La opinión de Noelia Tejedor, presidenta de SEFAC Madrid
SEFAC ha participado junto al Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social en la elaboración del Informe de evaluación de la Estrategia de Cronicidad publicado el pasado 16 julio. De dicho informe se desprende que en España el 34 por ciento de la población presenta al menos un problema crónico, porcentaje que alcanza el 77,6 por ciento en las personas de 65 y más años. Por lo que respecta a otro indicador, el referido a la evolución temporal de hospitalización potencialmente evitable por enfermedades crónicas, experimenta un ligero aumento de forma continuada desde el año 2011. De hecho, en 2015 llegó a 63,06 por 10.000 personas asignadas de 15 y más años, como media del SNS.
A estos pacientes crónicos se destina el 80 por ciento de los recursos del sistema sanitario, lo que supone un desafío para la sostenibilidad del sistema nacional de salud (SNS); máxime cuando sabemos que la mitad de estos pacientes crónicos no son adherentes al tratamiento (farmacológico y no farmacológico).
“A estos pacientes crónicos se destina el 80 por ciento de los recursos del sistema sanitario, lo que supone un desafío para la sostenibilidad del sistema nacional de salud (SNS)”
El farmacéutico comunitario, como profesional sanitario altamente cualificado y más valorado por la población, tiene potentes herramientas para ayudar a combatir este problema, siempre de la mano del resto de profesionales sanitarios. En nuestra práctica profesional diaria detectamos y abordamos a estos pacientes y, cuando es necesario, les indicamos el uso de un Sistema Personalizado de Dosificación (SPD). ¿A qué nos referimos cuando decimos que no es necesario? El problema de la adherencia es multifactorial y, por lo tanto, requerirá un abordaje multidisciplinar y que se adapte a cada tipo de paciente no adherente. Al igual que no existe un único tipo de paciente tampoco una única estrategia. En este sentido, a finales de 2017 SEFAC publicó, de la mano de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN), la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (semFYC) y la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG), un documento concebido como un punto de partida para mejorar el abordaje colaborativo del reto de la cronicidad desde un punto de vista realista y práctico. Dicho texto realiza una serie de propuestas detalladas en ámbitos como los aspectos clínicos de la colaboración entre médicos y farmacéuticos, la generación de confianza entre ambos profesionales y la redacción de protocolos
No es la única iniciativa en materia de farmacia comunitaria al respecto. SEFAC en su proyecto de adherencia ADh+, cuyo objetivo es reforzar el papel clave del farmacéutico comunitario en adherencia y ayudarle a detectar aquellos pacientes que no cumplen el tratamiento durante el proceso de dispensación, clasifica a los pacientes no adherentes en tres. El paciente confundido, que es aquel que no toma la medicación porque no puede; el paciente que banaliza y se cree que no necesita la medicación; y el paciente crítico, que es aquel que no es adherente porque no se fía del sistema sanitario. El farmacéutico comunitario le brindará a todos ellos información personalizada del medicamento y educación sanitaria y, en el caso del paciente confundido, sobre el uso del SPD. Por último, también hay que apuntar que un mismo paciente puede ser no adherente por varios motivos. Así, dicha persona puede no tomar la estatina prescrita porque piensa que no la necesita, el antidiabético oral porque una vez le sentó mal y el antidepresivo porque no entendió correctamente la pauta.