“El éxito en la atención a la salud se basa en el desarrollo de equipos multidisciplinares”

Javier Elola, director de la Fundación IMAS

Laura Chivato Isabel

“Multidisciplinar” es una de las palabras que más se puede leer cuando se consulta la web del Instituto para la Mejora de la Asistencia Sanitaria (Fundación IMAS), por lo que no es de extrañar que Javier Elola, su director, confíe en la multidisciplinariedad para superar los diferentes desafíos que plantea el sistema sanitario. No obstante, este experto considera que, aunque se trabaje de manera coordinada, no solo entre los diferentes profesionales sanitarios, sino también entre las diferentes administraciones, uno de los retos a los que habría que dar solución es el actual enfoque del sistema hacia la enfermedad y no hacia la salud, una cuestión que el COVID-19 puso sobre la mesa inesperadamente allá por marzo de 2020.

Pregunta. La Fundación IMAS se crea en el año 2013 en un contexto completamente diferente al de ahora. ¿Qué les llevó a ponerla en marcha? ¿Cómo era la situación sanitaria entonces? ¿Ha variado mucho con los años (sin tener en cuenta el COVID-19)?

Respuesta. La situación no ha variado en exceso salvo por la pandemia del COVID-19 que ha trastocado muchas cosas, pero, en esencia, la estructura, organización y funcionamiento de la sanidad española viene siendo bastante similar a lo largo de los años desde la Ley General de Sanidad y la transferencia de competencias en salud a las CCAA. Se han dado cambios importantes introducidos por las innovaciones tecnológicas y el conocimiento, pero el funcionamiento de la Sanidad ha permanecido con muy pocos cambios.

“Se han dado cambios importantes introducidos por las innovaciones

tecnológicas y el conocimiento”

La Fundación IMAS nace con el objetivo de colaborar con las sociedades científico-médicas y con otros agentes que intervienen en la Sanidad para impulsar los cambios que nuestro sistema sanitario precisa y mejorar la calidad y eficiencia de la asistencia sanitaria en España.

P. En el año 2019 lanzaron junto con la Federación de Asociaciones Científico Médicas Españolas (FACME) un manifiesto sobre retos del Sistema Nacional de Salud en la próxima legislatura (2019-2023). No obstante, era una época ‘precovid’. ¿Han cambiado estos retos o por el contrario se mantienen, pero adaptándose a la nueva realidad?

R. Hay un precedente de ese manifiesto del año 2015, realizado con motivo de las elecciones autonómicas, y realmente, si comparamos los dos manifiestos, son muy similares porque los retos se han mantenido de una forma bastante invariable.

En cuanto al coronavirus, el año pasado hicimos una revisión de la situación de la pandemia en otro documento conjunto con numerosas sociedades científicas basado en una encuesta a más de 2.000 profesionales sanitarios, y los retos siguen siendo exactamente los mismos.

La pandemia lo que ha hecho es poner de manifiesto la urgencia de introducir los cambios que son necesarios.

“La pandemia lo que ha hecho es poner de manifiesto la urgencia de introducir

los cambios que son necesarios”

P. ¿Cuál diría que es el principal reto a abordar ahora en 2021?

R. El principal reto es que en la toma de decisiones en política sanitaria se cuente mucho más con la opinión de los profesionales sanitarios y de los pacientes.

Creo que es el principal reto para este año, que exista una gobernanza real en el sentido que subraya la OMS de participación de todos los agentes interesados, ya que, dentro de esos agentes, los más relevantes, que son los profesionales y los pacientes, están bastante marginados en la toma de decisiones.

P. Siguiendo con el coronavirus, está claro que la asistencia sanitaria ha tenido que, no sé hasta qué punto reinventarse, pero sí adaptarse a la nueva situación que llegó hace un año. En este sentido, ¿qué necesidad principal diría que puso el COVID19 sobre la mesa?

R. El COVID-19 ha tenido muchos efectos que han sido negativos y algunos positivos. Entre las carencias que ha puesto de relieve la pandemia es que tenemos un sistema sanitario que está muy poco enfocado a la salud y mucho a la enfermedad, por lo tanto, aspectos de prevención o vigilancia epidemiológica, entre otros, más enfocados a preservar la salud son muy precarios. Otra cuestión que se ha puesto de relieve es la escasa integración/coordinación que existe entre servicios de salud de las CCAA y el Ministerio de Sanidad; y dentro de los servicios de salud, entre los hospitales y Atención Primaria. Y, por último, mencionaría un insuficiente desarrollo de la atención comunitaria.

“Tenemos un sistema sanitario que está muy poco enfocado a la salud

y mucho a la enfermedad”

En cuanto a las virtudes, desde la Fundación IMAS hicimos un documento con la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI), ‘El hospital del futuro’, y dos de los coautores de ese documento, el doctor Javier García Alegría y el doctor Ricardo Gómez Huelgas, publicaron en la revista de medicina interna un artículo destacando que “el hospital del futuro ya está aquí”. Es decir, el COVID-19 ha promovido muchas de las medidas que señalábamos en el hospital de futuro, como la necesidad de desdibujar las barreras que existen entre especialidades, la creación de equipos multidisciplinares o el impulso de la telemedicina y la teleasistencia; ha dado un impulso a los aspectos relativos a la digitalización en lo que a la asistencia se refiere.

