Álvaro Hidalgo: “Es muy importante potenciar cualquier medida para mejorar la adherencia porque siempre se va a traducir en un retorno de la inversión”

La adherencia terapéutica deficiente es el principal motivo del beneficio clínico subóptimo

Laura Chivato Isabel

La cronicidad, como ya muchos expertos recalcan, supone un mayor impacto para el gasto sanitario, tanto que un paciente con tres enfermedades crónicas supone un gasto medio de 7.381 euros frente a los 994 euros relacionados con otra persona que no padece ningún tipo de estas. Para hacer frente a esto, la adherencia al tratamiento juega un papel fundamental porque a medida que el paciente tenga más enfermedades, más complicado será que cumpla con el régimen terapéutico y mayores serán los costes derivados de la baja eficiencia del mismo. Por ello, Álvaro Hidalgo, presidente de la Fundación Weber, aboga por “potenciar cualquier tipo de medida que sirva para tener una mayor adherencia, porque esto siempre se va a traducir en un mayor retorno de la inversión que se hace en el medicamento”.

En este sentido, Hidalgo ofreció durante su intervención en la VIII Jornada Científica de Adherencia al Tratamiento, organizada por el Grupo OAT el pasado 14 de noviembre en Madrid, una serie de estudios que evidencian que, a pesar de que a mayor grado de cumplimiento se incrementa el gasto farmacéutico, se reducen otros aspectos que mejoran la sostenibilidad del sistema, como reducción del absentismo laboral o incremento de la productividad.

“En ‘El valor del medicamento desde una perspectiva social’ (2018), un trabajo que realizamos para Farmaindustria, dedicamos un apartado específicamente al valor de los medicamentos para incrementar la adherencia. En él se observaba que, a mayor adherencia, mayores son los costes farmacéuticos relacionados con el tratamiento, pero menores los costes sanitarios totales, gracias a las visitas médicas, hospitalizaciones y urgencias evitadas”, explicó Hidalgo.

Ya en el Plan de Adherencia al Tratamiento de Farmaindustria (2016) se estimaba cuál sería el efecto de incrementar en un punto la adherencia actual en:

  • Enfermedades cardiovasculares: se evitarían 1.108 eventos y 1.291 muertes (a 10 puntos, se consigue un ahorro de 75.000.000 euros solo teniendo en cuenta los costes sanitarios directos)
  • EPOC: se evitarían 21.000 exacerbaciones y 1.000 muertes (a 10 puntos, ahorro de 80.000.000 euros solo teniendo en cuenta los costes sanitarios directos)
  • Diabetes tipo 2: se evitarían 5.400 eventos (a 10 puntos, ahorro de 367.000.000 euros solo teniendo en cuenta los costes sanitarios directos)
  • Depresión mayor: se evitarían 2.500 recaídas (a 10 puntos, ahorro de 15.000.000 euros solo teniendo en cuenta los costes sanitarios directos)
De izq a dcha: José Luis Casteig y Álvaro Hidalgo

En otro trabajo expuesto por el presidente de la Fundación Weber (realizado en EEEUU de 1997 a 1999) se relacionaban cuatro condiciones crónicas y la estimación del coste sanitario médico, farmacéutico y total en función del grado de adherencia. En este se evidenciaba que, en tres de las condiciones, el coste bajaba a medida que se incrementaba el nivel de adherencia, pasando de alrededor de 8.867 dólares a 4.571 en diabetes; de 6.888 dólares a 3.925 dólares en hipercolesterolemia; y de 6.062 dólares a 4.872 dólares en hipertensión.

Otro estudio del año 2005 se mostraba que, si se aumenta el grado de adherencia, por cada 1 dólar adicional en medicación se lograría una reducción de costes sanitarios de 7,1 dólar en diabetes, 5,1 dólares en hipercolesterolemia y 4 dólares en enfermedades cardiovasculares. Por otro lado, otro trabajo del 2010, subrayaba que, por cada dólar adicional invertido en mejorar la adherencia de los diabéticos en edad de trabajar, se lograría un ahorro neto de 1,14 dólares.

“Todo esto -recalcó Hidalgo-, implica un impacto tremendo desde el punto de vista de sostenibilidad del sistema, quedando de manifiesto el valor de la adherencia en diferentes patologías y en diferentes sistemas sanitarios”.

Beneficio clínico subóptimo

Estos datos demuestran, por tanto, la importancia que tiene que el paciente sea adherente a los tratamientos, y más teniendo en cuenta que la adherencia deficiente es el principal motivo del beneficio clínico subóptimo, pues contribuye a un mayor número de complicaciones médicas y psicosociales de la enfermedad, reduce la calidad de vida de los pacientes y desperdicia los recursos de atención de salud, según este experto.

Por ejemplo, según el Plan de Adherencia de Farmaindustria, solo en Atención Primaria el 40 por ciento de los pacientes pluripatológicos presentan tres o más enfermedades crónicas y el 94 por ciento de estos requiere polimedicación; el 80 por ciento de las consultas en los centros de atención primaria son debidas a pacientes con patologías crónicas y estos representan el 60 por ciento de las estancias hospitalarias, especialmente en lo que se refiere a ingresos no programados.

“Por lo tanto, es muy importante dar una respuesta programada y coordinada a este tipo de pacientes”, resaltó Hidalgo.