) y, con ello, de Atención Primaria, según la doctora Inmaculada Cervera Perez, coordinadora Nacional del grupo de trabajo de Gestión Clínica y Calidad Asistencial de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN).
“A mí me gusta plantear el esquema de la doble agenda: por una parte, podemos plantearnos un objetivo a corto plazo, que sería el de ajustar y gestionar este momento agudo, esta crisis epidémica; y por otra, que sería a medio-largo plazo, se trata de llevar a cabo una transformación nacional del SNS y de AP, con el fin de dar una mejor atención y ofrecer mejores cuidados, disponer de mejores criterios. Es decir, consistiría en que, con los recursos que tenemos, intentásemos conseguir una mayor calidad de salud en los pacientes y con el menor coste”, explicaba la doctora durante su intervención en la mesa ‘La Atención Primaria ante la Pandemia: en primera línea’ del I Congreso Nacional COVID-19.
“Se trata de llevar a cabo una transformación nacional del SNS y de AP, con el fin de dar una mejor atención y ofrecer mejores cuidados, disponer de mejores criterios”
“Todo esto es importante ya que -añadía-, si ya estábamos antes de la epidemia con una carga y sobrecarga asistencial importante, en este momento estamos teniendo que cubrir vacaciones y bajas, con los trabajadores en una situación límite, y todo ello atendiendo a pacientes con coronavirus más toda la actividad que estábamos realizando previamente”.
Por ello, esta experta planteaba un cambio en tres niveles de gestión: macro, meso y micro.
- Nivel de macrogestión (autoridades sanitarias a nivel nacional y autonómico): mayor inversión económica en AP; cohesión y calidad asistencial, con una coordinación con Salud pública; refuerzo de TICS; cuidado y motivación del profesional; garantizar la seguridad del paciente; desarrollar planes de actuación frente rebrotes más claros; y fomentar la investigación y formación en Atención Primaria.
- Nivel de mesogestión (área o departamento sanitario o CS): dar mayor autonomía a los departamentos de salud para que puedan gestionar los recursos humanos que dispongan; mayor comunicación entre nivel hospitalario, AP y Salud Pública y entre los trabajadores y sus responsables; apoyo y modificación en recursos estructurales; contar con recursos diagnósticos en AP; potenciar telemedicina y las TIC; crear alianzas en la atención a la comunidad; e incentivación a los profesionales por las horas extras y que se sienta como un beneficio.
- Nivel de microgestión (consulta y profesionales sanitarios): seguir desarrollando la atención a demanda y a crónicos; y fomentar la atención domiciliaria y la atención a las residencias con el añadido de la atención al paciente COVID.
No obstante, para que esto ocurra es necesario contar con el apoyo de la Administración, un aspecto que, según la doctora Cervera, ha dejado mucho que desear durante la pandemia: “Nuestras administraciones no han estado a la altura y hemos tenido que gestionar con pocos recursos sanitarios, priorizar, etc. para poder dar una asistencia adecuada en este momento a la población”.
“Nuestras administraciones no han estado a la altura”
A pesar de ello, esta experta de AP no pierde la esperanza en que escuchen los reclamos que desde este nivel asistencial se están realizando para construir una Atención Primaria “más eficaz, más eficiente y en la que los profesionales sanitarios podamos aportar valor con nuestra opinión”.