“Para una mayor adherencia terapéutica es imprescindible que el paciente esté mejor informado”

La opinión de Maite San Saturnino, presidenta de Cardioalianza.

Uno de cada tres fallecimientos en España se produce debido a una enfermedad cardiovascular. De hecho, ésta es la primera causa de muerte en el mundo y también en nuestro país, por delante de los tumores y las enfermedades del sistema respiratorio. Aunque es verdad que en los últimos años se han ido reduciendo las muertes por causa cardiovascular, cada vez son más las personas que conviven con una discapacidad o en situación de cronicidad como causa directa de un evento cardiovascular.  Por ello, tanto pacientes como sanitarios advierten que es necesario diseñar nuevas estrategias y planes de acción enfocados específicamente a la prevención secundaria, es decir, a aquellas personas que ya han sufrido un evento, mediante la promoción de actividades dirigidas a mejorar el control de los factores de riesgo y a concienciar a la población, sobre todo al paciente, para que éste sea consciente de su vulnerabilidad y del papel que desempeña en la mejora de su salud. Para ello, es imprescindible que el paciente esté plenamente implicado en el cuidado de su salud y que quiera, efectivamente, tomar el control de su enfermedad.

De hecho, y según indica la Organización Mundial de la Salud (OMS), mediante el control de los factores de riesgo se podrían reducir a la mitad los eventos cardiovasculares y mediante un estilo de vida más saludable se podría prevenir más de tres cuartas partes de la mortalidad por causa cardiovascular. Para ello es imprescindible que las estrategias poblacionales en salud estén focalizadas en la promoción de hábitos saludables como realización de ejercicio, ayudas para dejar de fumar, fomento de una alimentación equilibrada, etc. Por su lado, un óptimo control de los factores de riesgo pasa por lograr una mayor adherencia al tratamiento, es decir, un mayor grado de cumplimiento de las pautas y tratamiento sanitario (farmacológico y no farmacológico) por parte del paciente, ya que solo uno de cada dos pacientes cardiovasculares sigue el tratamiento pautado por su médico.

“Es imprescindible que las estrategias poblacionales en salud estén focalizadas en la promoción de hábitos saludables”

Una buena adherencia se relaciona con una mejora de la esperanza y calidad de vida, mientras que una mala adherencia conlleva a un peor control de la enfermedad, mayor número de complicaciones y un mayor coste socioeconómico. Precisamente por ello, la falta de adherencia terapéutica se ha convertido en uno de los principales problemas de salud a nivel mundial.

Ante este contexto, desde Cardioalianza, entidad que representa a los pacientes cardiovasculares a nivel estatal, se ha impulsado la redacción de la Declaración de los pacientes cardiovasculares respecto a la adherencia terapéutica, a la que también se han adherido nueve asociaciones de pacientes cardiovasculares de ámbito europeo con el único afán de mejorar la adherencia terapéutica en prevención secundaria.

El documento contiene propuestas concretas dirigidas a tres públicos distintos, implicados todos en la mejora de la adherencia: pacientes, profesionales sanitarios y administración pública. Así, se centra en la promoción de cambios, como el empoderamiento del paciente mediante su involucración en las decisiones que afectan a su enfermedad; la simplificación de terapias, que se adapten mejor al perfil de paciente; la necesidad de establecer una mejor comunicación médico-paciente, etc. En definitiva, una serie de propuestas centradas a mejorar el control de los factores de riesgo cardiovascular y, por consiguiente, una mayor adherencia terapéutica.

Como pacientes y agentes implicados en el cuidado de la salud, debemos trabajar juntamente con los profesionales y la administración pública para fomentar ambientes cardiosaludables que fomenten el autocuidado, especialmente en este perfil de pacientes que ya han sufrido un evento cardiovascular y que, por tanto, tienen un mayor riesgo.

“Debemos trabajar juntamente con los profesionales y la administración pública para fomentar ambientes cardiosaludables que fomenten el autocuidado”