P. Referido a la creación de equipos multidisciplinares que menciona, en todos sus proyectos subrayan la multidisciplinariedad que los caracteriza, pero ¿hasta qué punto es importante para abordar todos los retos a los que se enfrenta de ahora en adelante el SNS?

R. La multidisciplinariedad es un aspecto fundamental y la sanidad ‘individualizada’ de un solo profesional cada vez es un núcleo más reducido, ya que el éxito en la atención a la salud se basa en la participación o en el desarrollo de equipos multidisciplinares.

“El éxito en la atención a la salud se basa en la participación o en el desarrollo

de equipos multidisciplinares”

En estos equipos también tenemos que incluir a los pacientes, estos tienen que formar parte del equipo asistencial porque su experiencia es muy relevante para mejorar la calidad y la eficiencia de la asistencia sanitaria.

P. Ahora han publicado un documento con 10 medidas clave para acelerar la óptima digitalización del sistema sanitario español junto con diferentes sociedades científicas y la Plataforma de Organizaciones de Pacientes (POP). Antes de entrar a hablar del documento, ¿en qué punto se encontraba el proceso de digitalización del sistema sanitario antes de llegada del COVID-19?

R. Un documento que puede ser relevante para analizar el proceso de digitalización en la sanidad española es ‘Madurez digital del sistema sanitario español’ de la Federación Española de Empresas de Tecnología Sanitaria (FENIN). En dicho documento se hacía una valoración en función de una escala del 1 a 100 y se apuntaba que en España estábamos alrededor del 35 por ciento. Es decir, que habíamos recorrido un tercio.

Para no ver la botella medio vacía, diría que hay un tercio del camino recorrido, pero faltan dos tercios que hay que realizar mucho más rápidamente porque la digitalización en todos los sistemas sanitarios de los países occidentales desarrollados está aumentando con un crecimiento exponencial, y si no aceleramos, vamos a perder el ritmo.

P. ¿Y por qué la necesidad de elaborar un documento como este? ¿Precisamente para motivar esta aceleración?

R. El objetivo que se persigue con el documento es dar un impulso al sistema sanitario español para que la digitalización sirva también para transformar el sistema. ¿Y en qué consiste esta transformación? ¿Cuáles serían los objetivos generales? En lo que han definido algunos han definido como el cuádruple objetivo: mejorar la salud y calidad de vida de los ciudadanos, mejorar la experiencia del paciente, mejorar la experiencia del profesional y aumentar la eficiencia y la utilización de recursos que se dedican a sanidad.

“El objetivo que se persigue con el documento es dar un impulso al sistema sanitario español para que la digitalización sirva también para transformar el sistema”

P. Este informe, como se ha mencionado anteriormente, recoge 10 medidas clave, pero si tuviese que elegir una como prioritaria, ¿cuál sería?

R. Es difícil escoger solo una porque las diez medidas están relacionadas entre sí. Sin embargo, sí considero que es prioritario que el sistema en su conjunto se oriente hacia la salud en lugar de la enfermedad.

Si lo hacemos así, tenemos que modificar muchos aspectos sobre cómo está configurado nuestro sistema sanitario.

P. A pesar de que el coronavirus ocupa si no toda, casi toda la atención, los pacientes crónicos siguen estando ahí y una de las principales problemáticas relacionada con estos es la falta de adherencia a los tratamientos. ¿Cómo cree que esta digitalización afecta a la mejora de la adherencia?

R. En la medida que concebimos la digitalización como un instrumento para mejorar también la relación del ciudadano-paciente con el sistema sanitario, el proceso de digitalización debería contribuir también a la mejora de la adherencia terapéutica.

“El proceso de digitalización debería contribuir también a la mejora de

la adherencia terapéutica”

Uno de los enfoques generales que tenemos es que el paciente debe ser un agente activo en la gestión de su enfermedad, y dentro de esa línea general, el tema e la adherencia es fundamental.

P. ¿Es un tema que preocupe desde la Fundación IMAS? ¿Se ha realizado alguna iniciativa al respecto?

R. Desde la Fundación IMAS no hemos realizado ninguna iniciativa en relación con la adherencia, pero sí contamos con la representación de los pacientes tanto dentro del patronato de la Fundacion como dentro del equipo multidisciplinar que ha desarrollado este último documento.

P. ¿Cuál es el mensaje que lanzaría a la población general un año después de la llegada de la pandemia?

R. El primer mensaje que lanzaría es que los ciudadanos sean agentes activos, es decir, tenemos una responsabilidad importante respecto a nuestra salud, no hay nadie que nos pueda cuidar mejor que nosotros mismos.

Y el segundo mensaje, relacionado con lo anterior, es que confíen y apoyen a la ciencia, ya que ha demostrado que es un buen camino para resolver problemas tan graves como la pandemia.