El riesgo cardiovascular de los pacientes con gota se asemeja al de los diabéticos

Un 50-70 por ciento de gotosos son hipertensos

Redacción

Recientemente se ha equiparado el riesgo cardiovascular de la gota al de la diabetes, una cuestión “muy relevante”, ya que en España hay más de 800.000 personas que padecen gota y la enfermedad cardiovasculares también es la primera causa de muerte entre estos pacientes, según el doctor Enrique Calvo, reumatólogo del Hospital Universitario Infanta Leonor (Madrid). “Aunque los porcentajes varían según la zona estudiada, los números son impactantes: un 50-70 por ciento de gotosos son hipertensos (muchos incluso sin saberlo), dos de cada tres pacientes tienen sobrepeso u obesidad y uno de cada diez sufre cardiopatía isquémica (infarto de miocardio, angina de pecho)”, ha destacado el doctor, quien además ha sido uno de los coordinadores del IX Curso Reumatopics de la Sociedad Española de Reumatología (SER), que se ha celebrado on-line este fin de semana, con la colaboración de Menarini.

Hoy en día se sabe que no solo los niveles altos de ácido úrico en sangre (hiperuricemia) se relacionan con las diferentes enfermedades cardiovasculares (cardiopatía isquémica, insuficiencia cardíaca, enfermedad arterial periférica, enfermedad cerebrovascular), sino también la inflamación debida al depósito de cristales de ácido úrico en articulaciones y otros tejidos, esto es, la gota. “Al igual que sucede en otras enfermedades inflamatorias, en la gota la inflamación crónica por cristales de urato da lugar a una aterosclerosis acelerada o prematura, incrementando el riesgo cardiovascular de los enfermos y aumentando su mortalidad y morbilidad con respecto a la población general”, ha detallado el doctor Calvo.

Por su parte la doctora Vanesa Calvo, reumatóloga del Hospital Universitario Marqués de Valdecilla de Santander y también coordinadora del IX Curso Reumatopics, ha apuntado que “los pacientes con gota también presentan un mayor riesgo de padecer insuficiencia renal, hipertensión arterial y síndrome metabólico (hiperlipidemia, hipertensión arterial, diabetes mellitus, resistencia a la insulina y obesidad), lo cual empeora más, si cabe, el riesgo cardiovascular”.

“Los pacientes con gota también presentan un mayor riesgo de padecer insuficiencia renal, hipertensión arterial y síndrome metabólico”

Asimismo, la especialista ha detallado que que “las artritis microcristalinas son patologías con una prevalencia creciente e invalidante, por lo que uno de los principales retos en este ámbito es conseguir el menor número de pacientes infradiagnosticados e infratratados, puesto que la mayor parte de estos pacientes van a presentar complicaciones a largo plazo. Además, se debe intentar lograr que un elevado porcentaje de pacientes alcance el nivel objetivo de ácido úrico en sangre”. No obstante, también ha lanzado un mensaje positivo relacionado con el amplio arsenal terapéutico existente en la actualidad que permite tratar a los afectados mejorando enormemente su calidad de vida y que, en algunos casos, posibilita incluso la curación de los mismos.

La gota en tiempos de la COVID-19

Aunque sería difícil determinar un aumento en la incidencia de casos de gota durante la pandemia por la COVID-19, en opinión del doctor Calvo, “sí que ha podido existir un importante número de enfermos con ataques de gota durante la pandemia, pues también el estrés es un conocido factor desencadenante de artritis en pacientes con esta enfermedad”. Además, -ha precisado- en la situación actual, muchos gotosos, igual que otros pacientes crónicos, han preferido evitar acudir a centros de salud y urgencias, por el miedo al contagio del coronavirus (SARS- CoV-2). Y, aunque resulta difícil conocer cada caso particular, parece que algunos pacientes han mejorado su dieta durante la pandemia, mientras que otros han aumentado el consumo de alcohol y han ganado peso por sedentarismo, constituyendo éste un riesgo importante para los ataques.

Algunos pacientes han mejorado su dieta durante la pandemia

También habría que tener en cuenta que “muchos pacientes no consultan a ningún médico cuando sufren ataques de gota y optan por sufrirlos en el domicilio o por el automanejo (no siempre correctamente realizado, con riesgos para la salud por exceso de antiinflamatorios)”.

Por tanto, los expertos han insistido en que los pacientes intenten cuidar su alimentación y sus hábitos de vida saludables “dentro y fuera de casa, con confinamiento y sin él. Y recuerdan que es fundamental seguir los consejos de sus médicos y ser constantes y disciplinados con la medicación”. Asimismo, han recalcado que se está promoviendo y facilitando el acceso telefónico o telemático al médico, por lo que muchos pacientes pueden intentar resolver sus dudas a través de estos medios.