Los hospitales habilitan circuitos libres de coronavirus para reactivar el programa de trasplante renal de donante vivo

Desde el anuncio del Estado de Alarma se han realizado 379 trasplantes a partir de 171 donantes

Redacción

Durante la crisis sanitaria, la actividad del programa de trasplante renal de donante vivo se ha visto especialmente afectada, aunque en las últimas tres semanas, y a medida que la situación en los hospitales ha ido recuperando su normalidad, se han habilitado circuitos libres de COVID-19 para reactivar dicho programa, habiendo realizado ya seis procedimientos, según los datos proporcionados por el Ministerio de Sanidad con motivo del Día Nacional del Donante de Órganos, Tejidos y Células. Estos procedimientos, al ser programados y en aras de proteger al máximo a donantes y a receptores, se pospusieron hasta que la situación epidemiológica mejorara. No obstante, a pesar de la difícil situación, se realizó un trasplante hepático de donante vivo durante la pandemia.

En lo que respecta al resto de órganos, de acuerdo con lo últimos datos de la ONT, desde el anuncio del Estado de Alarma el 13 de marzo hasta el 31 de mayo, se han realizado 379 trasplantes a partir de 171 donantes. A la progresiva mejora de la actividad de donación y trasplante han contribuido las directrices pautadas en el Plan ‘Post-COVID’, impulsado por la ONT y las Coordinaciones Autonómicas de Trasplante.

Desde el anuncio del Estado de Alarma el 13 de marzo hasta el 31 de mayo, se han realizado 379 trasplantes a partir de 171 donantes

Plan ‘Post-COVID’

Este Plan ‘Post-COVID’ se ha desarrollado con el objetivo de recuperar lo antes posible la actividad previa a la crisis sanitaria, con garantías de seguridad para los donantes vivos, los receptores de un trasplante y los profesionales sanitarios implicados en esta actividad.

¿De qué manera? A través de la reactivación progresiva de los programas de donación y trasplante de órganos, retomando los procedimientos electivos (no urgentes), que ya se han puesto en marcha en muchas regiones, y el trasplante de donante vivo. Cada centro lo hace de forma individualizada de acuerdo a su situación epidemiológica, si bien el punto crítico es la existencia de circuitos libres de COVID-19.

La continua adaptación de los protocolos a los conocimientos de la enfermedad y la apuesta por la investigación del impacto del nuevo coronavirus en los pacientes trasplantados son otros de los elementos del Plan. Además, el refuerzo y el reconocimiento de la red de coordinación y de trasplantes y la apuesta por su formación continuada son pilares básicos para afrontar la época ‘post-COVID’.

La continua adaptación de los protocolos a los conocimientos de la enfermedad y la apuesta por la investigación del impacto del nuevo coronavirus en los pacientes trasplantados son otros de los elementos del Plan

La seguridad de la donación renal en vida

La protección de donantes y receptores es una de las principales misiones del programa nacional de donación y trasplante, siendo el Registro Español de Donante Vivo Renal una de sus herramientas. Este Registro, coordinado por la ONT y las Coordinaciones Autonómicas de Trasplante, y en el que participan 33 hospitales de todo el país, ya ha permitido analizar la evolución de 2.463 personas que donaron en vida un riñón entre 2010 y 2017. El Registro recoge información sobre las características basales de los donantes vivos renales, la cirugía que posibilita la donación (nefrectomía) y el estado médico de los donantes a corto, medio y largo plazo tras la donación.

En cuanto al perfil del donante vivo renal, seis de cada diez son mujeres y su media de edad es de 51 años. La relación más frecuente entre donante y receptor es cónyuge/pareja sentimental en un 33 por ciento de los casos, seguida de padre/madre (28%) y hermano/a (24%). La intervención quirúrgica se lleva a cabo por técnicas poco invasivas (mediante cirugía laparoscópica en el 98 por ciento de los procedimientos), lo que permite una estancia corta en el hospital, de sólo cuatro días de media.

En cuanto al perfil del donante vivo renal, seis de cada diez son mujeres

y su media de edad es de 51 años

Como en toda intervención quirúrgica, el riesgo cero no existe, y el registro muestra que solo uno de cada 156 donantes precisó revisión quirúrgica de la cirugía tras la intervención antes de recibir el alta, una cifra similar a la publicada en las grandes series internacionales. La supervivencia al alta hospitalaria es del 100 por ciento y del 99,6 por ciento a los seis años, sin fallecimientos relacionados con la donación. Durante los primeros tres meses posteriores a la donación, se aprecia una reducción de la función renal, que el otro riñón compensa en los meses siguientes y permite al donante llevar una vida normal. No obstante, los donantes vivos se realizan revisiones médicas periódicamente.