“Deberíamos hablar de ‘rehumanización’, pues a pesar de haberla olvidado, nunca ha desaparecido de nuestro entorno”

Albert Cortés Borra, director del Proyecto HUGES (Humanizando la gestión sanitaria)

 Laura Chivato Isabel

La humanización es un término que está en boca de muchos profesionales sanitarios a la hora de hablar de cómo mejorar la asistencia de los pacientes. Sin embargo, para Albert Cortés Borra, director del Proyecto HUGES (Humanizando la gestión sanitaria), no se trata de que esta forma de entender la atención esté de moda, sino que realmente nunca ha dejado de estar presente en el ámbito de la salud. Este experto habla de ‘rehumanización’ para referirse al aparente auge que tiene esta manera de asistir las necesidades de las personas cuando se acercan al sistema sanitario, aunque situaciones como la llegada del COVID-19 hicieran que sus pilares fundamentales tambaleasen.

Pregunta. ¿Qué es HUGES?

Respuesta. HUGES nace como un foro de debate, opinión y difusión entre profesionales de diferentes ámbitos del mundo de la salud, y de profesiones diversas: médicos, enfermeras, economistas, psicólogos, administrativos, celadores… es decir, un grupo multidisciplinar que pretende cambiar el concepto de gestión sanitaria, enfocándola a una gestión más próxima, más personal y personalizada,

P. ¿Cómo explicaría qué es la humanización de la gestión sanitaria a una persona que nunca ha oído hablar de este término?

R. La humanización parece que está de moda, se habla de humanizar en muchos aspectos de la sociedad y el mundo sanitario no escapa a ello, pero para que las estrategias humanizadoras surjan efecto debe existir un compromiso por parte de los gestores que sean quienes abanderen en sus centros iniciativas de humanización; y también los gestores deben cambiar el modo clásico de gestión que debe ir enfocado al cuidado de los profesionales, puesto que no hay duda que los profesionales son el verdadero centr

“Para que las estrategias humanizadoras surjan efecto debe existir un compromiso por parte de los gestores que sean quienes abanderen en

sus centros iniciativas de humanización”

Pero la humanización no es ninguna moda, deberíamos hablar de ‘rehumanización’, ya que, a pesar de haberla olvidado, nunca ha desaparecido de nuestro entorno.

P. Teniendo en cuenta lo que ha mencionado, ¿cómo es la actitud del paciente frente a esta forma de atender sus necesidades?

R. Sin duda con una gestión humanizada el beneficiado final será el paciente, ya que estará atendido por profesionales verdaderamente motivados por los equipos gestores de su centro de trabajo, y estos centros de trabajo tendrán planes de humanización establecidos para diseñar estrategias donde el usuario se sienta cómodo en un ambiente hostil y desconocido como es el sanitario. El paciente debe percibir este cambio de modelo, que el nuevo paradigma de la gestión humanizada se hace presente en el día a día de los centros sanitarios.

P. La llegada del coronavirus puso en jaque a todo el Sistema Nacional de Salud (SNS) ¿Fue así también entre los profesionales sanitarios a la hora de intentar humanizar la atención? ¿Cómo vivieron aquellos días?

R. La pandemia por COVID-19 ha supuesto un reto para los profesionales del sistema de salud, ya que ha sido deshumanizadora por las especiales condiciones de la misma: el aislamiento de los pacientes, la distancia de los familiares, la barreras en forma de EPI de los profesionales, el hecho de morir solos y en muchas ocasiones sin despedida de sus familiares; toda esta deshumanización fue tornándose en acciones más humanizadas: uso de las tecnologías en forma de videoconferencias, permitir la despedida de pacientes en fase final de vida por parte de algunos familiares…

“La pandemia por COVID-19 ha supuesto un reto para los profesionales del sistema de salud, ya que ha sido deshumanizadora por las especiales condiciones de la misma”

Sin duda la pandemia por COVID-19 es una de las experiencias más duras a las que se han visto sometidos los profesionales: enfrentarse a un agente infeccioso desconocido, mortal, con déficit de conocimientos en la fase inicial, así como escasez de materiales de protección y procedimientos de actuación, con centros sanitarios llenos de pacientes, muchos de ellos extremadamente graves y con unas cifras de mortalidad brutales. Fue una mezcla de incertidumbre, miedo, profesionalidad y orgullo.

P. ¿Qué aprendizajes diría que está dejando la COVID-19 en términos de humanización?

R. La COVID-19 sin dudarlo va a marcar un antes y un después en muchos aspectos de la asistencia sanitaria, el sistema se ha dado cuenta que los profesionales son el verdadero centro del mismo, y sin ellos sería imposible haberse enfrentado en las primeras olas con esa entrega y dedicación, consiguiendo mantener la atención a pesar de la saturación del sistema, y actualmente las enfermeras están marcando el ritmo de la campaña de vacunación, demostrando su importancia y relevancia como siempre han hecho.

No hemos de olvidar lo pasado, y aprovecho para hacer un llamamiento a las administraciones para que se tengan en cuenta a los profesionales, sus cargas de trabajo, sus contratos y también de sus retribuciones, no solo se vive de aplausos, premios globales y de falsos heroísmos, se vive del reconocimiento de una labor imprescindible.

