La opinión de Elixabet Rodríguez, Especialista en Farmacia Hospitalaria. Board Certified Psychiatric Pharmacist. Hospital San Juan de Dios – Donostia
La falta de adherencia al tratamiento farmacológico en el paciente con enfermedad mental es muy elevada y tiene consecuencias negativas en el propio paciente, familias y sistema de salud.
Entre las enfermedades mentales son los trastornos esquizofrénicos los que tiene las cifras más altas de falta de adherencia. Según diferentes revisiones existentes, se puede estimar que la tasa media de falta de adherencia puede encontrarse en torno al 50 por ciento. El incumplimiento del tratamiento conlleva en la mayoría de los casos a un peor pronóstico de la enfermedad, periodos de remisión más largos, incremento de las tasas de suicidio y peor calidad de vida. Asimismo, se ha identificado la falta de adherencia como uno de los factores que mayor asociación guarda con las recaídas y reingresos hospitalarios.
Ayudar a encontrar tratamientos individualizados, efectivos y seguros es la mejor forma de mejorar el cumplimiento, y es aquí donde el farmacéutico hospitalario puede participar de forma activa.
Se ha visto que en este grupo de pacientes la aparición de efectos secundarios suelen ser una de las principales razones de abandono de la medicación. Por tanto, conocer el perfil de efectos secundarios de los medicamentos es fundamental para poder ajustar el tratamiento a las características y preferencias del paciente. Así, por ejemplo, los antipsicóticos difieren sustancialmente en su perfil de efectos secundarios mientras los de primera generación de alta potencia, como el haloperidol, tienen un riesgo más elevado de efectos extrapiramidales los de segunda y en particular la clozapina y la olanzapina, pueden inducir aumento de peso e incrementar el riesgo de efectos metabólicos adversos, lo que resulta en una mayor incidencia de enfermedades cardiovasculares.
“Por tanto, conocer el perfil de efectos secundarios de los medicamentos es fundamental para poder ajustar el tratamiento a las características y preferencias del paciente”
Otras medidas para mejorar la adherencia pueden ser simplificar los tratamientos, retirar fármacos innecesarios, introducir tratamientos intramusculares de antipsicóticos de acción prolongada, entre cuyas ventajas se encuentra una garantía de administración, permitir a los profesionales monitorizar e intervenir de manera apropiada si el paciente omite una dosis, menor probabilidad de síntomas de rebote y de recaídas abruptas y favorecer un contacto regular con el equipo clínico.
El empoderamiento del paciente y su participación en las decisiones sobre su medicación es crucial para mejorar el cumplimiento. El clínico necesita escuchar al paciente, comprender su perspectiva, incluyendo sus creencias y preocupaciones sobre su enfermedad y medicación, y asegurarse de que sus preferencias con respecto al tratamiento se basen en hechos y no en percepciones erróneas. Involucrar a los pacientes en la elección de sus medicamentos aumenta la probabilidad de adherencia. En este sentido los farmacéuticos podemos contribuir en informar y formar a los pacientes sobre la medicación que están tomando y participar junto con otros profesionales de la salud en programas de información.