La rehabilitación pulmonar en pacientes con HP debe basarse en protocolos individualizados

Uno de estos programas es el del Hospital Universitario 12 de octubre

Redacción

La hipertensión pulmonar (HP) es una enfermedad rara y puede encontrarse en numerosas entidades clínicas y complicar distintas enfermedades cardiovasculares y respiratorias. Los afectados sufren cambios moleculares y anatómicos de la circulación pulmonar, lo que conlleva un aumento en las resistencias vasculares pulmonares (RVP), y estos cambios no solo provocan un deterioro del pulmón, sino que también debilitan el ventrículo derecho del corazón. En cuanto a sus tratamientos, la rehabilitación pulmonar (RP) supervisada se ha posicionado como un tratamiento efectivo, seguro y rentable siempre que sea aplicada por personal especializado, en pacientes con HP estable, en centros expertos en HP y basándose en protocolos individualizados para cada paciente, tal y como explicaba la doctora Lourdes Juarros, médico rehabilitadora de la Unidad de Trasplante Pulmonar del Hospital Universitario 12 de octubre de Madrid, en el marco de la 28 Reunión de Invierno Conjunta Áreas de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR).

La HP está asociada a menor capacidad física, calidad de vida limitada y mal pronóstico por fallo del ventrículo derecho. Por ello, el programa de rehabilitación pulmonar se efectúa antes y después del trasplante pulmonar, incluyendo entrenamiento físico, la Fisioterapia respiratoria y la educación del paciente en técnicas de ahorro de energía”, subrayaba la doctora Juarros.

Estos programas se realizan de forma ambulatoria (sin ingreso hospitalario) y el objetivo es lograr un reentrenamiento al esfuerzo, con trabajo de fuerza y resistencia y ajustando el plan de entrenamiento según la prueba de esfuerzo y el progreso en tolerancia al ejercicio que muestre el paciente día a día. Se utilizan cicloergómetros, para que el paciente pedalee y entrene los miembros inferiores, se le monitoriza en todo momento con electrocardiograma, la tensión arterial y la medida del oxígeno con oximetría.

“El objetivo es lograr un reentrenamiento al esfuerzo, con trabajo de fuerza y resistencia y ajustando el plan de entrenamiento según la prueba de esfuerzo y el progreso en tolerancia al ejercicio que muestre el paciente día a día”

Para que la RP produzca beneficios clínicos en el paciente y logre modular los mecanismos reconocidos de la fisiopatología de la HP (estrés oxidativo, inflamación, vasoconstricción, remodelación vascular o trombosis), es crucial proporcionar un buen perfil de seguridad en el tratamiento de la rehabilitación en pacientes con HP. “En este sentido, debemos asegurar una selección cuidadosa de los pacientes, el entorno adecuado, equipos multidisciplinares, bien preparados, de especialistas en HP y rehabilitación, protocolos de entrenamiento de ejercicio individualizados y flexibles y una monitorización exhaustiva, pues solo así el entrenamiento físico es seguro y efectivo, en pacientes estables con terapia médica y farmacológica optimizada”, precisaba la doctora Juarros.  

En España, uno de estos programas es el del Hospital Universitario 12 de octubre (de referencia internacional), en el que se han realizado 309 trasplantes desde el año 2008, entre ellos un 13 por ciento corresponde a la HP. En este hospital la Unidad de Trasplante Pulmonar trabaja como equipo multidisciplinar incluyendo los Servicios de Cirugía Torácica, Neumología, Anestesia y Rehabilitación Pulmonar con la doctora Juarros Monteagudo. Los especialistas en Cardiología de la Unidad de Hipertensión Pulmonar con la doctora Pilar Escribano al frente y la doctora Paz Sanz Ayán en Rehabilitación Cardiaca e HTP. Fisioterapeutas, Terapeutas Ocupacionales y Enfermeras completan el equipo de Trasplante Pulmonar.

En qué consiste la rehabilitación pulmonar

La Rehabilitación Pulmonar del Trasplante Pulmonar se inicia cuando el paciente entra en valoración para trasplante, se encuentra en una fase estable y con el tratamiento farmacológico y médico optimizado, siendo remitido desde el Servicio de Neumología a Rehabilitación. Para que el protocolo de ejercicio sea individualizado en función del estado del paciente para mejorar su estado antes de la cirugía, se hace una valoración inicial exhaustiva de su situación física, osteomuscular, social y emocional; se le somete a un test de esfuerzo con análisis de consumo y según sus posibilidades y, en función de ello, se decide el programa de rehabilitación más adecuado para cada paciente, con sesiones de tratamiento tres días a la semana, de una duración de 1,30 horas con 24 sesiones iniciales y mantenimiento posterior periódico bimensual una vez incluido en lista de espera hasta TxP. Al finalizar las 24 sesiones, el paciente ya puede realizar estos ejercicios en casa de forma segura, se le indican los límites de seguridad para la práctica de ejercicio: el oxígeno siempre debe estar por encima del 90 por ciento y la frecuencia cardiaca por debajo de los 120 o 130 latidos por minuto. Los pacientes aprenden a monitorizarse y aguardan en lista de espera para el trasplante sin dejar de hacer ejercicio. Desde el hospital, el equipo médico sigue a estos pacientes y se asegura de que estén cumpliendo el plan de ejercicios prescrito.

“Los pacientes aprenden a monitorizarse y aguardan en lista de espera para el trasplante sin dejar de hacer ejercicio”

Tras el trasplante, desde el momento en que el paciente está en reanimación, se le trata para frenar el desacondicionamiento físico. En las UCIS se les trata para prevenir complicaciones relacionadas con la inmovilidad y cuando son trasladados a la planta de hospitalización correspondiente, acuden al gimnasio de rehabilitación para retomar el tratamiento que ya conocían previamente y volver a ponerse en forma. Al alta a casa, se sigue trabajando con estos pacientes de forma ambulatoria para optimizar su forma física y cardiopulmonar, desde Rehabilitación en la Unidad de Trasplante, se realiza un seguimiento muy cercano en la prevención y tratamiento precoz de la osteoporosis para evitar complicaciones relacionadas con ella.

“El entrenamiento aporta mejoras significativas en capacidad de ejercicio, función muscular, calidad de vida y posiblemente en la función del ventrículo derecho y la hemodinámica pulmonar. Asimismo, el entrenamiento muscular puede reducir la inflamación y la proliferación celular a nivel molecular con efecto beneficioso sobre los vasos pulmonares”, según la Declaración de ERS sobre entrenamiento físico y rehabilitación en pacientes con hipertensión pulmonar crónica grave, publicada en European Respiratory Journal en 2019.

No obstante, la doctora Juarros hacía hincapié en que los pacientes no realizaran programas de Rehabilitación no especializados o en entornos no supervisados, como el entrenamiento en casa sin preparación del paciente, y el ejercicio extenuante está contraindicado en pacientes con HP no preparados previamente.