La adherencia en osteoporosis podría tener ventajas para el paciente frente al coronavirus

Suelen tener confirmados unos niveles adecuados de vitamina D

Laura Chivato Isabel

Que la edad sea un factor de riesgo tanto en las fracturas por fragilidad como en el coronavirus COVID-19 no hace que ambas enfermedades estén relacionadas. Es decir, que tal y como destacaba el doctor Carlos Gómez, médico de la Unidad del Metabolismo Óseo del Hospital Universitario Central de Asturias, “el paciente con osteoporosis no tendría por qué ser paciente de especial riesgo”. Es más, podría decirse que incluso el tratamiento osteoporótico, que estos pacientes reciben para evitar las caídas y las fracturas óseas, podría llegar a presentar ciertos beneficios frente al coronavirus, según exponía el doctor Gómez durante el webinar ‘Manejo del paciente con riesgo de fractura por fragilidad en tiempo de COVID-19’ organizado por la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN).

Una de las ventajas de la adherencia a este tratamiento está relacionada con la vitamina D. Y es que, según el doctor, a día de hoy existe un estudio ecológico en el que se ha puesto de relieve una mayor mortalidad por COVID-19 en función de los niveles de vitamina D, así como otros que resaltan valores de vitamina D más bajos en pacientes contagiados (actualmente, hay en marcha numerosos ensayos clínicos para testar esta hipótesis): “Y precisamente los pacientes con osteoporosis adecuadamente tratados suelen tener confirmados unos niveles adecuados de vitamina D, y si no es así, reciben suplemento; la vitamina D se muestra como un excelente inmunomodulador y forma parte de la respuesta frente a agentes infecciosos”.

“Los pacientes con osteoporosis adecuadamente tratados suelen tener confirmados unos niveles adecuados de vitamina D, y si no es así, reciben suplemento”

“Por otro lado -añadía este experto-, otros estudios sugieren que los pacientes con tratamientos previos con bifosfonatos tienen mejor supervivencia en la UCI sea cual sea el motivo de ingreso, y este es otro aspecto a tener en cuenta”.

Evidentemente todo esto de nada sirve si el paciente no cumple con su tratamiento, y ya en condiciones normales “muchos pacientes lo abandonan”, como resaltaba la doctora Cristina Carbonell, médico de familia en Centro de Salud Vía Roma (Barcelona), aunque teniendo en cuenta estos posibles beneficios, “no tendría ningún sentido dejar de tomar la medicación en estos momentos”, según el doctor Gómez.

“No tendría ningún sentido dejar de tomar la medicación en estos momentos”

Por ello, y también con ánimos de lanzar un mensaje tranquilizador, desde la Sociedad Española de Investigación Ósea y del Metabolismo Mineral (SEIOMM), publicaron una serie de recomendaciones para recordar que la osteoporosis no aumenta el riesgo de contraer coronavirus ni de tener complicaciones graves. Entre estas se incluía no interrumpir ningún tratamiento recetado para la osteoporosis (incluidos los suplementos de calcio y vitamina D) y hablar con el médico si se tuviera alguna inquietud.

Seguimiento de los pacientes

En este sentido, la doctora Carbonell contaba que, aunque durante los primeros días se pasó de las consultas presenciales a las telefónicas, desde Atención Primaria (AP) no han descuidado la atención domiciliaria de los pacientes crónicos y mayores justamente para este fin, resolver dudas, atender ciertas necesidades, etc., una labor en la que enfermería ha jugado un papel clave.

“Transcurridas las primeras semanas, donde el impacto fue muy importante y nos dedicamos absolutamente al COVID-19, no dejamos de atender nunca a los crónicos, y transcurridas las primera semanas, nos dedicamos a hacer una acción más proactiva en el seguimiento de los pacientes que no podían acudir a los centros de salud. En el caso de los pacientes con osteoporosis y fracturas, igualmente, empezamos a llamar para conocer sus dudas y problemas y para que no se encontraran desamparados de alguna manera; sin dejar de lado la atención domiciliaria tomando en consideración las medidas de prevención necesarias para no contagiar ni ser contagiados”, detallaba la doctora.

“Nos dedicamos a hacer una acción más proactiva en el seguimiento de los pacientes que no podían acudir a los centros de salud”

Además de esto, desde AP se ha promovido la realización de ciertos ejercicios y rutinas para que estos pacientes no pierdan fuerza muscular o agilidad y así también evitar las caídas. “Nosotros insistimos mucho, al igual que con la dieta, en la importancia de la práctica de ejercicio”, sostenía esta médico de familia. Por su parte, el doctor Gómez hacía hincapié en que esto es de especial relevancia de cara al desconfinamiento, porque después de estar dos meses en casa, los pacientes podrían tener una mayor inestabilidad y una mayor probabilidad de caerse, “y aquí sí que vamos a tener que insistir mucho”.

En todo este acompañamiento el cuidador es una figura fundamental, ya que se trata de un aliado de los profesionales de Atención Primaria tanto para ayudar al paciente a que sea adherente a los tratamientos farmacológicos como para motivarle a que realice estas rutinas.