“Los neurólogos se han implicado desde el principio en la atención al paciente COVID-19”

José Miguel Láinez, presidente de la Sociedad Española de Neurología (SEN)

Laura Chivato Isabel

La pandemia por COVID-19 todavía sigue en boca de todos, ya que a pesar de que este mismo fin de semana se levante el uso de la mascarilla en exteriores (con las limitaciones correspondientes), el virus sigue conviviendo entre nosotros. Para el doctor José Miguel Láinez, presidente de la Sociedad Española de Neurología (SEN), es fundamental que los neurólogos continúen jugando un papel activo en la concienciación de la población respecto a la vacunación y las medidas de prevención, un papel que también jugaron junto con el resto de especialidades durante los meses más duros de esta crisis sanitaria.

Pregunta. Teniendo en cuenta la llegada del COVID-19, ¿cómo ha sido este último año de trabajo desde la SEN?

Respuesta. Hay dos aspectos diferentes. Por una parte, para la Sociedad Española de Neurología (SEN) ha supuesto un cambio absoluto en toda la estrategia, porque hemos pasado de una reunión anual presencial a una virtual y a realizar todos los actos de la misma manera, como nuestra actividad formativa, que es uno de los pilares fundamentales de la sociedad y que también ha pasado a ser virtual. Esto ha exigido un proceso de adaptación de todos que, afortunadamente, se ha resuelto bien, y que probablemente en parte se quedará. Ahora que ha pasado más tiempo, hay cierta fatiga de la actividad virtual, pero todavía este año seguiremos en este sentido y esperamos después recuperar la presencialidad.

Si nos referimos a la actuación de los neurólogos, ha sido un cambio brutal porque se ha producido una sacudida de todo el sistema de atención asistencial en toda la medicina y evidentemente también en Neurología.

P. ¿Qué objetivos tiene la organización para este 2021?

R. Desde nuestra sociedad tenemos como objetivo mantener las actividades virtuales e ir preparándonos para que venga un año más normalizado.

P. En la atención al paciente COVID-19 han participado diferentes especialistas, pero hablando concretamente sobre la especialidad a la que representa, ¿qué papel han jugado los neurólogos durante la pandemia?

R. Como todas las especialidades, los neurólogos se han implicado desde el principio en la atención al paciente COVID-19 en dos aspectos: por un lado, en la atención directa de las complicaciones neurológicas del COVID; y por otro, ha habido neurólogos que se han integrado en los equipos COVID en los momentos de pico de la enfermedad en todos los hospitales y en todas las comunidades autónomas.

“Como todas las especialidades, los neurólogos se han implicado desde el principio en la atención al paciente COVID-19”

Es cierto que los tiempos de implicación han sido un poco diferentes, porque no todas las olas han sacudido en el mismo grado a las CCAA ni en el mismo momento, pero los neurólogos se han integrado 100 por ciento en la asistencia con dichos equipos de atención al COVID.

P. Todos los pacientes crónicos se pusieron en alerta ante la llegada del virus porque no se conocía con certeza cómo afectaba a cada una de las enfermedades. En el caso de los pacientes con enfermedades neurológicas, ¿cómo fue convivir con el virus? ¿Cómo afectó la llegada de la pandemia a su asistencia?

R. Tuvimos una bajada clarísima de la asistencia a Urgencias en los primeros meses de la primera ola, por ejemplo, disminuyó la asistencia de pacientes con ictus en Urgencias y probablemente fue fruto del miedo al contagio en el hospital, aunque esto ya se ha normalizado.

Después tuvimos un parón absoluto con suspensión de las consultas externas, y esto lógicamente repercutía en los pacientes.

Nosotros desde la SEN lo que hicimos fue elaborar con nuestros grupos de estudio recomendaciones apropiadas para cada grupo de pacientes sobre cómo debían actuar o protegerse frente al virus y en función de la enfermedad.

P. De todo esto último que ha mencionado, ¿se han podido observar ya ciertas consecuencias?

R. Toda esta situación está claro que ha tenido consecuencias. Por ejemplo, patologías como alzhéimer o párkinson, todo este grupo de personas, tanto los pacientes como los que aún estaban por diagnosticar, se han visto perjudicados, y sobre todo el grupo de personas mayores.

Nuestra recomendación para este grupo es actividad física, actividad social y actividad afectiva, y este colectivo se ha visto falto de estos tres tipos de actividad. Esto ha hecho que haya pacientes que han empeorado en sus aspectos cognitivos y motores, y afortunadamente, desde que se ha iniciado el proceso de vacunación, principalmente en personas mayores, han ido poco a poco reintegrándose, pero evidentemente ha pasado una factura que en algunos va a dejar secuelas.

