Con el tratamiento se persigue mantener la visión por muy poca que sea
Laura Chivato Isabel
El glaucoma se caracteriza por la degeneración progresiva del nervio óptico, lo que provoca que el paciente pierda visión. Esto no quiere decir que dicha degeneración vaya a terminar en ceguera en todos los casos, pues se puede evitar, pero para ello es fundamental, entre otros aspectos, ser adherente a los tratamientos, ya que estos no recuperarán la visión perdida, pero sí enlentecerán todo el proceso. Sin embargo, la adherencia en glaucoma es uno de los principales problemas a la hora de hablar sobre esta patología, y para Andrés Mayor, presidente de Acción Visión España, una de las estrategias para mejorar esta situación es la comunicación con el profesional sanitario.
“Hay que seguir insistiendo mucho porque solo cuando ‘le vemos las orejas al lobo’ al glaucoma te das cuenta de la importancia de la adherencia al tratamiento. En las asociaciones insistimos mucho, independientemente de las gotas que se tengan al día, porque de esto va a depender la evolución de la patología, y en todo ello, la comunicación en la consulta entre profesional, paciente y familiar es fundamental. Tenemos que ser conscientes de que hay que ir todos a una”, explica Mayor.
“Tenemos que ser conscientes de que hay que ir todos a una”
Con el presidente de Acción Visión España coincide la doctora Laura Morales, oftalmóloga del Hospital Clínico San Carlos (Madrid): “La adherencia es uno de los principales problemas del tratamiento en glaucoma, ya que en ocasiones no existe una mejoría objetiva con el tratamiento, los fármacos presentan efectos secundarios, hay dificultad para la instilación del tratamiento o no se comprende la pauta, entre otros motivos. En este sentido, se está trabajando en varias líneas, y una de ellas es mejorar la comunicación médico-paciente y la comprensión de la enfermedad, pues se sabe que es el principal factor que mejora la adherencia”.
Puede existir la percepción entre los pacientes de que como su visión ya es muy mala, no importa lo que se haga en términos de salud, ya que no va a tener ningún efecto, cuando realmente con el tratamiento lo que se persigue es mantener esa visión por muy poca que sea, “y si dejamos de seguir adecuadamente el tratamiento, puede que no solo no veamos mejor, sino que lo poco que tenemos, lo perdamos más rápidamente”, apunta Mayor. “En glaucoma es fundamental ser adherente al tratamiento y tenemos que ser conscientes de que nos va la visión en ello”.
“Si dejamos de seguir adecuadamente el tratamiento, puede que no solo no veamos mejor, sino que lo poco que tenemos, lo perdamos más rápidamente”
A pesar de esto, existen estudios que demuestran la baja adherencia a los tratamientos, sobre todo en función del número de gotas que la persona tenga que autoadministrarse diariamente. Por ejemplo, en un artículo publicado con anterioridad en ACP, el doctor Aitor Fernández, jefe de Sección de Glaucoma IOA Madrid Innova Ocular y responsable de Servicio HM Madrid, subrayaba que, a mayor número de tratamientos, la adherencia baja, e incluso hasta niveles “claramente preocupantes” a partir de las tres gotas diarias (menos del 40 por ciento de adherencia). Y si ya de por sí el glaucoma es una enfermedad que impacta notablemente en la calidad de vida de los pacientes, pues al final tienen que adaptar todo su entorno para convivir en el día a día con la enfermedad, esto no beneficia en ningún caso.
COVID-19 y seguimiento
En el verano de 2020, unos meses después de la llegada de la pandemia, los pacientes con glaucoma denunciaban que la atención de su patología había empeorado con el coronavirus, tanto que, según la encuesta ‘El impacto del confinamiento en los pacientes con patologías oculares’ de la Sociedad Española de Especialistas en Baja Visión (SEEBV), el 49 por ciento de los encuestados reconocía haber notado un deterioro en su calidad visual durante el confinamiento.
Para estos pacientes las consultas de seguimiento en Oftalmología son cruciales y, sin embargo, y como todo el mundo sabe, cuando el COVID-19 aterrizó en nuestro sistema de salud, todos los esfuerzos se volcaron no solo en el abordaje del virus, sino también en la prevención del mismo. La doctora Morales señala que la llegada del virus ha supuesto para los pacientes de edad avanzada cierto riesgo y una dificultad añadida para llevar a cabo sus revisiones: “Por ello, desde nuestras consultas hemos apreciado que ha existido un empeoramiento del seguimiento de los pacientes. Es decir, mayor retraso en las revisiones, dificultad para acudir, ausencias y faltas de asistencia a las revisiones. Así, como por ingresos y aislamiento debido a la infección”.
“Desde nuestras consultas hemos apreciado que ha existido un empeoramiento del
seguimiento de los pacientes”
Desde la percepción de los pacientes, el presidente de Acción Visión España cuenta que todo ello ha impactado de una “manera importante” en la perdida visual de muchas personas. “El seguimiento de la patología ha pasado a un segundo plano por no contagiarnos de COVID-19, y en algunos casos, esto ha sido muy negativo para la visión”, resalta Mayor, quien hace hincapié en que, cuando no se revisa adecuadamente la tensión ocular, “esto se puede disparar y la pérdida visual puede ser irreparable”.
Día Mundial del Glaucoma
Según la web de Acción Visión España, el glaucoma, aunque se trata de una enfermedad incurable, “si se detecta a tiempo se puede frenar su avance y garantizar que la persona pueda seguir viendo por muchísimo más tiempo, incluso puede llegar a fallecer de manera natural antes de perder la vista totalmente”. Para la doctora Morales, en esta línea radica la importancia de celebrar el Día Mundial del Glaucoma (12 de marzo): “En primer lugar, considero importante este día mundial ya que se trata de una enfermedad silenciosa, sin síntomas ni percepción por parte del paciente hasta estadíos avanzados de la propia enfermedad. Por ello, el screening y la detección precoz son fundamentales. Y en segundo lugar, porque supone una causa de ceguera en edad laboral-joven en el mundo desarrollado; supone un impacto socioeconómico importante”.
En gran medida, los días mundiales relacionados con una patología suelen perseguir concienciar a la población general, y en el caso del glaucoma, cobra especial relevancia teniendo en cuenta que es una enfermedad que no duele, como asegura Mayor. “El glaucoma es muy invisible, pero puede ser muy grave, por eso es necesario concienciar a la población para prestar atención y hacer una revisión anual, aunque nada más sea para tomar la tensión ocular”. Para el presidente de Acción Visión no se le presta atención a este problema y cuando surge ya es “demasiado tarde”.
“El glaucoma es muy invisible, pero puede ser muy grave, por eso es necesario concienciar
a la población”
En cualquier caso, los pacientes cuentan con el apoyo de las asociaciones para ayudarles a superar las diferentes barreras que el glaucoma puede ponerles en su día a día. Es más, desde Acción Visión cuentan con el Teléfono del Ojo (900 900 505) para atender a las personas con discapacidad visual que puede ser total (B1), severa (B2) o leve (B3) y orientarlas en la solución de los problemas personales y sociales que les ocasiona su enfermedad, con exclusión de los temas optométricos, oftálmicos o médicos.