A esta situación hay que sumarle el retraso en los diagnósticos
Laura Chivato Isabel
La llegada del coronavirus ha puesto en jaque la asistencia sanitaria, pues esta ha tenido priorizar algunos aspectos y reinventarse para poder hacer frente a las necesidades de todos los pacientes. En este sentido, la accesibilidad, tanto a la Atención Primaria como Hospitalaria, se ha visto restringida para frenar el contagio, lo que evidentemente ha repercutido en la calidad de la atención, tanto que solo el 53 por ciento de los pacientes ha podido continuar su tratamiento en el centro sanitario durante la pandemia, según el informe 2020 del Observatorio de Atención al Paciente (OAP) desarrollado por la Plataforma de Organizaciones de Pacientes (POP).
Otro de los datos relacionados con el tratamiento es que el 25 por ciento de los pacientes ha tenido dificultades administrativas para conseguir dicho tratamiento en la farmacia comunitaria. “Sabemos que ha habido medidas que han paliado esta situación, como la dispensación de los fármacos a domicilio, una medida que sido muy eficiente y que, a pesar de los datos, ha mejorado el impacto”, señalaba María Gálvez, directora de la POP, durante la presentación del informe.
El 25 por ciento de los pacientes ha tenido dificultades administrativas para conseguir dicho tratamiento en la farmacia comunitaria
A esta situación hay que sumarle el retraso en los diagnósticos, pues como se desprende del documento, 1 de cada 5 pacientes cáncer no han sido diagnosticados o lo han sido tarde; se han reducido un 40 por ciento las intervenciones por infarto agudo de miocardio; y el código ictus se activó en marzo de 2020 un 28 por ciento menos frente al mismo periodo del año anterior. Para Carina Escobar, presidenta de la POP, todo esto lo que hace es “sumar años de espera a las personas que están sufriendo”. “Por ello, es necesaria una reforma de la asistencia en cuanto pase esta ola y podamos dar respuesta a quien está en espera y a las familias”, subrayaba Escobar.
Con ella coincidía el doctor Francisco José Sáez, coordinador del Grupo de Trabajo en Gestión Clínica de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG): “El retraso en el diagnóstico es exagerado, y a pesar de que el resto de enfermedades siguen estando ahí, el sistema sanitario no es capaz de prestar la atención, ni el público ni el privado”.
“A pesar de que el resto de enfermedades siguen estando ahí, el sistema sanitario no es capaz de prestar la atención”
“El sistema está completamente orientado por la pandemia como un proceso agudo dejando de lado otros procesos relevantes, pero solo miramos coronavirus, y el resto queda completamente olvidado. Y es que existe una limitación para acceder a la consulta de Atención Primaria (AP), para acceder por parte de AP a las pruebas diagnósticas hospitalarias, se han suspendido programas de cribado de cáncer, etc.”, explicaba el doctor Sáez.
En este sentido, María Llanos, directora general de Planificación, Eficiencia Tecnológica y Atención al Paciente de la Consejería de Sanidad de la Comunidad Valenciana, abogaba por dar más capacidad de resolución a AP “para que se pueda desarrollar algún avance y mejorar las interconsultas”.
Con y por los pacientes
Para dar respuesta a todos estos retos que han surgido de la pandemia, la presidenta de la POP hacía hincapié en la necesidad de contar con los pacientes, priorizando aquellos aspectos que más valoran y, sobre todo, ofreciéndoles toda la información necesaria para que se sientan acompañados durante la pandemia.
La necesidad de contar con los pacientes es también una de las cuestiones que apuntaba Paloma Casado, subdirectora general de Humanización de la Asistencia, Bioética e Información y Atención al Paciente de la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid: “Los pacientes tienen que ayudar porque nosotros tenemos una visión que muchas veces no coincide con la de ellos; se estima que algo es muy importante, pero no se les pregunta”.
“Los pacientes tienen que ayudar porque nosotros tenemos una visión que muchas veces no coincide con la de ellos”
Para José Soto, presidenta de la Sociedad Española de Directivos de la Salud (SEDISA), esto es imprescindible, ya que considera que los pacientes son “el motor de mejora” de la asistencia sanitaria: “Si los pacientes no nos están empujando, nos volvemos cómodos, tenemos resistencias al cambio, etc.”.