“Esto ha hecho que haya pacientes que han empeorado en sus aspectos

cognitivos y motores”

P. Teniendo todo ello en cuenta, ¿podría decirse que ha cambiado la situación de aquí a un año? ¿Se está recuperando la atención?

R. Sí, sin duda. Durante estos meses, prácticamente en todos los hospitales hemos tenido atención telefónica en consultas externas, y aunque la atención de pacientes hospitalizados durante la primera ola se ha resentido menos, por ejemplo, en la Comunidad Valenciana, durante la tercera, la falta de camas era un problema.

No obstante, ahora mismo la atención hospitalaria está completamente normalizada y se ha empezado a normalizar la atención en consultas externas de manera presencial, pero con los retrasos que se han acumulado durante estos meses.

P. Uno de los aspectos clave de la asistencia sanitaria es el trabajo multidisciplinar y coordinado entre los diferentes profesionales que abordan al paciente. Sin embargo, ¿diría que es una realidad en la práctica clínica?

R. Creo que es una realidad parcial. Todavía necesitamos avanzar un poco más en la coordinación con otros equipos, como Atención Primaria, y en nuestro caso, con neurorrehabilitación o fisioterapia.

Considero que vamos por buen camino, pero no estamos al final de él.

P. ¿Y a través de que iniciativa cree que podría mejorarse la coordinación entre profesionales sanitarios?

R. Hay que poner en marcha estrategias de coordinación, porque la gente se entiende hablando y, en este sentido, tenemos que seguir hablando e integrándonos con todos los colectivos con los que nos estamos relacionando. Probablemente hay que hacer algunos cambios importantes incluso desde el punto de vista del sistema.

P. Además, dicha coordinación siempre es mencionada como uno de los puntos fuertes para mejorar la adherencia a los tratamientos. En esta línea, ¿diría que dicha adherencia es la óptima entre los pacientes con enfermedades neurológicas?

R. Tenemos una adherencia más optima en las medicaciones que administramos nosotros, por ejemplo, en el caso de la migraña. Pero realmente, con medicaciones orales tenemos una adherencia razonable, aunque con problemas dependiendo de la patología, pues alguna tiene más adherencia que otra por los fármacos con los que se tratan.

“Tenemos una adherencia más optima en las medicaciones que administramos nosotros”

P. ¿Cuáles tienen mayor adherencia?

R. Por ejemplo, en enfermedades como el párkinson, la adherencia en general es buena porque el paciente nota mucho la eficacia del fármaco; en otras, como la migraña y sus fármacos preventivos orales, es más baja porque estos tienen una eficacia limitada y efectos adversos incomodos.

P. ¿Qué falla en este caso? ¿Qué complica la adherencia entre estos pacientes?

R. Cuando hay falta de adherencia a una medicación es por dos razones: porque el paciente tiene mala tolerancia o porque tiene una eficacia que este no visibiliza.

P. La concienciación en este aspecto es fundamental ya que la calidad de vida del paciente se compromete en el caso de que no siga los tratamientos. ¿Se lleva a cabo alguna acción/iniciativa desde la SEN en este sentido? No tanto dirigida a los pacientes, sino a los profesionales que son quienes tienen que trasmitir la importancia de la adherencia.

R. Desde la SEN no se realiza ninguna iniciativa específica relacionada con la adherencia.

P. ¿Y qué estrategias considera que debería potenciar el propio profesional para ayudar al paciente a ser más consciente?

R. Para concienciar sobre la importancia de la adherencia creo que es fundamental la educación al paciente e ir dándole las herramientas necesarias para que sea consciente de lo fundamental que es que sea adherente.

“Para concienciar sobre la importancia de la adherencia creo que es fundamental

la educación al paciente”

P. ¿Cuál es el gran reto para este 2021 y cómo pueden contribuir los neurólogos para superarlo?

R. Lo que me gustaría para este 2021 es que estuviésemos a punto de vencer al virus, que la pandemia quedase en un segundo plano. Los neurólogos en esta tarea debemos concienciar a los pacientes sobre la vacunación y todavía seguir las medidas de prevención.

Por parte de la neurología, el objetivo sería normalizar la asistencia sanitaria a final de año intentando recuperar las consultas presenciales y aquellas que se han ido perdiendo en este tiempo.