La formación del paciente con diabetes tipo 2 es clave para el buen control de la enfermedad

FEDE ha elaborado un decálogo con medidas para mejorar la calidad de vida de los pacientes insulinizados

Laura Chivato Isabel

En el colectivo de personas con diabetes tipo 2 (DM2) que están en tratamiento con insulina, la monitorización continua de glucosa permite que el paciente sepa lo que está pasando en ese momento en relación a su diabetes y esto le ayudará a tomar decisiones. Sin embargo, si este paciente no tiene la formación necesaria para interpretar la información, no sabrá qué hacer y, por lo tanto, no actuará acorde a las recomendaciones de su profesional sanitario, lo que a su vez derivará en un peor control de la enfermedad, tal y como sostiene Noemí González Pérez de Villar, secretaria de la Sociedad Española de Diabetes (SED).

“Si ofrecemos una herramienta muy potente y con mucha información a una persona que no tiene educación diabetológica, no va a poder tomar decisiones o las va a tomar de forma inadecuada poniendo en riesgo su salud. Es decir que, si entiende dicha información, es más fácil que siga las recomendaciones que le han indicado y pueda aprender por sí mismo. Es necesario tener esto en cuenta, sobre todo, en el largo plazo, donde evitaríamos complicaciones futuras”, explica la secretaria de la SED.

“Si ofrecemos una herramienta muy potente y con mucha información a una persona que no tiene educación diabetológica, no va a poder tomar decisiones o las va a tomar de forma inadecuada poniendo en riesgo su salud”

La necesidad de formación tanto para el paciente como para sus familiares es uno de los puntos sobre los que pivota el documento ’10 medidas para mejorar la calidad de vida de las personas con diabetes tipo 2 insulinizadas elaborado por la Federación Española de Diabetes (FEDE) con la colaboración de la Sociedad Española de Diabetes (SED), la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN), la Sociedad de Medicina Interna (SEMI), la Red de Grupos de Estudio de la Diabetes en Atención Primaria de la Salud (redGDPS) y el Consejo General de Colegios Oficiales de Enfermería (CGE).

Durante la presentación de este decálogo, que persigue conseguir que los pacientes con DM2 insulinizados puedan disponer de los mismos tratamientos para el buen control y gestión de su diabetes, la secretaria de la SED fue una de las participantes junto con Martín López de la Torre, coordinador 2º del Grupo de Trabajo de Diabetes de la SEEN, quien también hacía hincapié en la importancia de la formación para un mejor seguimiento: “El problema no es solo de tener acceso a una nueva tecnología, es decir, a un dispositivo de medición, sino de tener la formación necesaria para utilizar todos los recursos; de nada vale ofrecer un mecanismo si no se sabe usar”.

“El problema no es solo de tener acceso a una nueva tecnología, es decir, a un dispositivo de medición, sino de tener la formación necesaria para utilizar todos los recursos”

Es necesaria la formación del paciente para utilizarlo bien, y esto no tiene marcha atrás. Hay que luchar por tener los sistemas y abaratarlos, pero a la vez proveer los recursos necesarios para dar formación a la persona que va a recibirlo porque, si no es así, esas tecnologías no van a ofrecer ningún beneficio”, apuntaba López de la Torre.

En este sentido, el decálogo elaborado por FEDE recoge la reivindicación de una educación diabetológica de calidad y continuada en el tiempo tanto en pacientes como en familiares, así como la aprobación de los Diplomas de Acreditación y los Diplomas de Acreditación Avanzada para reconocer la formación de las enfermeras educadoras en diabetes. “La formación e innovación hoy es un elemento que no puede olvidarse dentro del programa formativo de las personas con diabetes por parte de los profesionales de referencia”, señalaba Aureliano Ruiz, miembro de la Junta Directiva de FEDE.

Cinco apartados

Además de la formación, el documento está dividido en cuatro apartados más de medidas en diferentes áreas: telemedicina e innovación; individualización y tratamiento; ahorro e inversión; y participación e influencia.

Desde FEDE destacan la priorización de medidas en investigación e innovación dirigidas a sentar las bases de una telemedicina “de calidad, la apuesta de la investigación centrada en el colectivo de las personas con diabetes, teniendo en cuenta además el actual contexto de pandemia por la COVID-19. “En el ámbito relativo al tratamiento, se recoge como prioritario apostar por la individualización de su abordaje en función de cada paciente, atendiendo a sus necesidades e impulsando el cambio de tiras reactivas por los sistemas de monitorización de la glucosa”, subrayan desde la Federación.

“En el ámbito relativo al tratamiento, se recoge como prioritario apostar por la individualización de su abordaje en función de cada paciente”

Y es que, si toda esta maquinaria de propuestas se pone en marcha, derivaría en un ahorro, no solo en términos de salud, sino en términos económicos que, además, evidenciaría la inversión que supone una correcta monitorización de la diabetes, como recalcaba Juana Carretero, vicepresidenta 1ª de la SEMI: “Es fundamental que el paciente esté bien monitorizado para evitar complicaciones, ya que todo ello tiene también impacto en la productividad y en la dependencia, no solo en relación a los costes hospitalarios, sino en calidad de vida”.

Hay que concienciar a las administraciones, el abordaje de la diabetes tiene que estar integrado dentro de un plan de abordaje de la cronicidad. Necesitamos ciudades saludables que promuevan hábitos saludables para la prevención de la diabetes y la obesidad. Todo ello pensado para que se evite el colapso del Sistema Nacional de Salud”, añadía Carretero.

En cuanto a las a las medidas de participación del paciente en la toma de decisiones, desde FEDE resaltan el necesario impulso para aumentar la presencia de los representantes de los pacientes con diabetes, así como del resto de profesionales sanitarios.