Nuevos roles del Farmacéutico de Atención Primaria para fomentar el uso racional del medicamento y la adherencia farmacoterapéutica

La opinión de Eva Prieto Utiel y Cristina Casado Reina, farmacéuticas de Atención Primaria del Servicio Madrileño de Salud y coordinadoras del Grupo de Pacientes de la Sociedad Española de Farmacéuticos de Atención Primaria.

La adherencia terapéutica puede definirse como el grado en el que la conducta del paciente en la toma de la medicación y su seguimiento de las recomendaciones clínicas, coincide con el acuerdo establecido entre el médico y el paciente mediante un proceso dinámico de decisiones compartidas. De esta forma, añade al concepto de cumplimiento, la participación del paciente, considerándole centro del sistema sanitario.

El Plan Estratégico de Política Farmacéutica del Sistema Nacional de Salud establece estrategias orientadas, entre otros aspectos, a la consecución de un uso racional del medicamento y de la adherencia al tratamiento, con el objetivo de alcanzar el éxito terapéutico. Estas estrategias se incorporan en el Real Decreto Legislativo 1/2015, de 24 de julio, por el que se aprueba el texto refundido de la Ley de garantías y uso racional de los medicamentos y productos sanitarios y en cuyo artículo 83 se atribuye a los Farmacéuticos de Atención primaria (FAP), entre otras, las siguientes funciones asociadas a tales fines:

  • Seguimiento de los tratamientos farmacológicos.
  • Impulsar y participar en programas de educación poblacional sobre medicamentos.
  • Estrategias de colaboración entre los profesionales sanitarios de atención primaria

Para la consecución de las funciones citadas son claves los roles que está adquiriendo el FAP en los últimos años, en colaboración y coordinación con el resto de profesionales sanitarios de atención primaria, tales como la implementación de programas de revisión de tratamiento y el desarrollo e impartición de cursos de educación sanitaria poblacional.

“Son claves los roles que está adquiriendo el FAP en los últimos años, en colaboración y coordinación con el resto de profesionales sanitarios de atención primaria”

La revisión de tratamiento podemos definirla como una valoración crítica y estructurada de los medicamentos del paciente1 teniendo en cuenta su historial clínico global, con el fin de decidir si es necesario retirar, añadir, modificar o continuar alguno de los medicamentos del tratamiento establecido2 y contando con el acuerdo del paciente ante cualquier cambio sugerido. Su objetivo es optimizar la efectividad, seguridad y eficiencia del régimen farmacoterapéutico del paciente.

Se deben considerar dos tipos de revisiones de tratamiento, necesarias y complementarias. La primera, “revisión parcial”, se trata de una valoración técnica, sin  la presencia del paciente y para la cuál es imprescindible el acceso global a su historia clínica. La segunda, “revisión clínica”, contempla la presencia y entrevista con el paciente, permitiendo explorar su adherencia al tratamiento, así como su creencia y valores respecto al mismo, con el fin de llegar a un acuerdo médico-paciente en relación con los cambios sugeridos1

La American Society of Consultant Pharmacist3, incorpora al proceso de revisión de tratamiento, la importancia de una colaboración multicisciplinar. En este sentido, se están desarrollando diferentes estrategias nacionales para implementar programas de revisión de tratamiento, realizadas entre el FAP y el médico de familia. Un ejemplo, es la implementada desde 2017 en el Servicio Madrileño de Salud (SERMAS), donde el FAP realiza la revisión parcial y elabora un informe, indicando las posibles incidencias relacionadas con el tratamiento farmacológico y los cambios sugeridos como recomendaciones. Dicho informe se envía al médico de familia como apoyo técnico para la realización de la revisión clínica. Con el fin de aportar una aproximación al grado de aceptación de las recomendaciones realizadas por el FAP a través de este programa en su fase inicial, las autoras de este artículo, FAP del SERMAS, realizamos una evaluación de las recomendaciones aceptadas por el binomio médico-pacientes, de 50 revisiones parciales realizadas entre junio-diciembre de 2017, obteniendo un 57,1% de aceptación sobre las 254 recomendaciones enviadas4.

“El FAP realiza la revisión parcial y elabora un informe, indicando las posibles incidencias relacionadas con el tratamiento farmacológico y los cambios sugeridos como recomendaciones”

Realizada la revisión del tratamiento y los cambios pertinentes tras el acuerdo médico-paciente, es imprescindible incidir en la adherencia farmacoterapéutica para conseguir el éxito final. Este proceso ha sido tradicionalmente realizado por enfermeros y médicos de familia, con especial implicación de los primeros. Actualmente, el FAP, participa también en esta fase, ya sea por su acceso directo al paciente por tener consultas en los centros de salud, por ejemplo, en Galicia y Extremadura, como por la evaluación de los registros de dispensación de receta electrónica durante la revisión de tratamiento. Así mismo, la visualización del régimen farmacológico completo en la oficina de farmacia, gracias a receta electrónica, permite que el farmacéutico comunitario tenga también su papel en este proceso, dada su proximidad y accesibilidad al paciente. Con todo ello, se consigue un abordaje multidisciplinar de la adherencia pudiendo multiplicar las posibilidades de éxito.

Otro aspecto para el éxito farmacoterapéutico, se focaliza en incrementar el conocimiento de pacientes y cuidadores sobre los medicamentos, para aumentar su adherencia e implicación en la correcta realización del tratamiento farmacológico y reducir errores de medicación. Para ello, el desarrollo e impartición de cursos de educación sanitaria poblacional es esencial. En este sentido, hay que destacar algunas iniciativas, como el proyecto educativo “Taller: Conoce tus medicamentos” implantado en el SERMAS desde junio de 2016. Se trata de un curso impartido, generalmente, de forma multidisciplinar por el FAP junto con enfermeros y/o médicos, y cuyo objetivo se centra en los ítems previamente comentados. Dicho programa quedo finalista en la 1ª Edición-2017 de los Premios para la Mejora a la Adherencia al Tratamiento de la Fundación OAT.

En conclusión, las actividades citadas, asociadas y realizas por el FAP a través de una visión y abordaje multidisciplinar, suponen un aspecto clave para optimizar los tratamientos farmacológicos, potenciar la adherencia terapéutica y reducir los problemas relacionados con los medicamentos y los errores de medicación,  lo que incrementa la efectividad, seguridad y eficiencia de la terapia farmacológica y en consecuencia el uso racional del medicamento.

Bibliografía

  1. Sociedad Española de Farmacéuticos de Atención Primaria, Coordinadora: Ester Amado Guirado. Elementos básicos del abordaje de la medicación en el paciente crónico. Ed. Ala Oeste. 2012. ISBN: 978-84-695-4025-1.
  2. Zermansky AG, Petty DR, Raynor DK,Freemantle N, VailA, Lowe CJ. Randomised controlled trial medication review by a pharmacist of elderly patients receiving repeat prescriptions in general practice. BMJ 2001; 323-1.5.
  3. Medication Therapy Management Task Force, American Society of Consultant Pharmacists, Guideline for medication Therapy Management Services long-term care facilities. Consult Pharm 2007 Apr;22(4):355-36.
  4. Casado C, Prieto E. Implementación de revisión de tratamientos por el farmacéutico de atención primaria. En: Sociedad Española de Farmacéuticos de Atención Primaria. Libro de Comunicaciones Congreso SEFAP. Sociedad Española de Farmacéuticos de Atención Primaria. 2018. 110-111. ISBN:2605-4493.