P. Y en este sentido, ¿podría decirse que la humanización es ahora más importante que nunca?

R. La humanización debería ser importante siempre, ya que somos personas que atendemos personas, somos profesionales, pero antes de eso, somos personas. La pandemia ha evidenciado focos deshumanizadores y ahora es cuando, con posturas unitarias, se debe trabajar para estar permanentemente preparados, ver donde se han cometido errores y subsanarlos, aprender de los errores es fundamental para garantizar el éxito en el futuro.

“La pandemia ha evidenciado focos deshumanizadores y ahora es cuando, con posturas unitarias, se debe trabajar para estar permanentemente preparados”

P. En el ‘Decálogo para el liderazgo con H 2020’ recogen una serie de aptitudes que los profesionales sanitarios tendrían que tener para ofrecer una atención más humana. No obstante, ¿están estos profesionales formados en dichas aptitudes?

R. La formación en humanización, por desgracia, no es habitual en los estudios de grado, hay que reconocer que poco a poco van implantándose acciones formativas para que la humanización llegue a los alumnos, y aprovecho esta entrevista para pedir a las Universidades tengan en consideración en sus planes formativos la formación en valores fundamentales como es la humanización, un sistema sanitario con H va a ser un sistema más justo con todos los actores del mismo: gestores, profesionales y sin duda pacientes y sus familias.

P. Más concretamente, además de desarrollar proyectos como HUGES, ¿de qué manera podría incentivarse la concienciación entre estos para que así fuese? ¿Qué estrategias o iniciativas podrían llevarse a cabo?

R. Hay que empezar a hablar de personas desde el inicio de las etapas formativas, no hemos de olvidar lo que somos, vivimos en sociedad, y la sociedad demanda acciones claras que deriven en una asistencia de calidad, y la calidad pasa por fomentar valores y conductas claras que lleven a todos a ser considerados y tratados como personas.

Si somos capaces de ello, la cultura de la humanización formará parte del día a día y no lo veremos como una moda, lo veremos como parte de nuestra manera de entender la asistencia.

“La cultura de la humanización formará parte del día a día,

y no lo veremos como una moda”

P. Este decálogo es del año pasado, del 2020, y teniendo en cuenta la pandemia, ¿debería incluirse o modificarse alguna otra aptitud en el decálogo de 2021?

R. El decálogo HUGES es una de las acciones que hemos llevado a cabo del que estamos más orgullosos, ya que fue una actividad colaborativa de más de 1.200 personas que escogieron estos 10 valores para el liderazgo con H.

La pandemia ya lo hemos comentado, nos ha cambiado como personas y como profesionales, por ello está dentro de nuestras acciones de 2021 realizar una revaloración del mismo, siguiendo

P. Un problema muy reconocido en la atención es la falta de adherencia a los tratamientos, tanto que, según el Estudio de Adherencia al Tratamiento del Grupo OAT, solo el 51,6 por ciento de los pacientes crónicos es adherente. ¿Cómo influye la humanización en la adherencia de los pacientes?

R. Por supuesto que la humanización influye en la adherencia terapéutica, ya que no es lo mismo realizar seguimientos y educación sanitaria desde una perspectiva personal que dejando al paciente interpretar estos consejos de los profesionales.

Indudablemente, cuando las organizaciones sanitarias quieren que sus pacientes sigan adecuadamente los tratamientos, se debe hacer desde la implicación de los profesionales, con ese trato personal, promoviendo el buen trato profesional/paciente, así como tener en cuenta las características individuales de cada paciente, y sin lugar a dudas promover la denominada alfabetización en salud, para potenciar las estrategias de comunicación y el conocimiento de las propias patologías.

“Cuando las organizaciones sanitarias quieren que sus pacientes sigan adecuadamente los tratamientos, se debe hacer desde la implicación de los profesionales,

con ese trato personal”

P. En línea con lo anterior, ¿se desarrollan proyectos relacionados con la adherencia y la humanización o, por el contrario, es un campo en el que deberían potenciarse más iniciativas de este tipo?

R. Iniciativas como la Escuela de Pacientes, trabajan de manera enorme en favorecer el autoconocimiento de las patologías y sus procesos.

Poder ser partícipes de ello va a favorecer la adherencia, y aquí hay que hacer énfasis, en potenciar acciones similares, dando protagonismo al paciente, otorgándole ese empoderamiento del que tanto se habla, pero que debe ser parte del proceso de la enfermedad, donde los pacientes no se encuentren solos, y dispongan de todo el soporte y ayuda para entender que les pasa, porque les pasa y que han de hacer para mejorar su proceso.

P. ¿A qué retos se enfrenta la humanización y cómo los afrontan desde HUGES?

R. El principal reto de la humanización es que toda la organización lo perciba como un objetivo estratégico de la misma, un objetivo que forme parte del día a día de todos los integrantes de esta, desde la gerencia al último de los trabajadores.

Es así como el cambio será posible, consiguiendo organizaciones basadas en las personas, donde el valor del respeto esté de manera permanente en las mismas, de este modo conseguiremos organizaciones más amables, organizaciones con corazón, unas organizaciones que cuidarán a sus profesionales para que estos cuiden y atienden con altos estándares de calidad a los pacientes y sus familias.

“Es así como el cambio será posible, consiguiendo organizaciones basadas en las personas, donde el valor del respeto esté de manera permanente en las mismas”