La opinión del doctor José Luis Llisterri Caro, presidente de SEMERGEN
Como es conocido, la adherencia al tratamiento se define como la medida en la que el paciente asume las normas o consejos dados por el profesional sanitario, tanto desde el punto de vista de los hábitos o estilo de vida recomendados, como del tratamiento farmacológico prescrito por el médico. En la actualidad se prefiere el término adherencia, ya que el cumplimiento sugiere que el paciente sigue de forma pasiva las indicaciones recibidas y que el plan de cuidados no se basa en una alianza establecida entre el agente de salud y el paciente.
Las consecuencias socio-sanitarias de la no adherencia a los tratamientos son nefastas. La OMS estima que casi el 50% de los pacientes con enfermedades crónicas no cumplen adecuadamente el tratamiento prescrito y, lo que es peor, la falta de adherencia al tratamiento farmacológico provoca un coste aproximado a los gobiernos europeos de 125.000 millones de euros anuales, coadyuvando, además, a la generación de unas 200.000 muertes prematuras de ciudadanos de la UE cada año. Si lo extrapolamos a nuestro país, el ahorro potencial por número de habitantes alcanza los 11.250 millones de euros anuales y la dramática cifra de 18.400 muertes evitables. Y esto es así porque 1 de cada 3 pacientes no retira la medicación prescrita en la farmacia, 1 de cada 2 olvida tomar su medicación, 3 de cada 10 dejan de tomar la medicación una vez iniciado el tratamiento y 1 de cada 4 pacientes toma una dosis menor de la que le ha prescrito su médico. Sin embargo, en algunas ocasiones, ocurre lo contrario, el paciente aumenta por sí mismo las dosis, bien porque pretende acortar la duración del tratamiento o por intentar obtener un mayor efecto terapéutico.
La falta de adherencia puede conducir al fracaso terapéutico y, por tanto, a consecuencias en la salud de los pacientes. Destaco, sobre todo, el aumento de la carga asistencial, los peores resultados en salud y mayores costes para el sistema por las complicaciones, reagudizaciones e ingresos hospitalarios. Las estrategias para la prevención de la falta de adherencia implican a los diferentes agentes de salud (médicos, enfermeras, farmacéuticos), pacientes y administración. La educación sanitaria del paciente, la simplificación de los regímenes terapéuticos, la mejora de la accesibilidad del paciente al personal sanitario que lo atiende, la relación paciente-médico y su implicación en las decisiones acerca de las prescripciones son los elementos claves, a mi juicio, para la solución del problema.
“La falta de adherencia puede conducir al fracaso terapéutico y, por tanto, a consecuencias en la salud de los pacientes”
Las Sociedades Científicas estamos comprometidas con la neutralización de los factores que influyen decisivamente en la falta de adherencia. La Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN) lleva mucho tiempo trabajando por sensibilizar a nuestros médicos y pacientes de la importancia de la adherencia terapéutica. La formación e información de médicos y pacientes forma parte habitual de los programas de nuestros congresos y jornadas, donde también se incide en el problema desde la vocalía del área de pacientes, el Grupo de Trabajo específico de Adherencia Terapéutica de la Sociedad, las cátedras universitarias y las diversas publicaciones que conforman nuestro catálogo editorial. Pero claro, todas estas acciones, orientadas a evitar las consecuencias indeseables de la no adherencia a los tratamientos, no serían efectivas sin la colaboración de otros colectivos sanitarios y no sanitarios. Por ello, en SEMERGEN, estamos orgullosos del trabajo conjunto con otras organizaciones sanitarias, con enfermería y con farmacia comunitaria. Esta colaboración avala nuestra implicación para ir de la mano con otras Sociedades Científicas, con la Administración y, sobre todo, con los pacientes para el abordaje eficaz de la falta de adherencia en nuestro país.
Llegados a este punto, debo destacar la contribución actual de SEMERGEN a la formación e información dirigida a los pacientes a través de nuestra web Pacientes SEMERGEN, sitio de confianza y éticamente responsable, para informarse adecuadamente sobre cualquier problema de salud. Los pacientes pueden recibir información y orientación sobre promoción de estilos de vida saludables (ejercicio físico, alimentación sana y equilibrada, hábitos tóxicos), identificación de factores de riesgo de acuerdo a su edad, conocer los síntomas de su enfermedad, manejar situaciones clínicas tipificadas como dolencias menores, aceptar el tratamiento e implicarse en el cumplimiento terapéutico. Por consiguiente, el objetivo principal es propiciar el abandono del rol pasivo del paciente, para convertirse en una persona con capacidad de autocuidado y de autogestión de su proceso de enfermedad. De esta manera, el paciente activo y experto, que utiliza las nuevas tecnologías, adquiere una mayor responsabilidad con su salud y por tanto conoce la enfermedad, se autocuida, enseña a lo demás y colabora con los profesionales sanitarios.
En definitiva, todos los agentes implicados en la consecución de una mejor adherencia a los tratamientos debemos remar en la misma dirección, que no es otra que la de conseguir la implicación del paciente en el autocuidado para mejorar la aceptación de la enfermedad, la adherencia al tratamiento, con más seguridad y mejores resultados en salud y por lo tanto con una mejor calidad de vida. La colaboración multidisciplinar es clave en la adherencia a las enfermedades crónicas y debe dirigirse a promover, compartir y desarrollar instrumentos que faciliten el empoderamiento de los pacientes para una autogestión eficaz de la enfermedad. Es nuestra responsabilidad, también la de los demás agentes de salud.